miércoles, 11 de noviembre de 2015

GRECIA

En el último artículo que publiqué antes de las vacaciones de verano titulado La higiene mental hablaba de Grecia parcialmente y me quedé con las ganas de escribir un artículo entero sobre ella, cosa que satisfago ahora con este nuevo artículo.
He releído para ello un libro de uno de los especialistas en el mundo helénico más reputado, cuyo nombre lamento no recordar ahora mismo que escribo de memoria. En él se nos habla de la importancia de Grecia para el nacimiento de la democracia moderna, es decir, para el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no sin el pueblo como rezaba el Despotismo Ilustrado. El ágora de las ciudades tenía una importancia capital para la expresión libre de las ideas propias, algo así como la famosa Esquina de Trafalgar Square en Londres.
Siento un poco de tristeza por que Grecia esté viviendo su Tercer Rescate económico. Además: ha tenido que vivir tres procesos electorales en un solo año: dos Elecciones Generales y un referéndum, lo que da idea de la solidez de la democracia griega que es capaz de asumir tantos procesos electorales en tan poco tiempo, algo que está ocurriendo también en España este año, lo que también da idea de lo sólido de nuestra joven todavía democracia.
Las primeras Elecciones en Grecia fueron Generales y en 2015. Ganó el partido Syriza, capitaneado por Alexis Tsipras, que se convirtió así en Primer Ministro. Su partido representa una izquierda parcialmente radical, pero tiene diversas facciones que se han ido poniendo de manifiesto poco a poco y más con todo el tema de los Rescates económicos que ha ido sufriendo Grecia.
Entre todos los Ministros destacaba el polémico Varoufakis, en permanente enfrentamiento con Tsipras.
Los distintos conflictos entre ambos terminaron con la dimisión del Ministro y el abandono del partido, fundando un partido nuevo. Se producía así la fragmentación del partido Syriza, y no sería la única escisión porque a ésta la sucedieron otras escisiones menos polémicas que han dado lugar a pequeños partidos de izquierda que han ido teniendo protagonismo posteriormente y que conseguirían bastantes votos en las segundas Elecciones Generales de 2015. En realidad se ha producido una fragmentación del voto de izquierdas, lo que ha determinado un gobierno de coalición con el partido Syriza a la cabeza.

Había dudas en Grecia sobre si ésta quería formar parte de la Unión Europea y del euro. Para salir de dudas Tsipras convocó un referéndum para que el pueblo soberano fuera el que diera la última palabra. Salió claramente el no, pero eso no significó la salida de Grecia de la Unión Europea, sino la opinión del pueblo que le dio fuerzas a Tsipras para pedir el Tercer Rescate económico. Hecho esto presentó su dimisión porque consideró que ya estaba el deber cumplido. Esto dio lugar a las segundas Elecciones Generales de 2015. Ganó lo que quedaba del primitivo partido Syriza después de las muchas escisiones habidas. Es decir, el pueblo le daba su apoyo nuevamente a Tsipras. También le dio su apoyo en la campaña el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que no dudó en aparecer junto a Tsipras con el puño levantado en un mitin de campaña.
Tras las segundas Elecciones Generales se sucedieron con toda velocidad los acontecimientos, como si Grecia tuviera prisa por salir de la crisis con una prontitud pasmosa.
Al día siguiente de celebrarse las segundas Elecciones Generales firmó como Primer Ministro Tsipras.
Al día siguiente nombró el nuevo Consejo de Ministros, formado básicamente por Ministros del anterior Gabinete, pero con menos poder, es decir, Tsipras fragmentó algunos Ministerios para evitar la acumulación de poder y que no ocurrieran casos como el de Varoufakis de nuevo, antiguo Ministro de Economía y Finanzas. La fragmentación de los Ministerios obligaba a una desconcentración del poder y quitaba protagonismo a los Ministros, destacando por encima de todos la figura de Alexis Tsipras.
Al día siguiente ya estaba Bruselas reclamando el cumplimiento de las condiciones del Tercer Rescate, entre ellas el recorte de las pensiones, lo más usual en tiempos de crisis. Mariano Rajoy ha hecho lo mismo en España, aunque presuma de que el poder adquisitivo de las pensiones está garantizado con la subida de las mismas un 0,25% al año, lo cual es una miseria y no deja de ser una subida simbólica. El caso es que ese poder adquisitivo ha bajado porque no suben las pensiones lo mismo que los precios, es decir, el IPC.
Aunque el resultado del referéndum fue no Grecia sigue dentro de la Unión Europea. En el fondo fue un chantaje a Merkel para que le permitiera el Tercer Rescate. Una Unión sin Grecia sería una Unión debilitada y eso no le convendría a Ángela Merkel y su deseo de una Unión Europea total.
En las segundas Elecciones Generales de 2015 obtuvieron escaños otros partidos, entre ellos, Nueva Democracia, un partido de derechas, segunda fuerza política griega y rival directo de Syriza. Unidad Popular sin embargo no consiguió escaños, seguramente por la excesiva fragmentación de la izquierda y los escaños divididos por esta razón. Hay muchos partidos de izquierda menores que han permitido la formación del gobierno de Tsipras y una cierta estabilidad política, imprescindible para la estabilidad económica.
Y ahí está Tsipras intentando cumplir las condiciones del Tercer Rescate. Recientemente Grecia ha recibido una nueva inyección económica de 2000 millones de euros que han permitido un poco el relanzamiento de la economía, sin que suponga en absoluto la salida de la crisis.
Hay que señalar en esta situación que el Primer Ministro anterior a Tsipras ha dicho que el populismo trae el desastre. Creo particularmente que es una exageración. El populismo (dentro del cual se puede incluir a Podemos) tiene mucho que ver con la demagogia, pero no hay que responsabilizarlo del catastrofismo que le confieren algunos partidos con intereses electorales claros. Los sondeos en España le quitan bastantes escaños a Podemos en las próximas Elecciones Generales, pero todavía falta mucho para el 20 de diciembre. No se sabe qué ocurrirá porque el voto baila mucho. No así ha ocurrido en Grecia, donde el voto ha sido bastante similar en las dos Elecciones Generales celebradas este año. Syriza tiene tirón y sobre todo su líder. Los líderes cuentan mucho en política y eso también está ocurriendo en España donde se van decantando los líderes poco a poco y el voto fluctúa considerablemente y las encuestas no son garantía de un voto final similar a ellas, aunque sí son indicativas de por dónde pueden ir las cosas.

Grecia está en un momento de espera, de ver qué va a pasar. La Comisión Europea dice que Grecia seguirá en recesión a finales del 2015. Es decir, que aún no habrá entrado en la subida económica que es lo que se espera con el Tercer Rescate.
Si se produjera una improbable salida de Grecia de la Unión Europea se podría producir un efecto dominó que afectaría tal vez a la propia España, aunque la situación económica de nuestro país es mucho mejor que la de Grecia. Al menos en términos macroeconómicos. En términos microeconómicos es otra cosa porque existen millones de personas en el umbral de la pobreza, cosa que también ocurre en Grecia. España tiene ahora el problema añadido de Cataluña, que puede originar otro efecto dominó porque los vascos ya están hablando igual que los catalanes de independencia. Eso puede afectar también a los gallegos, otra de las Comunidades históricas. Es muy difícil imaginar la fragmentación de España, pero éste es un tema que da para otro artículo más en profundidad. Veremos de momento cómo evolucionan los acontecimientos. Ahora se trata de Grecia y de su subsistencia.

Creo que la palabra Unión significa mucho y el Banco Central Europeo debe ayudar a los países en crisis en los momentos difíciles. No sólo cabe vivir en los días fáciles donde todas las cosas van  boyantes. La Unión está para lo bueno y para lo malo. Son ya 28 los países que forman parte de la Unión Europea y eso implica montones de caracteres diferenciados en las personas, diferencias culturales, situaciones económicas diferentes, etc… Todo hay que tenerlo en cuenta y no ceñirse únicamente como suele hacer la señora Merkel a los temas económicos. La diversidad de Europa hace posible una Unión siempre que se respeten las peculiaridades de cada país. El sueño de una Europa unida tiene siglos de existencia y nunca se ha estado tan cerca de conseguirlo.
 Esperemos que Grecia evolucione para bien y no salga de la Unión Europea. Y esperemos que este Tercer Rescate sea el definitivo para que Grecia acabe finalmente por ver la luz. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales

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