Mi
nombre es Manolo y estoy diagnosticado de trastorno esquizotípico de la
personalidad.
Yo
provengo de una familia numerosa de cuatro hermanos incluyéndome a mí. El mayor
es médico de familia, después nacimos los mellizos, mi hermana Maria José, que
es profesora y yo, por último mi hermana pequeña Mariló, que actualmente está
estudiando.
En
cuanto a mí, no era buen estudiante en el colegio, de hecho, saque la E.G .B. con algún que otro
suspenso. Después y sin tener claro cual sería mi profesión, decidí por ultimo
realizar un grado de formación profesional en electrónica, realizándolo en
cinco años, no sin mucho esfuerzo. Después vino el servicio militar durante
nueve meses.
Posteriormente,
encontré trabajo durante
Todo
parecía ir sobre ruedas, tanto a nivel personal, como profesional. Sin darme
cuenta, y en menos de un año llego mi boda, con la mujer que creía que era la
de mi vida. Preparativos, localización de convite, viaje de novios, etc.
Aquello
duro dos años, nos separamos y divorciamos sin tener descendientes, quizás fue
mejor así. Quizás por aquel entonces, no estuve preparado o no me llego el
sentimiento de ser padre.
Después
la vida me tenía preparada una gran sorpresa. A raíz de la separación y el
divorcio, mi vida cambió radicalmente. Me aislé, perdí el contacto con los
compañeros de trabajo, amigos, etc. Perdí mi puesto de trabajo, me
diagnosticaron la enfermedad y mi vida se fue derrumbando por completo. Intente
hacer cosas nuevas para mí, como conocer a otras mujeres, viajar, pero no duro
mucho, me aislé. Empecé una relación con una mujer, pero algo en mi interior me
decía que no estaba preparado como para llevar una relación seria. Quizás,
todos buscamos algo en esta vida con la que llenar nuestro vacío interior, y a
mi ese vacío se me hacia inmenso. Por aquella época ya estaba en tratamiento psiquiátrico,
y a medida que fueron pasando los años más aislado me encontraba, sin contacto
alguno con mi vida pasada. Todo cambio radicalmente.
Mi
psiquiatra me recomendó este centro, según ella cree que tengo muchas
posibilidades para salir adelante. Llevo dos meses en la U.R .A., pero mi aislamiento me
impide relacionarme de una manera sana, sin prejuicio ni juicios de valor.
Ahora
mi vida pasa anodinamente, sin pena ni gloria. Puede que sea mi negatividad
hacia la vida o le futuro el que vea la cosa bastante negra, pero dicen que la
esperanza es lo último que se pierda. Y en esa estamos, cada día trae consigo
cosas nuevas, nuevos proyectos, nuevas metas que superar, pero para mí, es como
un suplicio, un desconcertante futuro en el que no veo ni la mas mínima gota de
esperanza ni ilusión alguna.
Solo
me queda mi familia, mi madre, mis hermanos. Sin ellos seria muy duro seguir
adelante. Y ahora, me queda un futuro incierto de no saber lo que la vida me
tiene preparado.
Toda
mi vida he intentado hacer lo correcto dentro de un orden establecido, con una
escala de valores y moralmente dentro de la normalidad. Pero es duro luchar con
aquellos que desconoces y que es la mente humana.
Os
deseo a todos lo mejor a cada uno !!!.
Manolo.
En esta vida no podemos quedarnos parados pensando en lo mal que nos va, deberíamos luchar por cambiar nuestra situación. Yo siempre pienso lo mismo si he tocado fondo ya no puedo caer más bajo, ya sólo me queda subir y mejorar. Ánimo compañero que no decaiga.
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