miércoles, 1 de junio de 2016

CERVANTES, EL QUIJOTE Y EL AMOR COMO MEJOR FORMA DE CONDUCIRNOS EN LA VIDA.


 Dice Cervantes, en boca del Quijote: “Sábelo, Sancho, que un hombre no es más que otro, si no hace más que otro.” Así es, la vida de Cervantes es una continua aventura,  que le ha ido dejando un poso de amargura, pesimismo y escepticismo; no entiende la escasa atención que la administración le presta, sobre todo cuando está en cautiverio en Argel. Ya una vez publicado la 1ª parte del Quijote (1605), un político es preguntado por una delegación francesa, por la edad, profesión, calidad y cantidad de Cervantes: a lo que responde el político: VIEJO, SOLDADO, HIDALGO, y POBRE. Un miembro de la delegación francesa preguntó " ¿Pues a tal hombre no le tiene España muy rico y sustentado por el erario público?", a lo que el político le respondió; " Si la necesidad le ha de obligar a escribir, plega a Dios que nunca tenga abundancia, para que que con sus obras, siendo él pobre, haga rico a todo el mundo".
Una frase del Quijote (Cervantes), parece resumir la obra y la vida del Autor: “Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”, conceptos que aplicó tanto a su vida como al comportamiento de su personaje de ficción. Formalmente, El Quijote es un libro de los de la “Caballería andante” (Amadís de Gaula), cuyo caballero, acompañado de su escudero, Sancho Panza, recorre los caminos para deshacer entuertos, reparar injusticias o proteger a los más débiles de los poderosos.
Pero ¿Qué diferencia al Quijote del resto de Libros de Caballería? Primero, su sentido del humor, que se desprende en buena parte del comportamiento de los dos personajes: donde Uno ve gigantes, Sancho ve molinos de viento o cuando está velando armas toda una noche, para ser investido caballero, le da por pelearse con las botas de vino de la bodega, confundiendo el vino con la sangre.
El Hidalgo Don Quijote sufre un trastorno alucinatorio, y ve cosas que sólo Él ve, mientras que Sancho, en un principio, se alarma de la locura de su caballero, aunque conforme pasa el tiempo, se va tornando su postura en ternura y comprensión. Diríase que se produce una reconversión psicológica de ambos personajes, pues mientras El Quijote progresivamente, va dejando atrás su idealismo, su trastorno, como vemos en su testamento final, Sancho, a su vez,  se quijotiza, adopta conductas y posturas de su caballero, se idealiza.
La vida de Cervantes, es una parábola de la situación social, política, y económica de la misma España. El oro y la plata que venían de América, se dedican, en el reinado de Felipe II y sucesores, en costear las guerras de religión en Europa, pretexto éste, para su dominio político y territorial. Cervantes dedica gran parte de su vida en luchar contra su sino, pasando dificultades económicas, físicas (su mano izquierda queda tullida en Lepanto), incluso es hecho cautivo y lo trasladan a Argel, donde está unos años hasta que lo liberan unos monjes mercedarios.
¿Y el amor del Quijote por las causas perdidas? Él mismo, dice en el libro: “AMO, Y EN FIN, HE DICHO MUCHO, DICIENDO QUE AMO”.  Es esto, el Amor, lo que nos sugiere el Autor- Quijote, como forma de conducirnos por la vida, a pesar de las trabas que ésta nos ponga en el camino.


Diego de la Algaba

2 comentarios:

  1. El amor entendido como el vivir con lo suficiente para vivificar a otros. Gracias por el texto. Está hermoso e inspirador.
    Saludos desde México, donde muchos aprendimos a amar e incorporar el español o castellano, gracias a esta obra.

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que no entiendo mucho lo que quieres decir pero dentro de mi corto entendimiento creo que el amor y la imaginacion no esta reñido con la cordura ya que el quijote se regia por ello . No he leido el quijote pero es una asignatura pendiente. Saludos y gracias por tan magnifico articulo.

    yfc

    ResponderEliminar