El domingo 15 de abril ocho compañeros de la URA vivimos una experiencia que no se vive todos los días y que además se puede decir que fue inolvidable. Nos citamos en el hospital Virgen Macarena para grabar un cortometraje sobre un relato que había escrito yo, un relato en el que se cuestiona como cuidamos de las personas mayores después de habernos dedicado toda una vida de esfuerzo y ofrecimiento (ser el guionista de un corto también es una experiencia inolvidable y se puede decir que se consigue llegar a lo más alto como sueño de escritor) y que se llama “UNA HISTORIA QUE CONTAR...”
Quedamos a las ocho y media de la mañana en el Hospital Macarena y ninguno de nosotros sabíamos a que nos enfrentábamos, la primera parte del corto se iba a rodar en una habitación y en el pasillo de la cuarta planta Ala D.
El mundo del cine quedaba al descubierto para nosotros y, por un día íbamos a ser protagonistas. Éramos los actores del cortometraje y nos sentíamos orgullosos de representar a todas las personas que día a día van a la URA y ponen esfuerzo en sus actividades. Como dijo Amparo, esto no es más que una actividad de la URA, la verdad es que nosotros nos sentíamos unos privilegiados. ¿Cuántas veces se puede decir que vas a participar en la grabación de un corto?
El despliegue de medios era desmesurado. Teníamos funcionando tres cámaras que grababan cada secuencia desde ángulos diferentes. Técnicos de sonidos, director de fotografía, una scrip (la que lleva el control de la grabación y la que hace claqueta, que es la tabilla blanca y negra con la que se dice “escena 1 tama 2” y después el director da la orden de “acción”) Teníamos maquilladora que nos quitaba brillo del rostro para que saliéramos bien en las escenas.
La verdad que al principio estábamos todos u n poco perdidos y los nervios no nos dejaban tranquilod pero cuando empezamos a rodar tengo que deciros que me sentí orgulloso de estar con compañeros tan capaces. Cada escena había que repetirla por lo menos cinco o seis veces, dependiendo de si estaba bien la iluminación, si se había hecho una buena toma o si todo había quedado encuadrado dentro de lo deseado. Para grabar una escena en la que yo habría una puerta tenía alrededor por lo menos a diez personas y se hicieron al menos seis tomas.
Estuvimos grabando desde las ocho de la mañana hasta las seis y media de la tarde y se quedaron escenas sin grabar, la verdad es que tengo que decir que fue una experiencia maravillosa y que jamás la olvidare.
Desde aquí darle las gracias a todo el personal de la planta del hospital que tuvieron que aguantarnos durante muchas horas y en todo momento fueron amables y nos ayudaron en todo lo que necesitamos y a todos que sin su ayuda este proyecto no se podría haber hecho realidad.
Aquí tenéis algunas fotos del rodaje.
El mundo del cine quedaba al descubierto para nosotros y, por un día íbamos a ser protagonistas. Éramos los actores del cortometraje y nos sentíamos orgullosos de representar a todas las personas que día a día van a la URA y ponen esfuerzo en sus actividades. Como dijo Amparo, esto no es más que una actividad de la URA, la verdad es que nosotros nos sentíamos unos privilegiados. ¿Cuántas veces se puede decir que vas a participar en la grabación de un corto?
El despliegue de medios era desmesurado. Teníamos funcionando tres cámaras que grababan cada secuencia desde ángulos diferentes. Técnicos de sonidos, director de fotografía, una scrip (la que lleva el control de la grabación y la que hace claqueta, que es la tabilla blanca y negra con la que se dice “escena 1 tama 2” y después el director da la orden de “acción”) Teníamos maquilladora que nos quitaba brillo del rostro para que saliéramos bien en las escenas.
La verdad que al principio estábamos todos u n poco perdidos y los nervios no nos dejaban tranquilod pero cuando empezamos a rodar tengo que deciros que me sentí orgulloso de estar con compañeros tan capaces. Cada escena había que repetirla por lo menos cinco o seis veces, dependiendo de si estaba bien la iluminación, si se había hecho una buena toma o si todo había quedado encuadrado dentro de lo deseado. Para grabar una escena en la que yo habría una puerta tenía alrededor por lo menos a diez personas y se hicieron al menos seis tomas.
Estuvimos grabando desde las ocho de la mañana hasta las seis y media de la tarde y se quedaron escenas sin grabar, la verdad es que tengo que decir que fue una experiencia maravillosa y que jamás la olvidare.
Desde aquí darle las gracias a todo el personal de la planta del hospital que tuvieron que aguantarnos durante muchas horas y en todo momento fueron amables y nos ayudaron en todo lo que necesitamos y a todos que sin su ayuda este proyecto no se podría haber hecho realidad.
Aquí tenéis algunas fotos del rodaje.
Pedro Sánchez Morilla.
Estamos deseando ver esa obra de arte, Pedro. Nos pedimos plaza reservada para el estreno. Saludos.Reyes y Luis
ResponderEliminarDesde la Ura v del Rocío estamos mirando con envidia sana lo que estais consiguiendo. Pedro, desde aquí te mandamos , para que lo hagas extensivo a todos los que vais a la ura macarena y en particular a los que participais del corto y a todo el equipo técnico, muchos animos, que todo salga como esperais, y como dice el comentariasta anterior tambien queremos pases preferentes para el estreno.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Felicidades artistas, buen trabajo a tod@s no temeis a nada que alegria de veros asi, animo pedro.
ResponderEliminarUn Saludo.Ludi
Gracias a todos por dejarnos entrar en vuestras vidas y confiarnos este sueño. Esperamos seguir estando a la altura y, cuando esté montado, que supere vuestras expectativas. Mil besos a todos. Nos vemos pronto...
ResponderEliminarBuena iniciativa.
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