viernes, 24 de marzo de 2017

LA POESÍA DE BERTOLT BRECHT

He recibido en su momento como regalo anticipado de mi hijo con motivo del Día del Padre y del Día de San José un regalo estupendo: el libro Poemas y canciones de Bertolt Brecht, publicado en la colección Biblioteca de autor de Alianza Editorial, libro de bolsillo, en mayo de 1965.
Hacía tiempo que no leía un libro entero de corrido por lo que decía Camilo José Cela y que ha he relatado aquí, en este blog, alguna vez: el escritor debe leer mucho al principio y después dejar de leer y dedicarse a escribir y hacerlo con la mayor ilusión posible porque si se acaba esa ilusión se terminan las ganas de vivir y uno sólo quiere morirse. Es lo que le pasó a él, que después de tantos años escribiendo y de una obra tan extensa perdió la ilusión repentinamente por escribir y ya no tuvo ganas de vivir y murió.
Poemas y canciones es una Antología de las mejores piezas de la actividad poética de Bertolt Brecht, nacido en 1898 y fallecido en 1956, a una edad relativamente temprana, pero le dio tiempo de escribir una estupenda y extensa obra.
Los textos de la Antología están incluidos en su producción teatral y narrativa  o publicados como tales textos poéticos en libros o revistas.
La selección respeta el orden cronológico para que el lector pueda seguir la evolución del autor alemán desde su etapa juvenil, más rebelde y anárquica, hasta las obras de madurez del exilio y la postguerra.
La selección ha sido realizada por Jesús López Pacheco y Vicente Romano, con la inestimable y valiosísima colaboración del poeta José María Carandell, siempre imprescindible para hacer una buena Antología Poética.
Me saltaré la intimidad de mi hijo (porque el libro me pertenece ya a mí) y os diré la dedicatoria que me ha escrito porque merece mucho la pena: “Al margen de su famosa obra teatral Brecht, al igual que Celaya, maldijo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales”, y así se desprende de esta Antología, vigente hoy como el día en que se escribieron sus poemas. Efectivamente la poesía de Bertolt Brecht está vigente aún por su aroma de rebeldía entre otras cosas, siempre necesaria en tiempos difíciles y convulsos como los que vivimos. Y, efectivamente, para Brecht la poesía es mucho más que un lujo cultural, que un adorno literario, que un vestido de palabras más o menos bonitas.
La versión que se nos ofrece en esta Antología es, pues, fruto de un estupendo trabajo colectivo. Se pueden distinguir tres fases en ella:

  - La primera, realizada por Vicente Romano, fue la traducción “literal” de los textos, aunque con variantes. Hay que señalar que es mucho más difícil traducir poesía que, por ejemplo, narrativa. Se pierde mucho de las metáforas originales y otros elementos retóricos. Sobre la base de esta traducción literal tradujeron conjuntamente Romano y Jesús López Pacheco para buscar interpretaciones y equivalencias castellanas a pasajes oscuros, expresiones especiales y giros propios del alemán, en una loable labor.


-    Después vino la segunda fase, la versión poética.
Aplicaron ambos estudiosos un criterio ecléctico:
Hablamos de Brecht, por ello, de un poeta de un gran variedad formal y con una convicción de sensaciones a muy diversos niveles estéticos. Brecht, como poeta, estudió las tradiciones poéticas de su país y de otros pueblos y épocas. Hablamos, pues, de un poeta completo: formas populares y cultas, alemanas y extranjeras, modernas y antiguas, etc… tanto para sus poemas como para sus canciones.
En algunos textos los estudiosos intentaron dar una forma métrica y hasta rimada de los textos traducidos siempre con un lenguaje poético de eficacia equivalente. En otros textos, sin embargo, se sacrificó el metro y la rima para no perder ni el más leve matiz de significado poético o lingüístico. En la poesía de Brecht también hallamos toda clase de temas y motivos: los campesinos y obreros de todo el mundo y de todas las épocas, criados, bandidos, soldados, perseguidos, exiliados (inspirándose en su propia vida), comerciantes, escritores, una parábola de Buda, Empédocles, Lao Tse, etc…

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 En la tercera y definitiva fase es donde interviene el poeta José María Carandell, estupendo colaborador entre otras razones por su profundo conocimiento de la cultura y el idioma alemanes. Además, de por sí es un estudioso de la obra brechtiana. Carandell hizo una revisión final de las versiones de Romano y Pacheco, verso a verso, en una labor de auténtica paciencia. Tuvo que rehacer por completo o en parte ciertas versiones. Y así fue como se concluyó la Antología que acerca al lector a la poesía casi desconocida de Bertolt Brecht , autor de, entre otras obras, Historias de almanaque, Baal. Tambores en la noche. En la jungla de las ciudades, Vida de Eduardo II de Inglaterra. Un hombre es un hombre. El elefantito, La medida. Santa Juana de los Mataderos. La excepción y la regla y un largo etcétera. Estuvo muchas veces a las puertas del Premio Nobel de Literatura, pero nunca lo consiguió, no por falta de merecimientos.

Para ilustrar este artículo divulgativo mostraré a continuación algunos trabajos poéticos escogidos adrede por su brevedad, sencillez y extraña profundidad de B. Brecht para que lo conozcáis un poquito, dividiendo su obra poética en cuatro partes.

1ª De Hauspostille (Devocionario del hogar, 1927). Poemas escritos desde 1918 y recogidos en un volumen bajo el título de Hauspostille, editados por Propyläen Verlag, en Berlín, en 1927.


 CONTRA LA SEDUCCIÓN

        No os dejéis seducir:
        no hay retorno alguno.
        El día está a las puertas,
        hay ya viento nocturno:
        no vendrá otro mañana.

       No os dejéis engañar
       con que tu vida es poco.
       Bebedla a grandes tragos
       porque no os bastará
       cuando hayáis de perderla.

       No os dejéis consolar.
       Vuestro tiempo no es mucho.
       El lodo, a los podridos.
       La vida es lo más grande:
       perderla es perder todo.

       2ª De 1926 a 1933.

LAS MULETAS

       Durante siete años no pude dar un paso.
       Cuando fui al gran médico,
       Me preguntó: “¿Por qué llevas muletas?”
       Y yo le dije: “Porque estoy tullido”.

       “No es extraño”.
       “Prueba a caminar. Son esos trastos
       Los que te impiden andar.
       ¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas!”

       Riendo como un monstruo
       me quitó mis hermosas muletas,
       las rompió en mis espaldas y, sin dejar de reír,
       las arrojó al fuego.

       Ahora estoy curado. Ando.
       Me curó una carcajada.
      Tan sólo a veces, cuando veo palos,
      camino algo peor por unas horas.

3ª Poemas escritos durante el exilio (1933-1947)


EL CIRUELO

       Hay en el patio un ciruelo
       que no se encuentra menor.
       Para que nadie lo pise
       tiene reja alrededor.

       Aunque no puede crecer,
       él sueña con ser mayor.
       Pero nunca podrá serlo
       teniendo tan poco sol.

       Duda si será un ciruelo
       porque ciruelas no da.
       Mas se conoce en la hoja
       que es ciruelo de verdad.
       (1934)

4ª Último período (1947-1956)


EL HUMO

La casita entre árboles, junto al 
lago,del tejado un hilo de humo.
Si faltase qué desolación
casa, árboles y lago.
(Del libro Elegías de Buckow, 1953).





Sirvan estos cuatro breves poemas para ilustrar, en los estrechos márgenes de un artículo, la obra poética de Bertolt Brecht, mucho menos conocida que su obra teatral. Prefiero las canciones a los poemas, tienen más musicalidad, más sencillez, más rima, más alegría o más nostalgia quizás no tan feliz. De cualquier manera la poesía es hermosa en todo momento porque da un aliento y una fuerza al espíritu que no da ningún otro género literario. Salud y suerte.

José Cuadrado Morales

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