Esos son los días que llevo
alejado de las teclas de mi ordenador y por ende de los lectores del blog de la Ura Macarena. Han sido unas
largas vacaciones muy completas, en las que no he estado ocioso y de las que
pretendo hacer un resumen en este artículo para compartirlas con vosotros mis
lectores.
Lo primero que quiero
destacar es que ya he hecho el primer borrador del que será mi libro número
trece que en principio se iba a titular “Tuétanos odiantes”, pero después le
puse de título “Cuando se odia”, pero al final se ha quedado en “Cuando no se
ama”. Me parece mucho más poético y que refleja mejor del contenido de libro.
Ya tengo el borrador pasado a mi máquina Olivetti dispuesto para ser corregido
durante varios meses, en la fase más larga de la realización de un libro. Lo
corrijo con bolígrafo de diversos colores para diferenciar bien todas las
correcciones que hago, que suelen ser muchas.
El inicio de libro de momento
es el siguiente. “Odio es la palabra que
más me brota en mis llagas viscerales. Afán brutal de derribar, destruir,
matar. Sentencia contra el mundo que me oprime aprisionando contra la pared de
mis pápulas anímicas purulentas”. No os extrañe si el resultado final es
bien distinto a esto porque como ya he dicho suelo realizar numerosas
correcciones. El libro va del odio y otros sentimientos de animadversión de los
seres humanos, frente al tema del amor que he solido tratar en mis últimos
libros como Pasión o espontaneidad y Rosa de vida.
Este nuevo libro contiene uno
de los versos que más me gustan de todos los que he escrito en mi carrera
poética. “No puedo más y aún parece que
puedo”. Alude a esos momentos en los que parece que ya no se tienen fuerzas
para nada pero se sacan fuerzas de flaqueza de donde sea. Yo suelo sacarlas de
mí mismo y de Dios, aunque también le lanzo con frecuencia reproches porque
muchos días durante estas vacaciones he tenido le tentación de quedarme en la
cama tirado como un fardo. Creo entonces que no me ayuda lo suficiente. También
eso me ha pasado con mi trastorno obsesivo compulsivo y mis crisis de ansiedad,
que me han dado bastante la lata, especialmente por la mañana, aunque también
en otros momentos del día. Pero después me pongo en paz con Dios y comprendo
que como suelo decir formamos el mejor equipo.
Me he solido levantarme
temprano durante estos 76 días. Ya sabéis que a mí me gusta ver amanecer, así
que a las 6 de la mañana ya suelo estar en planta. Es un momento de gran gozo
para mí ver amanecer, aunque a veces la angustia me impide disfrutar cuanto
quisiera de esos momentos.
Durante estos 76 días me he
dejado guiar por mi lema de cabecera: “Autoestima, flexibilidad, positividad,
optimismo, seguridad, sin miedo, con voluntad, dignidad y amor propio”. A todos
estos temas les he dedicado sendos artículos en esta misma sección del blog de la Ura Macarena. También podría
decir orgullo, aunque esta palabra suele tener connotaciones más bien
negativas. El lema lo he cumplido siempre que he podido y me ha dado las
fuerzas suficientes para tirar hacia delante.
He aprovechado también estos
días para cumplir años, concretamente 53, pero no me siento viejo, al
contrario, me siento más joven que el año pasado. No sé por qué tengo esa
sensación de juventud. Quizás por los libros que publico que me hacen sentir
útil para la sociedad a la que pertenezco. Lo celebré con mi hijo almorzando en
el restaurante chino de
He aprovechado estos días
para estar más tiempo con mi hijo. He de decir que su actitud hacia mí ha
cambiado. No sé por qué pero se ha vuelto más cariñoso conmigo y me llama más
por teléfono con lo poco que le gusta. Hemos ido al cine juntos, hemos paseado,
hemos charlado bastante. Ha sido una relación bonita con mi hijo.
También he dedicado estos
días a hacer diversos arreglos en mi casa, como poner un termo nuevo. He estado
el último invierno lavándome con agua fría porque el termo estaba averiado,
pero no tenía dinero para comprar uno nuevo. Ahora he aprovechado el dinero de
la paga extra de junio para poner uno nuevo. Han sido 215 euros, a los que hay
que añadir 65 euros por la revisión del butano y algunos picos más. Ya por fin
me puedo duchar con agua caliente. También he aprovechado el seguro de Endesa
para arreglar diversos enchufes de la casa que estaban colgando. He arreglado
también el mando a distancia de la tele,
que me impedía acceder entre otras cosas al teletexto de los diversos
canales de televisión que yo considero mi Internet particular. Y más arreglos
que normalmente no tengo tiempo de hacer los días normales laborables.
He aprovechado estos 76 días
también para reflexionar y filosofar sobre diversos temas trascendentes como la
honestidad y la comprensión hacia uno mismo y hacia los demás. Espero que de
estos temas surjan nuevos artículos que enriquezcan las páginas del blog.
He disfrutado mucho de la
televisión siguiendo mis programas culturales favoritos como Saber y ganar,
Ahora caigo o Pasapalabra. Sobre todo he disfrutado del cine en la televisión,
concretamente de cinefilia y El cine de la 2, verdaderos reductos para
cinéfilos. He visto películas como El perfecto anfitrión, El primer día del
resto de tu vida (un hermoso título para
una película aceptable), Besen a quien
quieran (buen título para una película
interesante sobre las diferencias entre la necesidad de una persona y el amor a
la misma) y El ladrón, una película alemana. Se suelen ver películas de
cinematografías que no suelen verse en las carteleras convencionales. Hoy mismo
pienso ver una película francesa en El cine de la 2 de Televisión Española, una cinta sobre el amor y las
dificultades que surgen cuando aparece la enfermedad.
He visto cintas en otros
canales como Los intocables de Elliot Ness, la obra maestra Brian de Palma, uno
de los directores que mejor mueven la cámara. También Siete almas, una
fascinante película protagonizada por Will Smith y Rosario Dawson. Y Cisne
negro, una preciosa cinta sobre el
ballet y los sentimientos.
He visto numerosas películas
en el cine. Cuando he estado en Madrid cuatro días he visto una película por día.
Primero Begin again, una película sobre las relaciones entre el amor y la
música. También Los mercenarios tercera
parte, una cinta de acción pura y dura
protagonizada por Sylvester Stallone y un puñado de bestias a mamporro limpio.
Después Gabrielle, una cinta sobre las personas con discapacidad y todo lo que
pueden hacer y que están dotadas perfectamente para amar y hacer el amor. Y por
último Chef, en versión original subtitulada en español, una película más sobre
el mundo de la gastronomía. Como veréis son películas de géneros distintos
porque me gusta variar.
En Sevilla también he ido al
cine y he visto películas como El amanecer del planeta de los simios, una cinta
precuela de El planeta de los simios; El protector, titulada en el original
Homefront, protagonizada por Jason
Stathan , uno de los bestias de Stallone, una cinta también de acción pura y dura; Corazón de león, una
deliciosa comedia romántica que relata el amor entre un enano y una mujer mucho
más alta que él; Lucy, un bodrio de Luc Besson que no merece más comentario;
Amigos de más, una buena película sobre los sentimientos entre jóvenes y la
frontera que separa eso del amor; y la última que he visto que es Líbranos del
mal, una interesante película de terror dirigida por Scott Derrickson que para
mí es la mejor de todas las que he visto. Esta semana pienso ver El niño, que
no puedo dejar de verla por la cantidad de público que está recibiendo.
He viajado como he dicho
antes a Madrid. Me he recorrido la ciudad a pie hasta quedar exhausto.
Diferencio el Madrid galdosiano del Madrid de los Austrias. He ido a la Verbena de la Paloma del Barrio de
Lavapiés. Por ir allí me perdí por primera vez en Madrid en todas las veces que
he ido. Suelo ir a Madrid en agosto todos los años y a Arcos de la Frontera en diciembre.
Son tradiciones porque son mis lugares
de cabecera. En Madrid he visto por primera el estadio del Real Madrid tras
recorrerme casi entero el Paseo de la Castellana.
He visto como siempre el Museo del Prado con todas sus
exposiciones temporales. He visto otros museos aprovechando mi tarjeta de
minusvalía. Y he visto los monumentos más clásicos de Madrid. Y en fin, muchas
más cosas porque Madrid me fascina.
También he tenido que ir a Pilas para cuidar a mi
hermana pequeña que padece esclerosis múltiple, una enfermedad neurodegenerativa
que la está postrando cada vez más. Ha sido la parte más negativa de las
vacaciones.
En fin, que he disfrutado de los 76 días todo lo
que podido y les he sacado el máximo partido posible. Confío en que el año que
viene pueda tener las mismas vacaciones. Ya
pienso en las vacaciones de Navidad para ir como he dicho a Arcos de la Frontera y darle un empujón bueno a mi libro Cuando no se ama.
En fin: espero que hayáis disfrutado de vuestras
vacaciones y hayáis sido felices como merecéis. Todos necesitamos un descanso y
salir de la rutina de vez en cuando para coger luego con más fuerza el trabajo
o la actividad que cada uno esté desarrollando. Salud y suerte.
José Cuadrado Morales
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