lunes, 19 de diciembre de 2016

AQUELLA NAVIDAD

La muerte es eso que parece que nunca  va a llegar pero que llega. Yo nunca había visto la muerte hasta que falleció mi abuela. Recuerdo que las navidades con ella eran muy divertidas. Papi por aquella época nos veía poco porque trabajaba  mucho , pero lo poco que nos veía era de diversión máxima. Retomando el hilo yo era el ojito derecho de mi abuela.
He sido una mala hija, una nieta mala y una mala hermana. Mi sueño sería estrecharlos entre mis brazo y pedirles perdón de todo mi corazón. En las fiestas de navidad disfrutábamos todos porque no faltaba nadie. Recuerdo anécdotas graciosas. Como la de que la juventud venían después  de las uvas y se acercaban a casa de mi abuela.       Ella los invitaba a tomar unos chupitos hasta que se “ponían contentos” y empezaban a contar chistes y yo me hartaba de reír. Total que se les pasaba la hora del cotillón y nos tomábamos los turrones y mi abuela les decía “NIÑAS QUE OS VAN A VIOLAR” y ellas contestaban  “OJALA MI ARMA”  era cachondeo puro y duro.


YFC

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