Según las características de cada
persona en el aspecto personal, social, y familiar, solemos tener la tendencia
a ser más o menos entregados a cada uno de los tres aspectos anteriormente
mencionados.
Si somos muy sentimentales, seremos personas más
débiles mentalmente, al igual que muy sufridoras psicológica-mente, y con mayor
posibilidad de caer en estados bajos de
ánimos como la depresión, la soledad, la baja autoestima, con poca
auto-valoración, con mucha pasividad con respecto a todo lo que nos rodea, y
terminamos encerrándonos en nuestra propia burbuja repleta de pensamientos
negativos, y con un sentimiento de culpabilidad que no deja de atormentarnos
mientras nos encontramos en dicho estado de desánimo y depresión, y si somos
así, nos costará mas trabajo vivir la vida.
Si tenemos la suerte de ser personas más fuertes
mentalmente, nuestros sufrimientos serán de mucho menor grado, y nuestra
autoestima puede ser mayor, pero siempre con los pies en la tierra, por que no
con el hecho de ser una persona fuerte mentalmente, estamos exentos de los
problemas y preocupaciones que nos surgen en el día a día, tanto de forma
Socio-Laboral, como familiar, ya que los problemas siempre van a estar
presentes en nuestras vidas, y sin duda, lo más importante, es saber
afrontarlos y no ahogarnos en un vaso de agua.
Si encontramos la manera de vivir la vida lo mejor
que podamos, con los recursos de que dispongamos, sobre todo en el aspecto
económico, tendríamos mayor bienestar tanto con nosotros mismo, como con los
demás.
Jaime Castillo.
Cuánta razón, Jaime. Muy buen artículo. Un abrazo desde Calatayud
ResponderEliminarGracias e igualmente, saludos para vosotros amigos de Calatayud.
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