Un
escritor se supone que tiene muchas cosas que decir. Escribe porque entre otros
motivos está disconforme con el mundo que le ha tocado vivir o por que sus
pensamientos están absorbidos por historias que tiene que expulsar de su ser y
materializarlas porque en ello le va la vida. Pero un escritor que se quede en
blanco es como un oficial de albañilería al que se le olvidan los ladrillos o
el cemento para construir.
Yo
entiendo que la tarea de escribir no es fácil. No siempre se tiene la misma
disposición. Hay momentos en el que las palabras te brotan solas y escribes un
texto cojonudo y otros en los que estas sentado delante del ordenador y no hay
manera de que salga una frase o dos hiladas. Pero ese es el capricho de la
creación. Como dijo Pablo Picasso, si viene las musas a mi que me cojan
trabajando, y es eso lo que suple los momentos de carencia, el trabajar.
A
mi me gusta escribir a diario pero hay épocas que me es imposible. Bien por que
el tiempo no me acompaña, bien porque me siento más decaído o por cualquier
otro motivo que desemboca en el río de la inoperancia. Eso no me gusta. No me
agrada dejar mis hábitos saludables y no me gusta estar tan ausente que no me
apetezca ni escribir.
Ya
sé que no todos los escritores realizan su trabajo de forma compulsiva y a
diario. Hay algunos que se lo toman como si fuera un trabajo de oficina y están
de ocho a dos y de cuatro a seis. Hay otros que se levantan con el pie derecho
y necesitan escribir. Tarden el tiempo que tarden y les lleve el esfuerzo que
les lleve. Yo estoy entre medio. Como he dicho antes me gusta escribir a diario
pero que si por una circunstancia no puedo, intento que al día siguiente esa
circunstancia sea de menor influencia y acabe escribiendo.
Creo,
que uno de los requisitos para ser un escritor aceptable, no digo ya ni bueno,
es conocer a fondo el idioma. Yo tengo ciertas nociones básica y más intuitivas
que aprendidas, por eso estimo que nunca seré un gran escritor. Pero lo
importante aquí no es el tamaño, como en otras cosas, lo importante es las
ganas y la dedicación. Como dice Miguel, perder la noción del espacio-tiempo porque
estás tan absorto haciendo lo que haces que no te importa nada más. Bueno,
siempre hay que dejar un mínimo de calidad y coherencia a lo que escribes. No
puedes soltar la primera paparruchada que se te ocurra sin pies ni cabeza.
Y
si hablamos de la dificultad de escribir, tenemos varios campos con sus
dificultades peculiares. No es lo mismo escribir un relato corto que una
novela, ni tampoco es lo mismo hacer una poesía que una obra de teatro. Cada
ejercicio tiene su dificultad y, bajo mi humilde opinión, hay que ser muy bueno
para dominarlas todas. Estamos avalando de un dominio digno, no de sentarme a
escribir y decir “¡ala! Voy a escribir una obra de teatro”. Eso es una inconsciencia
si, entre otras cosas, no has leído teatro.
Otra
de las cosas en la que pecamos los escritores amateur es que queremos hacer un
texto cerrado. Es evidente, que toda narración tiene que tener como mínimo una
presentación, un desarrollo y un desenlace. O ser un texto deductivo o, porque
no inductivo. Pero muchas veces nos afanamos en querer cerrar nuestros relatos
y le damos vueltas y vueltas a las ideas, forzándolas. Eso es un error.
Inventar no está todo inventado. Cada persona puede interpretar una idea
libremente y si esto le lleva a innovar, mejor que mejor.
Pedro.
P.D. Las 9 musas eran hijas de Zeus y contribuían a fomentar la inspiración de los hombres. Sus nombres eran; Calíope, musa de los grandes poetas, Terpsicorem,musa de la danza y protectora de este arte, Erate, musa de la poesía romántica y protectora del amor, Talía musa de la comedia y protectora del teatro, la llamaban "la festiva", Urania, musa de la astronomía y de la filosofía ,mostraba su amor por las ciencias exactas, Clio, musa de la historia y protectora de las bellas artes, Euterpe, musa de la música instrumental y protectora de los interpretes, Melpénome, musa de la tragedia y protectora del arte lírico y Polimnia, musa de la memoria y del arte mímico protectora del los actores, también musa de los himnos y de la retórica.
Espero que las musas te sean propicias Pedro, y que puedas desarrollar esa parte tan importante de tu personalidad que es la de escribir, que ayuda tanto al que escribe como al que lee. Es curioso lo de las musas, hijas de Zeus, que inspiran tantas ramas de las artes y también de las ciencias: yo había leído ya algo sobre esto pero lo había olvidado. Los estudios que estás realizando probablemente te ayuden mucho. Animo e intenta ser positivo incluso cuando no te llegue la inspiración. Se dice de Lope de Vega: "en horas veinticuatro pasan de las musas al teatro". Era un escritor muy prolífico pero él era un caso especial.No hace falta tener una inspiración tan rápida, pienso. No te desanimes si no te llega la inspiración, hay que darse tiempo, como en cualquier actividad de la vida y tener paciencia.
ResponderEliminarJesús
gracias,Jesús,siempre alivia encontrar las palabras de un amigo cuando uno intenta caminar por senderos pedregosos y la creación literaria a vuelto a más de uno loco. a mi no creo que me vuelva más pero se agradecen las palabras de un fiel amigo.Pedro
ResponderEliminarComparto al cien por ciento lo que has descrito como el proceso de escritura, Pedro, porque a mí también suelen abandonarme las musas cuando menos lo espero. Pero creo que la única forma de vencer ésa parálisis creativa es formándose como haces tu con tu carrera o leer lo que pesques a mano como hago yo. Rosa.
ResponderEliminarEstimado Pedro: he leído tu colaboración en el blog de la Ura Macarena y me ha gustado bastante. Me ha gustado sobre todo la información sobre los nombres de las musas. yo precisamente he colaborado en diversas ocasiones en una colección de libros de poesía llamada Calíope, que desconocía fuese el nombre de la musa de los grandes poetas. Gracias por tu información. Y es cierto que las musas nos tienen que coger trabajando para que obtengamos rendimientos de ellas. Como decía Baudelaire, la inspiración es el trabajo. Pues hay que estar al pie del cañón para que las musas consigan su objetivo positivo. Espero nuevos trabajos tuyos. Un saludo. José Cuadrado.
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