LA HISTORIA DE UN GRAN HOMBRE (primera parte)

Buenas. La historia que les voy a contar  es la de un hombre  que duró 84 años, 75 de ellos  en plenitud, de pueblo, pero con inquietudes , como los canarios,  el toreo (en especial CURRO), el Sevilla fútbol club, Manolo Escobar o el cantaor  flamenco D. Manuel Vallejo, por cierto , el  primero en conseguir la primera  LLAVE DE ORO DEL CANTE.

Nació en 1924, hijo de Luisa  y de Manuel (El mataó chico), fue el último de cinco hijos, cuatro varones y una hembra. Los primeros años  fue  al colegio y aprendió las 4 reglas y a leer, comprender y escribir, además de multiplicar y dividir. Con  nueve o diez  años , se dedicaba, con su  hermano  Luís,  a acarrear por el campo los cerdos de la gente  del pueblo , comían durante todo el día  y al anochecer , curiosamente, cada cochino se iba solo hacia su casa (la querencia*).

Cuando estalló la guerra incivil, él tenía 12 años, así que de la guerra y la postguerra, se fue enterando poco a poco. Su  hermano Luis  con 18 años se fue al frente, muriendo  a los 3 meses del estallido. Vinieron emisarios  pidiendo a su madre que  fuese enterrado en  la cruz del valle de los caídos una vez terminada la guerra, pero  su madre dijo  que su hijo se quedaba en su pueblo, con  su gente (por cierto , en el Valle de los  caídos  debieran estar  enterrados los republicanos  que cayeron, al igual que  los nacionales….¿O no dieron todos su  vida  por la patria?.

Cuando tuvo la edad y  le tocó hacer la “mili”, lo  enviaron cerca de  Alcalá del río, a una  estación de radio, pero como tenía cierta habilidad, lo hicieron sanitario, (después, en la vida civil, se dedicaba  a poner  inyecciones, de las antiguas, a medio pueblo).

Por cierto, en una ocasión  pusieron paella de almuerzo, y un soldado encontró  ratones en algunas bandejas, al enterarse el coronel, dio orden de hacer comida nueva, pero había  un soldado, tan bruto, que dijo  a su sargento; - Mi sargento, ¿Me puedo comer una bandeja? El sargento, sorprendido, dijo;  - Bueno, si tienes ganas.

Una vez terminada la mili, el hombre del que les hablo, se dedicó  a  vender tabaco, pues a su madre le concedieron  un estanco  en compensación a la muerte del  hijo caído en la guerra (aparte de las influencias  que tenía). Pero  él no veía futuro en ello, por lo que se hizo camionero y tractorista, yéndose  a  la Torre de la reina. Este junto a Esquivel del Caudillo,  El Vial del Caudillo, etc., se crearon gracias a  las parcelaciones  de las tierras de algunos terratenientes de la zona, como D. Luís Fuentes  Bejarano, o D. Antonio Reverte. Por cierto , hubo una vez un concurso  de tractoristas que consistía en ver quién  hacía  el  surco más  recto en una parcela….  ¿ Saben  quién  ganó el concurso?. Efectivamente.

En la Torre había un encargado, llamado Luís, que era perito agrícola, el cual tenía  una mujer  bellísima, de la que  el perito estaba celosísimo. El único varón que  tenía acceso  a su casa, era el hombre del que les hablo. Por ejemplo, cuando entraba en su casa y encontraba una colilla, preguntaba ¿quién ha tirado esta colilla? Respondía la esposa; -“Es de Rafael”. – “¡ Ah, Bueno!” .Por cierto, y hablando  de camionero o de conductor, una  vez  iba por una carretera , y encontró un coche tirado en el arcén , averiado. Cuando fue a auxiliarlo, daba la casualidad de que el dueño del coche era , paisano, amigo, y mecánico; en  fin ,  el hombre del que les hablo le pidió un cigarrillo, a lo que el “ Tirao” respondió; -“Cago en diez, con lo que tengo  encima , ¿Me  pides un cigarro?”. Cuando se lo dio, lo encendió, y le dijo al amigo;  - “Arranca”,  este arrancó,  y  mi hombre  puso el cigarrillo en cierta parte del motor, dándole vida al coche, o sea que  empezó a funcionar. El mecánico, sorprendido, dijo; -“Esto es la releche, que yo sea mecánico y me hayas arreglado la avería tú….” CONTINUARÁ…

Diego el de la Algaba

* Tendencia o inclinación de una persona o un animal hacia un lugar conocido