Ha pasado bastante desapercibido el Día Mundial de
las Enfermedades Raras, celebrado el pasado 28 de febrero. No se le ha dado la
misma pompa que a otros días y se trata de un tema muy importante y que afecta
a muchas personas, muchas más de las que la gente en general cree.
Según la
OMS , Organización Mundial de la Salud , existen alrededor de
entre 5000 y 7000 enfermedades raras en el mundo. Es difícil contabilizarlas
con exactitud entre otras razones porque algunas sólo afectan a pocas personas
y casi nada se sabe de ellas.
En España existe una Federación de Asociaciones de
Enfermedades Raras. Agrupa a todas las Asociaciones para tener más fuerza.
Hacen campañas publicitarias de vez en cuando. Recientemente se ha hecho una en
las marquesinas de los autobuses con caras visibles, reconocibles de famosos
por la mayor parte de la gente. Por ejemplo, Alexandra Jiménez, actriz que se
dio a conocer con la exitosa serie de Tele 5 Los Serrano. Dio después el salto
a la gran pantalla y se está labrando un buen camino en el mundo del cine. Ella
es una de las famosas que aparecía en las marquesinas de los autobuses. Se
trata de una campaña de concienciación social. De ahí la importancia de los
famosos en la difusión de las enfermedades raras y en el conocimiento por parte
de la sociedad en general de ellas.
Hay un doble problema con estos enfermos: la
enfermedad en sí misma y la falta normalmente de medicación, lo que da una
esperanza de vida bastante reducida. Hay un gran desinterés por parte de la
industria farmacéutica para investigar por la escasa rentabilidad que tienen
las enfermedades raras: pocos enfermos por enfermedad y la necesidad de
invertir mucho dinero en investigación. Ya se sabe que la salud es uno de los
negocios más rentables que existen y las industrias farmacéuticas saben mucho
de esto.
Las enfermedades raras afectan normalmente al 1 por
ciento de la población total de un país. En España hay, según esa campaña de
las marquesinas de autobuses de la que he hablado antes, unos 3 millones de
enfermos. Es menos del 1 por ciento de la población total del país. No interesa
investigar. Hay una escasa rentabilidad y consecuentemente una falta global de
medicamentos.
Los nombres de las enfermedades suelen ser de sus
descubridores o de las primeras personas que desarrollaron los síntomas de las
distintas enfermedades. La lista sería interminable. Y suelen tener nombres muy
largos y extraños, lo que dificulta aún más el conocimiento general de la
sociedad.
Detrás de las enfermedades raras hay mucho
sufrimiento, sufrimiento silencioso, olvidado, ignorado. También los famosos de
vez en cuando aparecen en televisión dando la cara por una enfermedad y
apoyando a algún paciente en concreto que se muestra para que se humanice aún
más una determinada enfermedad. Todo sea por esa concienciación social de la
que hablaba antes.
No cesa la presión a la industria farmacéutica para
que invierta más en investigación. Además, esto empeora porque el Gobierno de
España ( y los Gobiernos en general) da poca aportación para investigar las
enfermedades raras. Hay una enorme falta de sensibilidad por parte de los
Gobiernos. Se trata de la enfermedad como negocio más que como necesidad
política y real consecuentemente. Sanidad debe investigar más porque sólo una
persona ya merece la pena que se la tenga en cuenta para poder curarla. A veces
en las campañas políticas, y ahora estamos en una de ellas, se ha hablado de
las enfermedades raras como parte de los programas de gobierno en algunos
partidos. Llegados al poder, todo se olvida.
Hay muchas enfermedades neurodegenerativas que
también son raras. Otras no lo son tanto y se investiga sobre ellas como es el
caso de la esclerosis múltiple. Yo tengo una persona muy cercana a mí que la
padece y es mi hermana pequeña. Lleva ya varios años luchando con ella y no
tiene cura. Sólo hay medicamentos que detienen el avance de la enfermedad, pero
no lo paran. Mi hermana toma por ejemplo el Trisavi, uno de los medicamentos
más populares para los enfermos de esclerosis múltiple. Se trata de medicación
intravenosa que se toma por así decirlo una vez al mes. Pero esto es una
excepción porque hay muchos afectados por la esclerosis múltiple. Es una enfermedad
terrible. Día a día ves cómo se va consumiendo la persona, perdiendo
facultades, malfuncionando los órganos, etc… Mi hermana lleva ya 21 operaciones
relacionadas directa o indirectamente con la esclerosis múltiple. Cada vez anda
peor y necesitará próximamente una silla de ruedas para poder desplazarse.
Afecta también al habla. A veces tiene afasia, como les suele afectar a los
enfermos de ictus. Tiene muy limitados los movimientos, cada vez está más
torpe. A veces le cuesta trabajo hasta comer y le tiene que dar la comida su
marido. Me pregunto cuántas enfermedades raras habrá en las que ni siquiera
cuentan con un Trisavi mágico que haga que los enfermos se sientan un poco
mejor y aumenten la esperanza de vida.
Hay una discriminación con otras enfermedades no
raras que sí son investigadas como la depresión, la esquizofrenia, la psicosis
y otras. Hablo de enfermedades de nervios porque son las que más me afectan.
Hay medicamentos nuevos cada dos por tres. Los grandes laboratorios
farmacéuticos sí invierten en su investigación porque resultan rentables.
Vivimos en una época de enfermedades nerviosas. Cada vez se ha ido superando
más el estigma de las enfermedades nerviosas y ya no se ocultan por lo que se
va sabiendo cada vez mejor el número real de pacientes de las múltiples
enfermedades nerviosas, sobre todo las más importantes y abundantes. Cada vez
son menores los efectos secundarios y los pacientes tienen una mayor calidad de
vida. Porque se trata de eso: de que si no se puede vencer la enfermedad, por
lo menos que los pacientes se sientan mejor. Y eso vale para los pacientes de
enfermedades raras. Muchos llevan una vida que no es vida, que es vida casi
vegetativa y que están olvidados por la sociedad. Son marginados y mirados como
si fueran monstruos a los que hay que apartar de la propia sociedad. Falta
humanidad en el tema de las enfermedades raras y yo quiero lanzar desde aquí un
mensaje en favor de todos los enfermos. Es buen momento para que los partidos
políticos hablen del tema en campaña electoral. Y lo escribo por si alguno de
ellos lee este artículo demuestre más sensibilidad sobre esta epidemia de
enfermedades raras que nos asola.
Hay que aumentar las partidas presupuestarias para
investigar sobre las enfermedades raras. Eso se tiene que recoger en los
Presupuestos Generales del Estado. A ver si por fin se puede formar Gobierno en
España para que el tema merezca la importancia que en realidad tiene. Y
esperemos que el próximo Ministro o la próxima Ministra de Sanidad tenga más en
cuenta a esos tres millones de personas diagnosticadas en España con alguna
enfermedad rara. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Espero que
no pierdan la esperanza los enfermos y alcancen una mayor calidad de vida para
que puedan ser más felices y sentirse más a gusto consigo mismos y no ser
estigmas de una sociedad que los fabrica en exceso. Salud y suerte.
José Cuadrado
Morales
Qué importante reivindicar, celebrar y luchar porque se destinen más fondos para investigar estas enfermedades poco habituales pero muy muy incapacitantes. Gracias por tu extenso e interesante artículo, nos encanta leerte.
ResponderEliminarBravo! Hay que seguir luchando
ResponderEliminarGracias queridos amigos de Rentería por vuestro apoyo a mi artículo sobre las enfermedades raras, que he considerado oportuno escribir porque son muchas las personas olvidadas que sufren doblemente una enfermedad. Es necesario apoyarlas y darles todo nuestro afecto. Muchísimas gracias por estar siempre pendientes de mis artículos. Un saludo de José Cuadrado.
ResponderEliminarGracias queridos amigos de Calatayud por vuestro apoyo fiel a todos mis artículos, en este caso uno sobre las enfermedades raras, más importantes de lo que creemos y a las que hay que dedicar más atención y medios. Muchas gracias por vuestra cercanía. Un saludo cordial de José Cuadrado.
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