Cuando escuchas las voces te sientes mal contigo mismo. Te
agobias, te deprimes. sientes inquietud. Las voces te molestan y son tan
fuertes como si tuvieras unos cascos con la radio puesta. Es como si te la
pusieras y el volumen subiera.
Hay veces que parece que cambias de sintonía y
te da tristeza escuchar otra emisora. A las voces la mente intenta no echarles
cuenta y todos los días escuchándolas y sin poder hacer nada es cuando te dan
miedo, te sientes impotente. No ves nada, no piensas en nada y cuando se callan
y te dejan tranquilo es como si se quedara la radio sin pilas. Si las voces
persisten y tienes que hacer lo que ellas dicen, entonces es cuando lo mejor es
no echarles cuenta. Se meten contigo. A la gente cuando les cuentas estas cosas
piensa mal de ti, te miran como a un bicho raro.
Resumiendo, a las voces no hay que prestarles atención,
tienes que hacer algo para que no puedan contigo, para que no te anulen la
mente y para no verlo todo de color negro. Una cosa más, el tiempo influye en
mis voces, cuando aumenta la temperatura estas son mas frecuentes. Todo esto es
según mi experiencia.
José Rodríguez.
Qué valiente eres. Un ejemplo a seguir. Nos sirve mucho tu experiencia. Mil gracias
ResponderEliminarYo también tengo problemas con las voces y estoy de acuerdo en lo que dices para enfrentarse a ellas. A veces son muy pesadas e insultan como tu bien dices. Agobian. Yo lo que procuro es vivir como si no estuvieran. Vivir como si no estuvieran ahí aún a sabiendas de que están distorsionando tu vida y su sentido. Si se puede, vivir como si no existiesen.
ResponderEliminarJesús