lunes, 27 de abril de 2020

CUANDO EL AMOR LLAMA A TU PUERTA

Si el amor pasa por tu puerta, déjalo descansar. Que se siente en el quicio y que beba un poco de agua fresca de la fuente cristalina, de la que salpican pequeñas gotas azules. Si el amor pasa por tu puerta, déjalo descansar. Que se apoye en el umbral, bajo el dintel y que extienda las manos para recoger la naturaleza de tu ser. Pura y sublime. Si el amor pasa por tu puerta, déjalo que se detenga un poco, quítale la prisa y desnúdalo. Dale un baño como si de un niño estuviéramos hablando. Déjalo que reboce el agua con su jolgorio. Deja que sus risas rieguen tus oídos. Déjalo que con sus pequeñas manos se agarren a ti como asas. Si el amor llama a tu puerta, déjalo descansar. Hazle sitio igual que a peregrino que busca más allá de la tierra conocida. Saca un estíbel y déjale que siente sobre él. Que pare su camino y tome tú puerta como sendero de rosas por el que caminar.

Pedro.


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