El gato de Schorödinguer es un experimento
ideal. El experimento ideal sirve para razonar y sacar conclusiones. Se plantea
el problema de la forma siguiente: en una habitación cerrada hay un gato y un
recipiente con veneno que puede abrirse o permanecer cerrado; para saber si el
gato en un instante dado está vivo o muerto hay que abrir la puerta de la
habitación y comprobarlo. Mediante la observación determinamos si el gato está
vivo o muerto. La realidad parece existir pues mientras se observa. ¿Qué ocurre
mientras no estamos observando?. En esos instantes, ¿el gato esta vivo o está
muerto?. La física nos dice que en estas circunstancias el gato no está vivo ni
muerto, sino en un estado intermedio, mezcla de los dos.
En ese estado intermedio
parecemos estar los enfermos cuando la soledad no deseada llega. Esa soledad en
la que parecemos no estar vivos ni estar muertos, sino en un estado latente
indeterminado. Yo lo he padecido durante años, viviendo solo con mis padres y
para el trabajo. Durante ese tiempo perdemos en gran medida partes de las
emociones que deben estar presentes en la vida de toda persona, como son la
fraternidad y la amistad. La soledad impuesta desde fuera no es buena.
Esto dicho así no es exacto: unas veces no somos culpables de esta soledad y otras si, aunque es bueno pensar que nosotros mismos intervenimos en que esto se de y no debemos, como dice Rafael Santandreu, un psicologo especializado, excusarnos en las circunstancias o los demás, aunque un poco de esto también haya. Es por eso que centros como la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental del hospital Virgen Macarena nos ayudan tanto a salir adelante y a encontrar espacios de encuentro con otras personas que llegan a ser muy y especialmente necesarios para llevar la enfermedad adelante, especialistas y amigos. Y es que estar solo en medio de una multitud puede llegar a acabar en un brote.( También es cierto que después de uno de ellos, en que parecen dormidas estas emociones, las vamos recuperando poco a poco conforme nos rehabilitamos). Por eso todas estas relaciones que establecemos nos sanan en este sentido.
Esto dicho así no es exacto: unas veces no somos culpables de esta soledad y otras si, aunque es bueno pensar que nosotros mismos intervenimos en que esto se de y no debemos, como dice Rafael Santandreu, un psicologo especializado, excusarnos en las circunstancias o los demás, aunque un poco de esto también haya. Es por eso que centros como la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental del hospital Virgen Macarena nos ayudan tanto a salir adelante y a encontrar espacios de encuentro con otras personas que llegan a ser muy y especialmente necesarios para llevar la enfermedad adelante, especialistas y amigos. Y es que estar solo en medio de una multitud puede llegar a acabar en un brote.( También es cierto que después de uno de ellos, en que parecen dormidas estas emociones, las vamos recuperando poco a poco conforme nos rehabilitamos). Por eso todas estas relaciones que establecemos nos sanan en este sentido.
Hay que recordar también que,
como dice Rafael Santandreu, del que estoy leyendo el libro “Las gafas de la
felicidad”:
- Para ser feliz no hace falta hacerlo todo bien, sino con amor.
- No necesito que todo el mundo me trate bien todo el tiempo
- El mundo nunca ha funcionado perfectamente, pero a pesar de eso la gente ha conseguido disfrutar de la vida y nosotros también podemos hacerlo.
Jesús
Muy interesante, compañero
ResponderEliminarJesús, en principio siento lástima por el gato del experimento porque no me gusta que usen los animales con fines de investigación. Después coincido contigo en que la soledad no elegida nos hace daño, pero que muchas veces somos nosotros quienes nos aislamos y no vale culpar a otros.Tenemos que relacionarnos más, aunque nos cueste por nuestro temperamento introvertido,pero es la forma de exorcizar la soledad no crees? Rosa
ResponderEliminarmuy interesante tu articulo Jesus, toda causa tiene un fin y todo un fin una causa osea cuando entramos en un circulo vicioso es casi imposible salir pues el circulo es infinito o eso nos hacen creer. Depende del estado en que te encuentres asi veras las cosas pero desde luego si usamos las gafas de otros no veremos con claridad, si te pones las tuyas veras mejor y si tienes varias gafas puess depende donde estes, con quien o como estes te podras poner la que quieras...Asi que ahora tu eliges las gafas que ponerte...
ResponderEliminarSi, muy interesante, Jesús. Todos estamos solos en la vida, aunque a veces circunstancialmente parezcamos acompañados. hay que saber vivir con ello, y buscar compañía cuando así lo deseemos. Por eso sitios como los centros o estos blogs son importantes, nos permiten relacionarnos y sentirnos un poquito menos solos... Un saludo, U. Dia Renteria
ResponderEliminarSiento decirte que no estoy de acuerdo con tu teoría. Nosotros si sentimos , lo que ocurre es que con las pastillas estamos un poco adormilados. Tal vez tu hayas notado que tu alegría no es muy escandalosa pero SI la sentimos , lo que pasa es que sentimos mas negatividad que otras personas.
ResponderEliminarYFC
Mi querido amigo Jesús: nuevamente aquí contigo comentando un nuevo trabajo tuyo, en concreto el protagonizado por el gato y la soledad. Estamos los dos de gatos porque yo acabo de escribir un artículo sobre un gato que tuve y que se llamaba Renato. Me ha parecido muy interesante tu trabajo. Escribes muy claro para tratar temas complejos relacionados con la física y los sentimientos. Se nota tu capacidad didáctica, ésa que la enfermedad ha atrofiado un poco. Pero no dejas de leer y escribir, y eso te permite la comunicación con muchas personas como es mi caso. Yo valoro mucho también la existencia de la Ura porque sin ella apenas me relacionaría con los demás. La Ura me permite sentirme también útil, por ejemplo, con los trabajos que escribo y que me ponen en comunicación con personas con las que no estaría de ninguna otra manera. Sigue escribiendo, amigo Jesús, y recuerda que te tengo un gran afecto. Recibe un fuerte abrazo de tu amigo José Cuadrado.
ResponderEliminarPepe, me alegro que hayas leído el artículo. A mi escribir en el blog también me sirve, ya sea escribiendo un artículo o haciendo comentarios. La capacidad didáctica creo que la he desarrollado con la experiencia laboral que he tenido en la enseñanza, en la que he estado una decena de años. No he leído tu artículo sobre tu gato, pero lo haré. Tengo que mejorar en la memoria y el razonamiento pues los tengo en ciertos aspectos algo mermados. Me ayuda también a mejorar jugar de vez en cuando al dominó con Francisco Navarro.La Ura, como tu dices, nos ayuda mucho a relacionarnos con los demás, para mi también es muy importante. A mi me han ayudado a lo largo de estos últimos años mucho tus artículos, me ayudan a reflexionar y mejorar. Un fuerte abrazo Pepe.
ResponderEliminarEs cierto YFC que sentimos mas la negatividad que otras personas, es lo que lleva consigo nuestra enfermedad, que amplificamos los aspectos negativos demasiado, lo que hay que corregir. Quizás no me haya expresado bien, nosotros si sentimos, lo que ocurre es que a veces sentimos demasiado, en una medida excesiva. Esto es lo que nos puede llevar a caer en una crisis. Yo como tu también estoy alegre, pero procuro que no se me suba a la cabeza y entrar en una fase de euforia; como escribí en el artículo anterior esto para los enfermos con trastorno de tipo bipolar esquizoafectivo puede ser peligroso.
Rentería, estamos de acuerdo todos, Pepe, yo y vosotros, en la importancia de la rehabilitación cuando la enfermedad ha llegado a dar mas la cara, por decirlo de alguna forma, de estos centros en que nos apoyamos. Aquí en Sevilla, en la unidad de rehabilitación yo he encontrado la mayoría de mis amigos actuales. Tengo otros que he hecho en mi comunidad o en el barrio, pero los compañeros son importantísimos.
Jose Manuel, como aprendemos en Cognitivo, por empatía yo intento ponerme las gafas de todos, todos me ayudáis a relexionar y a mejorar. Es importante tener diferentes puntos de vista para una misma situación, como tu dices. Leer, como dice Pepe Cuadrado, ayuda bastante y leer libros como el que te decía también.
Rosa, eso de que hay que relacionarse más y no culpar a los otros es lo que he aprendido leyendo este libro y comentando con vosotros la enfermedad que padecemos, es lo que intentaba decir, aunque también he querido expresar que también los demás intervienen, que deben ayudarnos y no darnos de lado, como nos ocurre con la estigmatización, aunque esta yo la siento poco, como quizás te ocurra a ti. La autoestigmatización también interviene, esta claro y hay que tenerla presente. Un saludo.
Jesús