Si tuviera que retratarla, diría que es de estatura mediana,
curvilínea, con una cuidada cabellera negra y muy coqueta, porque es difícil
verla repetir una prenda. Femenina, sensible, apasionada por sus hijos, locuaz
en su justa medida, de rostro amable, sencilla. Una andaluza de pura cepa:
simpática por doquier.
Silvia es una
compañera que conocí apenas llegué a la
URA , cuando se presentó en el grupo de terapia como alguien
que “estaba” enferma pero que "no era" enferma. O sea, tiene una cualidad que
la hace pasar por altibajos anímicos, pero su personalidad se conforma de mil
facetas más. Es bastante extrovertida así que resulta fácil encariñarse con ella, porque se brinda
tal cual es desde un principio.
En las reuniones de los martes, cuando queda un espacio
vacío por su ausencia, se extraña no sólo su presencia física sino los
interesantes aportes que siempre hace al grupo, porque sea cual sea el tema de
la semana ella tiene algo positivo que opinar y eso se agradece mucho. Es de las
personas que ven el vaso medio lleno, claro está. Le pone una sonrisa a la enfermedad y tira para adelante con el entusiasmo de quien quiere superarse día
a día.
Suele acompañar a su amiga María José no sólo con buenos
consejos sino con tácticas que le permiten afrontar sus miedos (como al “señor
del mono”), además de mantener largas conversaciones telefónicas suelen
disfrutar de salidas domingueras, a las que me gustaría sumarme de vivir yo en
Sevilla.
Es rara la persona que no busque su compañía sea joven o
vieja, alta o baja, porque se muestra preocupada por los demás y siempre tiene
un detalle hacia el otro, como los comentarios hechos a mis escritos en este
blog.
Tener una pequeña recaída
le puede pasar a cualquiera, lo importante es sacar valor de nuestras
flaquezas y poder levantarnos. Con ése espíritu van estas frases, para darte
ánimos y hacerte saber cuánto te apreciamos tus compañeros. ¡Fuerza niña ¡
Rosa
Seguro que Silvia está encantada con este post tan bonito, en el que expresas tanto... nosotros tb te mandamos ánimos, Silvia, y a tí Rosa un beso
ResponderEliminarDe las caídas y recaídas siempre se aprende. Lo importante es levantarse con fuerza. Un abrazo
ResponderEliminarhola ROSA DESDE AQUI QUISIERA DECIRTE QUE ME LLEGO MUY DENTRO LAS PALABRAS QUE ME DEDICASTES .NADA MAS LEER LO QUE HABIAS ESCRITO ME DIJE A MI MISMA QUE SOLO DE UNA GRAN PERSONA PUEDE ESCRIBIR ESO SOBRE MI ,TAN SOLO VERTE Y VEO UNA PERSONA CON UN CORAZON INMENSO Y UNA PAZ INTERNA INMENSA.SOLO DECIRTE QUE TE APRECIO MUCHO,QUE ME CAES GENIAL Y QUE TE QUIERO MUCHO ROSA UN BESO. SILVIA
ResponderEliminarRentería y Calatayud, muchísimas gracias por sus palabras, en mi nombre y el de mi compañera, con sus ánimos se hace más fácil el superar los problemas. Gracias.
ResponderEliminarSilvia, no solo reitero lo escrito sino que hago extensivo a tí lo que me has escrito.Eres una persona entrañable, fácil de querer a simple vista y que hace grandes esfuerzos por estar mejor día a día: volver a estudiar, bajar de peso, aportar tus opiniones sabias en las reuniones grupales, etc. Un beso y mil gracias por ser como eres. Rosa