La situación actual del campo español, la economía precaria
de los agricultores, los bajos ingresos, la búsqueda de soluciones , han traído
a mi memoria y a mis manos un viejo libro, que tenía guardado, titulado “Las
uvas de la ira”, escrito por Jhon Steimbeck premio Pulizer en 1940 y premio
Novel en 1962.
El autor, en este libro descubre las penurias de los campos
de Oklahoma y Texas (Estados Unidos). El
monstruo que son los bancos echan a los arrendatarios de los terrenos. La maquinaria
pesada, los tractores, desencadenan grandes desigualdades, los puestos de
trabajo decrecen y los ciudadanos desesperados por esta situación se ven
obligados a emigrar hacia las fértiles tierras de California. La recogida de la uva se convierte en el objetivo
laboral de tanto desposeído.
La familia Joad preside la figuración argumental de la
novela, son una familia más de emigrantes que se ve obligada a hacer frente a
las muchas adversidades de la vida.
Las distintas generaciones que componen la familia inicial el
viaje incorporándose a la ruta 66, la cual cruza de este a oeste el País. El
viaje se realiza en dos vehículos en pésimas condiciones.
El abuelo, al que tienen que enterrar en el campo, fallece
durante el camino, la abuela, algo senil, no se entera de nada, aunque poco a
poco la irán informando de esta trágica pérdida.
La familia continúa por la carretera y mientras van parando
para repostar y avituallarse de algunos alimentos, reciben noticias
desalentadoras sobre que en California no hay tantas oportunidades como dicen.
Parecer ser que los propietarios, debido a la gran oferta de mano de obra, pagan
jornales irrisorios y esclavistas, lo que lleva a la gente a la indigencia.
Los Load continúan su penoso viaje a través del desierto,
fallece la abuela, las temperaturas extremas, su edad y las patología que padecía acaban con su vida. Se marchó
para acompañar a su marido, cuando pase el desierto la enterrarán en un lugar
bonito con árboles y plantas.
La tortuosa llegada a California ha llegado a su fin, ahora
están acampados junto a otros emigrantes, allí sufren el desprecio de los
locales que les llaman “Okies”.
Los californianos propietarios de pequeños terrenos también
lo pasan mal debido a que no pueden competir con los latifundistas propietarios
a su vez de empresas conserveras las cuales mantienen frescos y envasados
durante mucho tiempo los alimentos.
Tras varias aventuras, los Load se dirigen hacia el norte de
California donde dicen que necesitan recolectores de melocotones. Allí se encuentran
con unas condiciones pésimas pero conocen a un grupo de trabajadores con una
actitud reivindicativa, el líder de los activistas es un antiguo predicador de
Oklahoma. Se dan múltiples vicisitudes, trabajan bajo la vigilancia de guardias
armados, un día estos agreden brutalmente al predicador con los mangos de los
picos, Tom Load intenta ayudarle, arrebatándole un mango a uno de ellos y
golpeándolo fatalmente falleciendo el guarda. Tom se ve obligado a huir del
lugar porque si lo encuentran lo ahorcan, pero consigue comunicárselo a su
madre.
José María.
Aquí os dejamos la película, basada en la novela, protagonizada por dirigida por Jhon Ford y protagonizada por Henry Fonda en el año 1940.
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