Hace años estando yo ingresada
por segunda vez en Psiquiatría del hospital, me comentaron que tenía que ir a
unidad de rehabilitación del Hospital Macarena (URSM), en principio no tenía ánimos
ni ganas de conocer absolutamente a nadie, solo estaba con mi pena y con mi
dolor, sinceramente no tenía ni quería conocer a nadie.
Llegó el momento de salir a la
calle de permiso, pero solo y exclusivamente para ir a la misma como ya he
indicado anteriormente…..
Llego el primer día de permiso, yo
estaba realmente muy nerviosa, apática, etc.. Me recogió mi familia y fuimos
hacia la URSM , nada
más llegar a aquel lugar ví a mucha gente en la puerta unos fumando, otros
charlando
Allí estaba ÉL, un enfermo mental
más entre la multitud de los demás pacientes, yo estaba muy cortada apenas dije
Buenos Días a todos … pero nada más.
Entonces vi a un hombre que se
acercaba a mí cada vez más y en realidad no sabía con que fin….. resulta que
este hombre del que hablo se llama Francisco Arriaza Se acercó a mi con una gran
sonrisa y muy nervioso me preguntó como me llamaba y nos presentamos…así fue la
primera toma de contacto con él.
Ese primer día que nos conocímos
en la URSM ya se
interesó por mi estado de salud, creo recordar que fue el único de todos los pacientes
que allí estaban quién se interesó por mi.
En principio cuando él me
preguntó, sinceramente no me importaba absolutamente nada, pero día a día todo
aquello se convirtió en costumbre para nosotros dos.
Cada vez que me veía vomitar, se
acercaba y me preguntaba e incluso me apoyaba echándome agua en la nuca.
Y es ahí cuando este gran
compañero y amigo comenzó a formar parte de mi vida sin darme cuenta…
Tengo un grato recuerdo de él, era
una grandísima persona, con un corazón como a muy pocos he conocido.
Pasaba el tiempo y nuestra
amistad cada día se consolidaba más y más, nos dimos nuestros números de
teléfono y aumento aún mas, nuestro cariño, es ahí cuando comencé a quererle con todo mi
corazón.
Nos llamábamos todos los días
para preguntarnos y darnos ánimos mutuamente e incluso desayunábamos juntos y
créanme si les digo que con Francisco he llegado a sentirme una mujer
muy especial en su vida, pues el tuvo el Don de estar ahí a mi lado en los
peores momentos de mi vida y a la vez en aquellos momentos tan duros para mí me
sacaba una gran sonrisa con sus bromas constantes.
Era un gran hombre…..Muy
familiar, recuerdo perfectamente como hablaba de su madre e incluso como la
cuidaba.
También era un buen hijo. En
realidad no sé aún si en algún momento de nuestras vidas sentimos algo más que
amistad el uno por el otro sinceramente…..
La noticia de su fallecimiento me sentó fatal. He llorado y lloro todos
los días su ausencia tan especial y no creo que absolutamente nadie pueda
reemplazar su compañía.
Sinceramente Francisco no
era un número de expediente archivado, era muchísimo más que eso para todo
aquel que lo conocía …..
Deseo terminar pero no sin antes desearle desde aquí que en Gloria
Este….
TE QUIERO CON LOCURA AMIGO.
Nunca te olvidaré pues ya formas
parte de mi vida.
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