Juan de Araujo era delantero centro del Sevilla Fc que tras abandonar su carrera futbolística monto un garaje en el barrio de Nervión. A los poco años un hijo suyo enfermó gravemente, por desgracia ningún médico daba con la cura. Juan visitaba cada tarde la imagen de Jesús del Gran Poder para pedirle que su hijo superara la enfermedad, por desgracia este murió. Juan de Araujo sumido en la tristeza y la desesperación visitó de nuevo a su Cristo para darle el siguiente mensaje:
“Que sepas que ya no vengo más a verte porque no has querido salvar a mi hijo. Así que si quieres verme, vas a tener que ir tú a mi casa”.
Pasados varios años, en el año 1957, se celebró una “santa misión” que consistía en llevar a los barrios las imágenes más importantes de la ciudad para así aumentar la fe de los más humildes. Cuando el Gran Poder procesionaba por el barrio de Nervión cayó una gran tormenta y los costalero metieron la imagen en el primer lugar a cubierto que encontraron. Era el garaje de Juan de Araujo. Cuando este vio al Cristo en su casa, su emoción fue enorme ya que comprendió que El mismísimo Jesus del Gran Poder fue a visitarlo a su casa.

En la madrugada del año 1943 un tranvía arrolló el paso de nuestra señora de la O cuando regresaba a su templo. De manera milagrosa ninguno de los 36 costaleros que llevaban el paso, ni nadie del público resultó herido, el paso quedó “siniestro total” y la imagen de la Virgen no sufrió ni un solo rasguño.
En dos de los varales del palio de Santa Genoveva podemos encontrarnos con los escudos del Real Betis Balompie y del Sevilla Fc, por supuesto que cada uno de ellos está en un varal diferente.

En el paso, junto al Cristo del Amor hay una pequeña figura que representa un pelícano. ¿Qué tiene que ver este pájaro con un sentimiento tan profundo como el amor? Dicen las leyendas que el pelícano cuando no tiene comida para darle a sus crías se arranca a picotazos trozos de carne de su pecho para alimentarlos y evitar así una muerte segura. ¿Qué mejor muestra de amor esta?
Recopilación: Cecilia, Jesús, Jenaro e Isabel.
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