Primera sesión: EL ARTE Y LA MÚSICA; “CANTANDO MI MAL ESPANTO” (Alonso Gil).
Lo primero que vimos de este autor fue una serie de obras llamada “t
rabajadores” en la que aparecían trabajadores haciendo música con sus instrumentos de trabajo (escoba, martillo, recogedor, etc.). Después vimos unos videos musicales denominados “Cantando mi mal espanto”, que nos mostraban distintos tipos de ambiente y trabajos diversos de gentes diversas (todos trabajadores) en los que aparecían cantando mientras trabajaban. Nos mostraban la música como herramienta de cambio social tanto personal como colectivo. También vimos otro video llamado “La felicidad en el trabajo”, este nos mostraba a un frutero vendiendo fruta que cantaba cuando no atendía a ningún cliente. Por supuesto las canciones incluidas en estos videos eran todas de arte popular, flamenco para ser más concretos. Por último estuvimos en un espacio que simulaba una “sala de tortura” escuchánd
ose parte de las 247 versiones conocidas de la canción Guantanamera.- En este caso nos enseña una faceta mas de la música que es emplearla como instrumento de tortura. En las cárceles de Guantánamo torturaban psicológicamente a los presos repitiéndoles una y otra vez la misma canción hasta la locura. Esta parte de la exposición se denominaba “Guantanamera”.
Después de todo este jaleo pasamos al secadero a trabajar sobre lo que habíamos visto y oído, también sobre una leyenda anónima japonesa, que resumiendo nos dice que con la música, el cante y el baile comenzó el mundo. Escuchamos “Claro de luna” de Bettoven y con esto desarrollamos nuestra inspiración, nuestro arte componiendo colages con cartulinas de colores, también elegimos tres o cuatro canciones que a cada uno nos sugiriera algún sentimiento, otra fuente de inspiración. Por cierto estas canciones van a ser grabadas en un CD para cada uno de nosotros.
rabajadores” en la que aparecían trabajadores haciendo música con sus instrumentos de trabajo (escoba, martillo, recogedor, etc.). Después vimos unos videos musicales denominados “Cantando mi mal espanto”, que nos mostraban distintos tipos de ambiente y trabajos diversos de gentes diversas (todos trabajadores) en los que aparecían cantando mientras trabajaban. Nos mostraban la música como herramienta de cambio social tanto personal como colectivo. También vimos otro video llamado “La felicidad en el trabajo”, este nos mostraba a un frutero vendiendo fruta que cantaba cuando no atendía a ningún cliente. Por supuesto las canciones incluidas en estos videos eran todas de arte popular, flamenco para ser más concretos. Por último estuvimos en un espacio que simulaba una “sala de tortura” escuchánd
ose parte de las 247 versiones conocidas de la canción Guantanamera.- En este caso nos enseña una faceta mas de la música que es emplearla como instrumento de tortura. En las cárceles de Guantánamo torturaban psicológicamente a los presos repitiéndoles una y otra vez la misma canción hasta la locura. Esta parte de la exposición se denominaba “Guantanamera”.Después de todo este jaleo pasamos al secadero a trabajar sobre lo que habíamos visto y oído, también sobre una leyenda anónima japonesa, que resumiendo nos dice que con la música, el cante y el baile comenzó el mundo. Escuchamos “Claro de luna” de Bettoven y con esto desarrollamos nuestra inspiración, nuestro arte componiendo colages con cartulinas de colores, también elegimos tres o cuatro canciones que a cada uno nos sugiriera algún sentimiento, otra fuente de inspiración. Por cierto estas canciones van a ser grabadas en un CD para cada uno de nosotros.
Cecilia Menassa.
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