El pasado martes empezamos a recoger los frutos, en este caso, las verduras, de nuestro esfuerzo.
Tras varios meses de riego, tratamiento ecológicos contra las plagas y eliminación de malas hierbas, han empezado a madurar las lechugas, calabacines y pepinos. También tenemos muchos tomates, todavía verdes, que en la próximas semanas llenarán nuestro platos de ensaladas, gazpachos y salmorejos.
El romero y la lavanda que sembramos al principio del huerto ya no llegan por la cintura y aromatizan el aire con sus agradables olores.
A pesar del sol y los calores propios de esta época, que hacen que en el trabajo sea un poco más duro, seguimos disfrutando con la actividad, buenos compañeros, contacto con la naturaleza, trabajo recompensado y muchas risas.
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