lunes, 16 de noviembre de 2020

RECUERDOS DE JUVENTUD: COLORES

A los 20 años hice un viaje a Francia con un amigo y sus padres. Fue un viaje de las más gratas de las impresiones para mi. Era la primera vez que salía de España y para aquellos tiempos, corría el año 1986, era algo inaudito para un joven de mi edad y circunstancias. El viaje hasta Dax, una gran población de Les Landes, al sur de Francia, en el País Vasco Francés, lo hicimos en coche.

 Recuerdo que hicimos el viaje en un día, parando en Lourdes para visitar este sitio tan especial antes de llegar a Dax. Salimos muy temprano, sobre las cuatro de la madrugada estaba ya todo dispuesto para salir. Ibamos en un buen coche de la época, creo recordar que un Renault 11, y lo conducía mi amigo de 22 años llevando de copiloto a su padre, la madre y yo íbamos detrás.
Creo que sólo debimos parar una vez para comer hasta llegar a Hendaya, o quizás ni eso, mi amigo habría comido suficiente a la salida para hacer el recorrido sin parar hasta la citada población en la frontera con Francia. Si recuerdo que los que no conducíamos tomamos algo mientras mi amigo conducía y su padre estaba pendiente junto a él de la carretera. 
Como cuento salimos a las 4 de la mañana y llegamos a las 12 o la 1, unas 8 o 9 horas de viaje hasta la frontera en Hendaya, estuvimos viajando atravesando toda la península de sur a norte de España.
Yo me recreaba la vista con el paisaje y era pleno verano. El recuerdo al atravesar tanto terreno es de cómo los colores cambiaban al ir subiendo hacia el norte de la península. El verde en el sur es más diáfano y claro en el sur que en el norte, o al menos esa es la impresión que me produjo el viaje: recuerdo que al pasar por San Sebastián cercano a Hendaya el paisaje se llenó de caseríos entre la vegetación y el verde me pareció más oscuro el del norte que el del sur.

 Tuve la impresión de que se hacían más intenso los colores verde y ocre a medida que pasábamos por Madrid y luego por San Sebastián. Me parecía que los colores ganaban en intensidad a medida que pasábamos del Sur al Centro y del Centro al Norte. No se si en San Sebastián podía estar más nublado el cielo que en el sur, hace muchos años, 34, que hice ese viaje. Un poco puede haber de todo. Pero lo cierto es que era verano y que sobre la 1 ya estábamos en la frontera con Francia.

A mi siempre que viajaba, desde mi infancia, me gustaba recrearme en el paisaje mirando a través de las ventanas en coches y autobuses. Recuerdo días luminosos en el viaje a mi pueblo en que me insuflaba de felicidad contemplando la luz del cielo y de los prados. Era una sensación de felicidad intensa y a mi me gustaba recrearme en el paisaje mientras viajaba. Los colores de la Sierra Norte de Sevilla siempre me parecieron celestiales.


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