Cuando estaba en el colegio sentía miedo a los profesores y a los alumnos, también sentía miedo cuando iba a la calle del infierno en la feria cuando me montaba en los cacharritos.
Tengo miedo a mi enfermedad, a veces siento miedo a mi soledad y cuando estoy solo en una habitación también siento miedo. Cuando leo un libro, cuando cojo el autobús, también siento miedo. En mi habitación siento miedo, cuando me ponen las inyecciones y cuando me sacan sangre siento miedo, cuando oigo siento miedo, cuando me acuesto en la cama a dormir siento miedo.
Cuando me monto en el ascensor y cuando subo por las escaleras de mi piso. Siento miedo cuando me levanto por las mañanas de la cama, siento miedo a las entrevistas y al médico, a veces siento miedo cuando ando por las calles. Siento miedo cuando alzo la vista al cielo, siento miedo.
Miguel Rubio.
Cuando me monto en el ascensor y cuando subo por las escaleras de mi piso. Siento miedo cuando me levanto por las mañanas de la cama, siento miedo a las entrevistas y al médico, a veces siento miedo cuando ando por las calles. Siento miedo cuando alzo la vista al cielo, siento miedo.
Miguel Rubio.
El mejor antídoto contra el miedo es el humor. Así se le quita gravedad al asunto y se puede sobrellevar esta vida que nos ha tocado vivir. Yo a veces me río hasta de mis problemas. Y a veces incluso de mí mismo.
ResponderEliminarOjalá y ese miedo vaya haciéndose más pequeño cada día. Otro antídoto que te recomendamos desde el taller del blog es que le plantes cara y le dejes bien claro que tú vales mucho más que él. Un abrazo desde Tenerife.
ResponderEliminarTan solo decirte que te doy todo los animos del mundo y que ojala se que te quite este miedo que te tiene atemorizado animo campeón.
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