Este martes de esta semana, lleve a mi perra “Canelita”, a la Veterinaria, de Castilblanco, para operarla de unos bultitos en la barriga. Se le habían vuelto a reproducir otra vez, los tenia tan avanzados, que hasta a la misma Veterinaria, le ha costado mucho trabajo quitárselos. La operación duró mucho tiempo, estuvo desde el mediodía, hasta las cinco y medía de la tarde que fuimos a recogerla, cuando entré y me vio, yo la llame, y se vino para mí, muy contenta, aunque estaba todavía medio dormida.
Estoy feliz, por que todo ha salido bien, aunque haya sido complica la operación, pero a la vez estoy triste, por verla a ella más tristona, decaída y toda dolorida, animalito, con lo mal que lo ha pasado. Espero que esta sea la tercera operación, y la última, por lo mal que lo pasamos las dos. Hay noches, y tardes, que me desahogo, llorando, observándola, para que no se toque la herida, lo paso mal, cada vez que le curo, la herida ¡mi niña! con lo que la quiero yo. Llevo ya diez años, con ella, le tengo tanto cariño, que es mi única compañía. Ella me acompaña cuando voy a dar una vuelta por la Urbanización y cuando vengo al campo, que me dure otros cinco años.
Un saludo Ludi.
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