He recibido en su momento como regalo anticipado de
mi hijo con motivo del Día del Padre y del Día de San José un regalo estupendo:
el libro Poemas y canciones de Bertolt Brecht, publicado en la colección
Biblioteca de autor de Alianza Editorial, libro de bolsillo, en mayo de 1965.
Hacía tiempo que no leía un libro entero de corrido
por lo que decía Camilo José Cela y que ha he relatado aquí, en este blog,
alguna vez: el escritor debe leer mucho al principio y después dejar de leer y
dedicarse a escribir y hacerlo con la mayor ilusión posible porque si se acaba
esa ilusión se terminan las ganas de vivir y uno sólo quiere morirse. Es lo que
le pasó a él, que después de tantos años escribiendo y de una obra tan extensa
perdió la ilusión repentinamente por escribir y ya no tuvo ganas de vivir y
murió.
Poemas y canciones es una Antología de las mejores
piezas de la actividad poética de Bertolt Brecht, nacido en 1898 y fallecido en
1956, a
una edad relativamente temprana, pero le dio tiempo de escribir una estupenda y
extensa obra.
Los textos de la Antología están
incluidos en su producción teatral y narrativa
o publicados como tales textos poéticos en libros o revistas.
La selección respeta el orden cronológico para que
el lector pueda seguir la evolución del autor alemán desde su etapa juvenil,
más rebelde y anárquica, hasta las obras de madurez del exilio y la postguerra.
La selección ha sido realizada por Jesús López
Pacheco y Vicente Romano, con la inestimable y valiosísima colaboración del
poeta José María Carandell, siempre imprescindible para hacer una buena
Antología Poética.
Me saltaré la intimidad de mi hijo (porque el libro
me pertenece ya a mí) y os diré la dedicatoria que me ha escrito porque merece
mucho la pena: “Al margen de su famosa obra teatral Brecht, al igual que
Celaya, maldijo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales”, y
así se desprende de esta Antología, vigente hoy como el día en que se
escribieron sus poemas. Efectivamente la poesía de Bertolt Brecht está vigente
aún por su aroma de rebeldía entre otras cosas, siempre necesaria en tiempos
difíciles y convulsos como los que vivimos. Y, efectivamente, para Brecht la
poesía es mucho más que un lujo cultural, que un adorno literario, que un vestido
de palabras más o menos bonitas.
La versión que se nos ofrece en esta Antología es,
pues, fruto de un estupendo trabajo colectivo. Se pueden distinguir tres fases
en ella:
- La
primera, realizada por Vicente Romano, fue la traducción “literal” de los
textos, aunque con variantes. Hay que señalar que es mucho más difícil traducir
poesía que, por ejemplo, narrativa. Se pierde mucho de las metáforas originales
y otros elementos retóricos. Sobre la base de esta traducción literal
tradujeron conjuntamente Romano y Jesús López Pacheco para buscar
interpretaciones y equivalencias castellanas a pasajes oscuros, expresiones
especiales y giros propios del alemán, en una loable labor.
- Después vino la segunda fase, la versión poética.
Aplicaron ambos estudiosos un criterio ecléctico:
Hablamos de Brecht, por
ello, de un poeta de un gran variedad formal y con una convicción de sensaciones
a muy diversos niveles estéticos. Brecht, como poeta, estudió las tradiciones
poéticas de su país y de otros pueblos y épocas. Hablamos, pues, de un poeta
completo: formas populares y cultas, alemanas y extranjeras, modernas y
antiguas, etc… tanto para sus poemas como para sus canciones.
En algunos textos los
estudiosos intentaron dar una forma métrica y hasta rimada de los textos
traducidos siempre con un lenguaje poético de eficacia equivalente. En otros
textos, sin embargo, se sacrificó el metro y la rima para no perder ni el más leve
matiz de significado poético o lingüístico. En la poesía de Brecht también
hallamos toda clase de temas y motivos: los campesinos y obreros de todo el mundo
y de todas las épocas, criados, bandidos, soldados, perseguidos, exiliados
(inspirándose en su propia vida), comerciantes, escritores, una parábola de
Buda, Empédocles, Lao Tse, etc…
-
En la tercera y definitiva fase es donde interviene el poeta José María Carandell, estupendo colaborador entre otras razones por su profundo conocimiento de la cultura y el idioma alemanes. Además, de por sí es un estudioso de la obra brechtiana. Carandell hizo una revisión final de las versiones de Romano y Pacheco, verso a verso, en una labor de auténtica paciencia. Tuvo que rehacer por completo o en parte ciertas versiones. Y así fue como se concluyóla Antología que acerca al
lector a la poesía casi desconocida de Bertolt Brecht , autor de, entre otras
obras, Historias de almanaque, Baal. Tambores en la noche. En la jungla de las
ciudades, Vida de Eduardo II de Inglaterra. Un hombre es un hombre. El
elefantito, La medida. Santa Juana de los Mataderos. La excepción y la regla y
un largo etcétera. Estuvo muchas veces a las puertas del Premio Nobel de
Literatura, pero nunca lo consiguió, no por falta de merecimientos.
En la tercera y definitiva fase es donde interviene el poeta José María Carandell, estupendo colaborador entre otras razones por su profundo conocimiento de la cultura y el idioma alemanes. Además, de por sí es un estudioso de la obra brechtiana. Carandell hizo una revisión final de las versiones de Romano y Pacheco, verso a verso, en una labor de auténtica paciencia. Tuvo que rehacer por completo o en parte ciertas versiones. Y así fue como se concluyó
Para ilustrar este artículo
divulgativo mostraré a continuación algunos trabajos poéticos escogidos adrede
por su brevedad, sencillez y extraña profundidad de B. Brecht para que lo
conozcáis un poquito, dividiendo su obra poética en cuatro partes.
1ª De Hauspostille
(Devocionario del hogar, 1927). Poemas escritos desde 1918 y recogidos en un
volumen bajo el título de Hauspostille, editados por Propyläen Verlag, en
Berlín, en 1927.
No os dejéis seducir:
no hay retorno alguno.
El día está a las puertas,
hay ya viento nocturno:
no vendrá otro mañana.
No os dejéis engañar
con que tu vida es poco.
Bebedla a grandes tragos
porque no os bastará
cuando hayáis de perderla.
No os dejéis consolar.
Vuestro tiempo no es mucho.
El lodo, a los podridos.
La vida es lo más grande:
perderla es perder todo.
2ª De 1926 a 1933.
LAS MULETAS
Cuando
fui al gran médico,
Me
preguntó: “¿Por qué llevas muletas?”
Y yo
le dije: “Porque estoy tullido”.
“No es extraño”.
“Prueba a caminar. Son esos trastos
Los
que te impiden andar.
¡Anda,
atrévete, arrástrate a cuatro patas!”
Riendo
como un monstruo
me
quitó mis hermosas muletas,
las
rompió en mis espaldas y, sin dejar de reír,
las
arrojó al fuego.
Ahora
estoy curado. Ando.
Me
curó una carcajada.
Tan
sólo a veces, cuando veo palos,
camino
algo peor por unas horas.
3ª Poemas escritos durante el exilio (1933-1947)
Hay en
el patio un ciruelo
que no
se encuentra menor.
Para
que nadie lo pise
tiene
reja alrededor.
Aunque
no puede crecer,
él
sueña con ser mayor.
Pero
nunca podrá serlo
teniendo tan poco sol.
Duda
si será un ciruelo
porque
ciruelas no da.
Mas se
conoce en la hoja
que es
ciruelo de verdad.
(1934)
4ª Último período (1947-1956)
EL HUMO
La casita entre árboles, junto al
lago,del tejado un hilo de humo.
Si
faltase qué
desolación
casa, árboles y lago.
(Del libro Elegías de Buckow, 1953).
casa, árboles y lago.
(Del libro Elegías de Buckow, 1953).
Sirvan estos cuatro breves poemas para ilustrar, en los estrechos márgenes de un artículo, la obra poética de Bertolt Brecht, mucho menos conocida que su obra teatral. Prefiero las canciones a los poemas, tienen más musicalidad, más sencillez, más rima, más alegría o más nostalgia quizás no tan feliz. De cualquier manera la poesía es hermosa en todo momento porque da un aliento y una fuerza al espíritu que no da ningún otro género literario. Salud y suerte.
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