Hay obstáculos cognitivos (a
nivel mental) que dificultan las terapias que utilizamos para mejorar. Se trata
de creencias muy extendidas pero que son incorrectas y que hay que sustituir
por correctas. Nos cuenta un libro de divulgación psicológica que estoy leyendo
que existen dos obstáculos iniciales al cambio terapéutico: el mito de la bondad de la preocupación y el
mito del todo vale en el terreno de los sentimientos.
El primer mito nos dice que es
bueno preocuparse. Esto es falso: lo
mejor es ocuparse sin preocuparse en absoluto.
El segundo mito dice “como yo lo
siento es correcto”. Esto también es falso: existen sentimientos exagerados y por tanto incorrectos.
Este fin de semana he tenido
ocasión de experimentar estos mitos. Había comprado una cestita-camita para la
perrita de mi hermana y mi sobrina y tenía que entregárselas cuando volvieran
del pueblo. Estaba preocupado por la perrita y por la necesidad que tenía de lo
que le había comprado. Quedaban dos horas para que llegaran del pueblo y yo me
dispuse a que no se me pasara la hora: debían llamarme por teléfono cuando
llegaran a Sevilla.
Así que me senté el sillón dispuesto a esperar las dos
horas sentado y despierto, sin dormir la siesta, para que no se me pasara.
Ya
estaba cansado al cabo de una hora y decidí hacerle caso a lo que había leído
sobre ocuparse más que preocuparse. Así que decidí descansar y esperar a que
sonara el teléfono.
El resultado fue que descanse una hora que lo necesitaba
porque no había dormido bien la noche anterior y que desperté con la llamada de
mi hermana, me vestí, bajé y les entregué la cestita-camita que le había
comprado a la perrita.
Además hablé con ellas durante un buen rato. Si me
hubiese preocupado las dos horas y permanecido sentado en el sillón puede que
ni hubiera entregado la cestita-camita ni habría descansado. Podría haberme
quedado dormido trastornado y lo más seguro es que no hubiese escuchado la
llamada y que me hubiese dado cuenta cuando ya hubiesen pasado por delante de
mi casa con lo que no habría ni entregado la cestita-camita ni habría descansado.
Los sentimientos exagerados son incorrectos igual que las
preocupaciones. Es mejor ocuparse en hacer las cosas que preocuparse por ellas
y también hacer las cosas tranquilo que no apoyadas en sentimientos exagerados.
Jesús.
Respeto tu opinion pero en ciertos argumentos poseo una opinion variada
ResponderEliminarme siento agradecido igual
Siempre leo tus noticias