En la última visita a Fundación
Unicaja, la del dia 7 de Enero de 2020, asistimos a una visita guiada sobre el
tema que se reseña en el título, sobre dos pintores de las vanguardias de
principios del siglo XX, Pablo Picasso Y Joaquin Peinado. Desde aquí
agradecerles la atención que nos han prestado.

Cuantitativamente la exposición se
configura de un total de 81 cuadros, 45 de Joaquín Peinado y 36 de Pablo
Picasso. Se plantea un discurso en el que cada obra de Pablo Picasso es
correspondida, como réplica y diálogo entre afines, por una o varias de Joaquin
Peinado.
Abarcan las más diversas técnicas,
formatos y temáticas; del óleo a la acuarela pasando por la litografía, el
aguafuerte, el dibujo o la escultura. De bodegones y de naturalezas muertas a
retratos, tauromaquias, personajes literarios, desnudos o figuras animales.
Con la colaboración del Museo Picasso de Málaga, la Fundación
Picasso-Museo casa Natal de Málaga, el Museo Unicaza Joaquín Peinado de Ronda,
el Museo Pablo Picasso de Barcelona, Galería Guillermo de Osma, Museo de la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Fundación Maria José Jove de A
Coruña, Artium de Alana, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o Colección
Carmen Thyssen- Bormenisza.

La inauguración de la exposición coincidió
con el aniversario del nacimiento de Pablo
Picasso el 25 de octubre de 1881, fecha que es interesante recordar.
En ella hay obras que forman parte del
arte universal, como “los segadores”, obra de 1907 que nos introduce en el
cubismo, en ese nuevo lenguaje plástico creado por Picasso, el cubismo, una de
las primeras que nos enseñaron, “El pintor y la modelo” un cuadro en el que se
retrata el propio Picasso, recordando un poco a “Las meninas” de Velazquez en
cierto aspecto, en cierto guiño, “Retrato de Olga” o “Verre, poire et citron”.
También cuadros como “ Botella de Bass,
guitarra, diario y copa sobre una mesa cuadrada”, en el que vemos como las
nuevas técnicas llevan a Picasso y Peinado lo que hay arriba, en el centro y
desde debajo de las figuras, desde varios puntos de vista a la vez, desde
varias perspectivas, pinta la mesa por ejemplo vista desde arriba y desde los
lados. Picasso y Peinado empiezan a pintar como los niños, y se nos dice que
son precisamente los niños los que mejor los entienden, mejor que los adultos,
que nos pasamos la vida pensando que el cubismo es una técnica muy compleja, y
que lo es, pero en este sentido. Se exhiben de Peinado como neocubismo “El
velador”(1925) o “Frutero”(1929) que Pablo Picasso había avanzado en oleos como
“Frutero”(1917) o “Verrre, poire et citron”(1922). En estos cuadros por ejemplo
una cuchara se pinta doblada por el centro para dejar ver lo que hay de frente,
lo que hay de lado y lo que hay detrás.

En Peinado vemos que hace frecuentemente
el uso de la veladura, técnica pictórica que consiste en mezclar dos colores,
uno más claro y otro más oscuro para obtener un color intermedio, como su
nombre indica como velado o con un velo por encima del primer color. La
veladura le da relieve o profundidad a la pintura, esto puede verse en varios
cuadros.
En la exposición Peinado hace
referencia con sus obras a otros artistas del pasado, como a Cervantes con su
lienzo sobre Don Quijote, o a Goya con un desnudo cubista que nos recuerda a la
maja desnuda. También en estilo neoclásico pinta a un torero, antecesor de los
actuales Rivera.
La obra que vimos al final de
la exposición fue el dibujo de una paloma, ave que representa para Picasso “la
Paz”.Jesús
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