Era el mes de julio
cuando conocí a Benjamín Server, un buen amigo, éramos jóvenes con la cabeza
llena de humor y fantasía, vivíamos por coincidencia los dos en un albergue o
residencia. Se dio la casualidad de que
su apartamento estaba en frente del mío. Yo trabajaba en una empresa de cables
de calefacción, DELEAGE haciendo planos de resistencias eléctricas y calculando
la potencia por metros cuadrados salía todas las mañanas en vespino al trabajo.
Benjamin Seiver me dijo que trabajaba en un banco en el cambio de divisas, una
vez que coincidimos, al salir del apartamento porque yo se lo pregunté, también
le pregunte que de donde era, y me dijo de New York América. Yo le respondí, que yo era Español y que mis
padres inmigraron a Francia cuando yo tenia once años, le pregunté de nuevo que
qué hacia tan lejos de su casa, me dijo que estaba realizando unos stage de
formación.
Entablamos una amistad, de momento a mi me cayó bien,
era un chaval lleno de vida y buen carácter, éramos afines ya que yo era
bastante extrovertido. Era verano en St Malo, Francia, más de una vez, por la
tarde, íbamos al bar y tomábamos un Ricard yo, un zumo de naranja él, y hablábamos
del buen tiempo que hacia y lo bonito que era St Malo, con sus bares debajo
unas murallas, y su paseo marítimo, con sus fuertes de piedra al borde del mar.
Estaban las murallas hechas para que los piratas no llegaran a la ciudad,
salíamos a dar un paseo, también, con la excusa del paseo, hablábamos con las
chicas que estaban en la playa, preguntándoles si querían jugar con nosotros al
frisbi. Algunas aceptaban y rápidamente, Benjamin Server, entablaba
conversación como si se conocieran de toda la vida. Estuvo saliendo un tiempo
con una suiza, pero no llegó la relación a más, no se porque.
Hablábamos muchas veces de
pintura, yo era y soy muy aficionado, le solía decir que algún día lo pintaría,
después el se marchó y nunca lo llegue a retratar. Seguimos escribiéndonos
cartas que no querían decir nada, a mi me decía que tenia el arte de mucho
hablar para no contar nada, también me decía que yo era son gosse, su
chiquillo, en Español creo que como yo era bajito y el mas alto. He encontrado
una foto de su mujer y de su hija en una carta con él al lado, de esto hace ya
muchos años, era una persona atenta que se hacia querer por cualquiera.
Yo le prometí que si me
mandaba una foto, le haría el famoso retrato, así lo hizo y le envié un dibujo en
acuarela, por cierto la foto no la encuentro por ningún lado. Estuve muchos
años sin noticias de él y aprendiendo informática en la fundación, FAISEM,
teclee en el ordenador BENJAMIN SEIVER y cual fue mi sorpresa, al leer
que había fallecido. Fue un gran choque para mi, desde entonces no lo he
olvidado ni a su familia.
Mis historias están en el blog de Isaias Chias,
es un buen amigo y me deja utilizar su ordenador. No hablo mucho, solamente de
mi enfermedad actual, gracias a dios, me
he recuperado pero el trastorno no se quita fácilmente. En la actualidad vivo cerca
de Sevilla, tengo 64 años. Besos para todos y espero que lean el blog un
saludo..... Benjamín.
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