Un
ejemplo es ilustrativo; La semana pasada, ante la respuesta difusa y
poco clara de Mariano Rajoy sobre la desigual femenina en la
retribución salarial, donde a la pregunta formulada por Carlos
Alsina “¿ Las
mujeres y los hombres que desempeñen los mismas funciones deben
cobrar lo mismo?, el
presidente Rajoy contestó;
“ “No
nos metamos en eso”, “los
gobernantes
deben ser muy cautos a la hora de saber cuáles son sus
competencias”, un grupo de mujeres
periodistas del Congreso, estimuladas por la dirección de
informativos de Sexta T.V., se congeniaron para “inquirir”a
congresistas y senadoras sobre el asunto, estas, no tuvieron otra
reacción que “huir”, sin dar la cara literalmente ( se la
taparon ante las cámaras) , metiéndose corriendo en el ascensor,
demostrando así por una parte la poca relevancia personal e
intelectual de estas personas , y a su vez , el poco conocimiento
sobre lo que es ser representante de la soberanía nacional. Son
gente mediocres, de relleno, sin las cuales el funcionamiento general
de las cosas seguiría siendo el mismo; prescindibles totalmente.
Si
esto se aplicara exponencialmente a tantos asuntos como nos ocupan,
cabría plantearse cuantos sueldos, burocracia o cargos “pesebreros”
embarullan la realidad política, social o económica
innecesariamente , o peor, cuántos de estos Órganos decisorios no
son administrados por personalidades que le darían calidad por su
impronta personal.. Es éste el dilema histórico de … ¿ La persona
hace al cargo o al revés?. La historia nos dice que las dos
versiones se dan , por lo que cabe decir que cada momento necesita la
persona adecuada , y esta se desborda si está en el momento y sitio
adecuado.
Diego.
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