Imagínate que fueras completamente desnudo en una gran
ciudad en invierno la gente te miraría de forma extraña y te volvería la cara.
Ese es el estigma que nos hace vulnerables porque la enfermedad no es en línea
recta si no que tiene baches; a veces hablamos solos, como con un amigo que no
sabemos quién es. Un día entré en la consulta del psiquiatra y le pregunte, ¿Es
malo tener un amigo invisible?, me dijo que no. Soy consciente de que el no
existe pero nunca deja de hablarme así que en lugar de deprimirme lo considero
mi amigo charlatán que a veces me hace jugarretas. Mi tarea todos los días es hacerle callar, decirle que
se vaya y aunque lo intento a veces me hace irme a las nubes. La mayor barrera
que he encontrado en mi vida es que me han visto como a una drogadicta y me han
dicho engancha pero a diferencia de un enfermo que consume drogas yo llevo un
horario súper estricto porque si no lo hago puedo morirme. Durante mi paso en psiquiatría
he visto a gente tan consumida por la enfermedad que ni siquiera se lavan. Siempre
llevo una libreta como instrumento de poner los píes en la tierra porque a
diferencia de una persona normal la abstracción es mi mundo y encuentro
dificultad en cosas normales como establecer una conversación. Sin embargo a solas puedo escribir mil
palabras el problema es que piensan que eres una especie de idiota porque no
tienen ni ápice de idea sobre lo que esta sucediendo pero en estabilidad puedes
trabajar más incluso que una persona normal y con más capacidad el problema es
que no sabes relacionarte y los demás aprovechan tu punto débil para atacarte.
Tienes que renunciar a ser útil la gente protesta porque trabaja pero yo
protesto por no mantenerme ocupada las horas que estoy despierta porque si no
tiendo a evadirme con la mente distraída menos me evado. El problema es que
entras en una empresas trabajas al cien por cien pero luego la enfermedad te la
juega tienes una recaída y el empresario ya no confía en tí y te vas con el
rabos entre las piernas pensando jamás podré realizarme como persona, yo después
de haber tenido tantos fracasos ya no me lo tomo tan mal pero he visto a
compañeros que caen en tal depresión que incluso se matan porque encima que
vives con un estigma no eres útil en ningún sentido y los demás te desprecian.
Mi lucha no es con nadie si no conmigo misma, dormir lo suficiente, llevar mi
libreta y tomar la medicación estrictamente intentar realizar tareas para que
no me ataque ese amigo invisible aunque ver gente que nos aprecia como los seguidores
que nos estáis escuchando me da ánimos.
La única intención que tenemos con esto
es conectar con los demás y al mismo tiempo que nos comprendan porque no hay
mayor regalo que nos podáis hacer que nos aceptéis aunque seamos diferentes yo
por mi parte siento cuando las voces me atacan que soy un asco de persona y lo
que menos necesito es que encima no me entiendan porque eso me crea más
depresión, la llaman la reina de las enfermedades en un segundo puedes tirarte
de un balcón si no tienes un seguimiento. Lo llamo el círculo de la cabeza es
como si estuvieras encerrada en ella como una cárcel lo único que espero es que
algún científico nos de una solución para llevar la vida más normalizada
posible pero es la parte mas esencial de una persona el celebro. Mejoro aunque
si no me esfuerzo puedo recaer mi tarea es llevar la vida más normalizada
dentro de lo que me ocurre y espero no morirme en este camino porque siento que
si lo hago decepcionaría a todo el equipo de personas y compañeros que nos
impulsan a seguir adelante y saber vivir con nuestras limitaciones. Gracias a
todos por vuestra curiosidad y vuestro interés, para que en algún sentido sepáis que también sentimos
como ustedes.
Vicki.
Ánimo por tu lucha en el día a día y felicidades por lo bien que sabes transmitir lo que piensas. En tu artículo hay párrafos muy pero que muy bonitos. FELICIDADES.
ResponderEliminarBravo, Vicky. Con esfuerzo y empeño, siempre adelante. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarLo importante es no rendirse. Tienes muchos recursos. Con el paso de los años, y siempre a tientas, se logra encontrar el interruptor. Y acendrarse. Lo importante eres tú, a veces lo que nos hace más débiles es querer ser tan convencionales como los demás. Suerte.
ResponderEliminarHe leído tu trabajo en el blog y me parece interesante. Entre muchas cosas te diría que no te obsesiones tanto con el estigma de la enfermedad mental porque a mayor obsesión mayor dolor. Está bien que tengas un amigo invisible que en cierta manera es el yo mismo que camina con nosotros, igual que Antonio Machado conversaba con el hombre que siempre iba con él. Y Antonio Machado no estaba loco ni nada por el estilo. Debes cuidar más la ortografía para que tus trabajos sean mejores y tener cuidado con la puntuación que a veces oscurece un poco la comprensión de los párrafos, que creo deberían ser también más pequeños para que el lector no se canse. Soy colega tuyo en la Ura y deseo que mejores para que mejoremos todos leyéndote. Cuídate mucho y espero que sigas escribiendo. José Cuadrado.
ResponderEliminarAnimo, yo me he sentido como tu muchas veces. Esta enfermedad se supera poco a poco y con ayuda de todos. Un saludo
ResponderEliminarJesús