Muchas veces nos obcecamos o nos
obsesionamos con cosas que realmente no necesitamos o de las que podemos
prescindir temporalmente. Y a esto hay que decir No. No a la necesititis.
Hay personas que por naturaleza están
mejor con pareja y también las hay que creen que sin ella no van a ser felices.
Yo me pasé mucho tiempo pensando que lo natural para cualquier persona es tener
pareja y vivía pensando en qué momento la encontraría, aunque por otra parte
nunca he olvidado a la primera y única novia que tuve. Esperaba que en algún
momento surgiese espontáneamente una mujer que se transformara en mi pareja de
vida. Y no ha sido así. Y yo me pregunto: ¿por ello soy menos feliz?. Pues para
mi la verdad es que no. He aprendido a ser feliz sin necesidad de una pareja.
Tengo a mi hermana, a mi sobrina a nuestra perrita y a mis amigos y amigas y
seres queridos en general pero no necesito imperiosamente una compañera a mi
lado. He aprendido a vivir sin ella y no por ello soy infeliz. He dicho No a la
necesititis en este aspecto. Y creo que son muchos con la enfermedad que se pueden sentir identificados conmigo.
La necesititis se manifiesta en muchos
otras cosas de la vida. Yo por ejemplo tenía la manía de comprarme un disco de
música clásica cada semana para mi disfrute personal o dicho de otra manera
para relajarme.
Lo cierto es que cuando empecé con esta manía me encontraba más
solo, vivía con mis padres y tenía pocos amigos por lo que los discos se
transformaron en el sustituto de todas las cosas que me faltaban. Era una forma
de sentirme feliz frente a la soledad en que me encontraba y en aquellos
momentos fue una gran ayuda pero también fue algo que llegó a obsesionarme.
Necesitaba mi disco cada semana y no podía estar sin él. Lo necesitaba tanto
que como yo digo llegaba a arruinarme económicamente con las compras. Y es que
yo no compraba de todos los precios sino que siempre daba la casualidad que los
intérpretes que yo buscaba eran los más cotizados. También buscaba las ofertas
pero sólo a veces. Ahora estoy aprendiendo a no necesitar tantos discos ni de
tan alto precio. Me controlo mucho más y sin embargo no ha disminuido mi pasión
por la música lo que ocurre es que ahora escucho más veces los discos que
compro y he dejado atrás la necesititis del coleccionista que como digo puede
llegar a ser obsesiva.
Y como esto de lo que hablo hay muchas
otras cosas. Hay que procurar hacer las cosas con proporción.
Jesús
¡NOS PARECE MUY INTERESANTE VUESTRAS PALABRAS!.CREEMOS QUE LA FELICIDAD NO TIENE QUE
ResponderEliminarDISFRUTARSE MÁS ESTADO EN PAREJA O NO.