viernes, 4 de diciembre de 2015

CRÍTICA DE CINE: SICARIO

Estamos ante una producción estadounidense del año 2015 dirigida brillantemente por Denis Villeneuve. Los protagonistas son Emily Blunt, Josh Brolin y Benicio del Toro, acompañados por buenos secundarios como Víctor Garber, Jon Bernthal, Daniel Kaluuya y Jeffrey Donovan. Distribuye la película Eone Films.
Como breve argumento diremos que la cinta trata de una joven agente del FBI (Emily Blunt) que es reclutada por un veterano agente de la policía fronteriza de Estados Unidos y México para luchar contra el tráfico de droga.
El director tiene películas muy meritorias como Prisioneros, del año 2013. En Sicario realiza un violento y duro retrato ambientado en el mundo del narcotráfico en la zona fronteriza que se extiende sin ley entre Estados Unidos y México. Son miles de kilómetros de frontera, difíciles de vigilar y que son una tentación para los grandes capos de la droga.
Hay otras películas recientes sobre este tema como Salvajes, del año 2012, y El consejero, del año 2013. Y también hay series de televisión como The bridge, del año 2013. El director es canadiense y hace la película más contundente y brutal de todas. Hay que decir que no es recomendable para menores de 18 años. Y debe ser así el estilo de la película si se pretende retratar fielmente ese infierno de la droga donde no hay compasión alguna. Un mundo donde no hay piedad, un mundo en guerra entre narcos y agentes del gobierno norteamericano y el mexicano, un mundo hostil y fuera de la ley, más peligroso que cualquier conflicto armado (como vemos en la secuencia que impacta en la que las fuerzas especiales entran en Juárez).

Y otro ejemplo de la violencia es la escena en la que Benicio del Toro mata a toda la familia de un narco, éste incluido. La frialdad es absoluta. Es la ley de la selva y la muerte es el único lenguaje que entienden los narcos.
El planteamiento de la cinta fue ideado por el actor Taylor Sheridan. Entre sus películas destaca Hijos de la anarquía. Dicho planteamiento pretende recordar a la cinta El silencio de los corderos, del año 1991, dirigida por Jonathan Demme, de forma que Sicario sería al narcotráfico lo que El silencio… a los asesinos en serie. El personaje de Emily Blunt es como Clarice Starling (interpretada en la estupenda cinta de Demme por Jodie Foster) una idealista agente del FBI reclutada por las fuerzas de élite gubernamentales para ayudar en la guerra contra las drogas.
Clarice Starling fue reclutada para hablar con el famoso Hanibal Lecter para que la ayudase a encontrar a un asesino en serie que le quita la piel a sus víctimas para ir tejiendo un vestido macabro. Ella, como Emily, tiene la ilusión de los principiantes.

Hay una película cuyo título encaja bien con la trama de la película: Contra el imperio de la droga. Porque es un imperio que mueve millones y millones de dólares y que en muchos países determina un alto porcentaje del Producto Interior Bruto porque la droga ya forma parte de la economía de muchos países y los propios mandatarios cierran los ojos a la realidad.
El director dice que Sicario plantea interrogantes sin ofrecer respuestas. Lo dijo en la rueda de prensa durante la presentación de la cinta en el pasado Festival de Cannes, donde cosechó un gran éxito, llegando a obtener incluso un premio del prestigioso festival cinematográfico.
Algunos medios la califican de obra maestra, pero yo no llego a tanto. La película está muy bien, pero dista bastante de ser una obra maestra. Hacen falta muchos factores para considerar así a una cinta.

Los personajes son violentos como Josh Brolin, quien recluta a Emily Blunt, pero no se puede ser de otra forma en esta guerra sin cuartel que es el mundo de la droga. Benicio del Toro es el terrible asesor de Josh Brolin, su lugarteniente durísimo que mata con una frialda extrema, como en la escena que ya he comentado de toda una familia de un narco que disfruta de toda clase de lujos gracias a la droga.
Pero también hay policías corruptos que se benefician del universo de la droga y que también aparecen reflejados en la cinta. Seres sin escrúpulos que también se benefician como los narcos haciendo una labor hipócrita sin ningún tipo de cortapisas.
La película tiene escenas que parecen cuadros de Caravaggio, por lo oscuras que son y lo siniestras. Destaco entre ellas la familia asesinada por Benicio del Toro: narco, su mujer y sus dos hijos, un niño y una niña. Hay un encuadre que parece directamente un cuadro de Caravaggio. Dramático, miserable, durísimo.
La cinta es oscura, como oscuro es el mundo de la droga. La fotografía es excelente, el montaje es ágil y la música acompaña perfectamente a las imágenes. Técnicamente la cinta es impecable.
Por mi parte es una película muy buena, merecedora de cuatro estrellas. Le falta algo para llegar a la obra maestra, aunque es uno de los más fieles ejemplos de películas que tratan el mundo de la droga. Recomiendo encarecidamente ir a verla. Salud y suerte.

Calificación:  



José Cuadrado Morales


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