Desde que tod@s estamos en casa (#QUÉDATE EN CASA), es habitual que una vez que hemos acabado de
realizar las actividades de higiene personal, domésticas, de cuidado de los
hijos o laborales (en casa o fuera de esta si no queda otro remedio), tengamos la necesidad de pasar un rato leyendo,
dibujando, hablando por teléfono con nuestros allegados, jugando a juegos de
mesa , haciendo deporte (en casa) , viendo nuestra serie favorita... Estas actividades, que todo el mundo practica y casi nadie valora, son una de los pilares ocupacionales
del ser humano y son conocidas como actividades de ocio.
El ocio es un conjunto de ocupaciones
realizadas durante el tiempo libre (tiempo no ocupado por el trabajo o por
cualquier otra obligación) a las que las personas nos dedicamos de manera
voluntaria, para divertirnos, para descansar, para desarrollar nuestra
formación desinteresada, o nuestra participación social voluntaria, tras
habernos liberado de las obligaciones profesionales, sociales y familiares como
son trabajar, el cuidado y aseo personal, dormir, etc...
Las actividades de ocio fomentan la salud ya que
aumentan la percepción personal de control y competencia, la autoestima,
permiten desarrollar la creatividad, ayudan a combatir el estrés y a recuperar
el equilibrio, proporcionan experiencias positivas de éxito, favorece el
crecimiento y desarrollo personal, fomenta la cohesión social, facilita las
relaciones interpersonales, ayuda a mejorar y desarrollar habilidades sociales
y de funcionamiento, evitan el aislamiento y por si fuera poco, son divertidas. ¿JUGAMOS?
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