Cuando se vive solo, con una paga no contributiva de 366 €,
es difícil llegar al final del mes: - La contribución (ivi) 120€, - La
comunidad 70€ y los extras. - El seguro del piso 207€, - La luz 40€, - La comida, la que se pueda, - La ropa, la
que se pueda, -El calzado, lo que se pueda, - Los artículos de droguería, lo
que se pueda, lejía, detergente, pasta de dientes, jabón… - Los gastos de la
vivienda, pintar…, lo que se pueda. -Los artículos de farmacia que no pase el
seguro, - El perro, el pienso, las vacunas, que si destroza el piso, que si se
pone malo… Que sí, que me ayudo con las dos pagas extras al año, pero no llego.
Y después no puedes salir, porque con nada se te va un dinero. No se puede
juntar dinero para corresponder con los
regalos familiares y los amigos. Hay que cocinar más comida de cuchareo para
ahorrar. Cuando se tiene una enfermedad mental y te aburres a lo largo del día,
todo te viene largo, pesado, incómodo, y se te vienen todos los pensamientos
negativos del mundo a la vez dándote la lata en tu cabeza. Que sí, que es
psicológico y se pueden combatir, pero esos pensamientos te seducen aun siendo
negativos, hay algo en esos pensamientos que te atrae como si fuera una tela de
araña, culparse a uno mismo de las cosas malas que hallan pasado en tu pasado.
Los profesionales de salud mental y mi familia me ayudan mucho, porque están
ahí, ayudando, por lo menos en mi caso.
Si tienes depresión, te acomodas en la cama y de ahí no
quieres salir. Tengo obligaciones en mi vida, sacar a mi perrita, recoger los
excrementos, ponerle de comer, ponerle el agua, darle cariño, evadirme de los pensamientos negativos, la
alimentación, la limpieza del piso, la higiene personal, el paseo diario, la
relación con la familia, los amigos, los vecinos… Ayudo a la familia, los
amigos… y a cambio recibo ayuda… desayunos, cafés, batidos, dinero (no mucho).
Cuando se tiene una enfermedad mental, la primera persona
que te rechaza, es uno mismo, a lo mejor no directamente, si no a través los
propios compañeros con la enfermedad porque te ves en ellos reflejado, y eso
crea rechazo, al final a uno mismo.
Me cuesta mucho arrancar, me cuesta hacer las cosas que me
vienen bien en mi vida. La cosa es que si empiezo ya no paro hasta terminar con
mis obligaciones, y lo hago muy bien. Me gusta ser agradable con la gente que
me quiere, con las personas que me tratan bien. El fin de semana no hay
actividades de la U.R.S.M. (Unidad de Rehabilitación de Salud Menal) y me
aburro un montón, y cuando me aburro me da por dormir sin parar.
Para salir de la depresión, tienes que salir a la calle, con
la mente en modo positivo, siendo optimista, y relacionarte con la sociedad, la
familia, los amigos, lo vecinos, la gente.
Si tienes la mente saturada, u ocupada con pensamientos
basura, del siguiente tipo:…-“Yo tengo la culpa de mis males”.- “Me va a pasar
algo malo porque no he sido perfecto (superman)”.- “No me va a salir trabajo, y
por lo tanto voy a ser toda mi vida un chupóptero parásito de la sociedad (un
vampiro atracador, que pone la mano y no participa con los demás)”.- “Mi mente
intenta echarme las culpas de los males que les vayan a pasar a la gente en
general, ej.: Si vuelca el autobús cuando se mece en las curvas es culpa mía;
Si hay uno pintando y se le vuelca el bote entero de pintura al suelo o en su
ropa , es culpa mía; Si un niño chico se atraganta con su saliva y tose, es
culpa mía; Si me cruzo con un perro por la calle y sin venir a cuento se asusta
y con ello lo atropella un coche, es culpa mía…” Y esa son las jugadas que me
gasta mi mente, unas veces con mayor poder sobre mí y otras con menos sobre mí.
Me ayuda a desahogarme el contar estos problemas a la psicóloga y en terapia de
grupo, porque un problema contado es medio problema. El ansia me da por comer
exageradamente y ello me lleva a la obesidad. Me gusta hacer deporte, pero no
encuentro el momento. El no llegar a final de mes me causa preocupación y ello
me trastorna el sueño. Hay que relacionarse con la sociedad sin llegar a ser
empachoso, toxico. Los profesionales son constantes, y me animan a seguir a
flote, optimista.
La sociedad es moldeable, depende de qué teclas pulses, así
te responden, así reaccionan. Tu comportamiento dice mucho de ti.
Acción-reacción.
Antonio Tequila.
Tranquilo Antonio se fuerte y si quieres puedes ganar un poco de dinero extra,solo tienes que utilizar la imaginación.Emplea algo de dinero en cuencas para las pulseras y dedicate hacerlas,eso en los chinos vale barato,luego sal a venderlas de forma honrada entrando en todos los sitios con educación;Hola buenos días o tardes me gustaría enseñarle unas pulseras hechas a mano,seria tan amable de colaborar por un precio simbólico de 0,80 céntimos.Eso es un buen argumento.Yo me ganaba veinte euros al día pero tenia que patear mucho,merece la pena y también te distraes y te relacionas de forma comercial,luego ya empeze a vender broches y diademas que les empleaba a mi hermana.Suerte y espero que te sirva de algo.
ResponderEliminarEso sí intenta que de la cajita de cuencas salgan mínimo tres pulseras.
ResponderEliminarTe comprendo muy bien Antonio. Yo he pasado por la misma situación hasta que conseguí que la pensión fuese un poco mayor, pero no es nada fácil salir adelante con una pensión tan pequeña como la tuya. Has explicado muy bien todo lo que ocurre cuando se tiene poco dinero para hacer frente a la vida cotidiana. Te lanzo mi ánimo para que tengas fuerzas para la vida cotidiana y salgas adelante. Un fuerte abrazo de tu amigo José Cuadrado.
ResponderEliminarMuy buen artículo, Antonio. nos has hecho ponernos en tu situación. Es difícil pero tienes muy buena actitud. ¡¡Animo!!
ResponderEliminarMucha suerte, compañero
ResponderEliminarSOY ANTONIO TEQUILA, LA IDEA DE LAS PULSERAS ESTÁ BIEN, PERO YO PREFIERO HACER OTRAS COSAS, LIMPIAR LAS VIVIENDAS...
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