Este verano 2015 para mi esta
siendo hasta el momento algo más entretenido que otros años anteriores, estoy
conociendo nuevas personas y contactando con ellas a menudo. Estoy quedando muy frecuentemente para tomar algo e intercambiar
impresiones, compartir risas, gustos, aficiones, momentos agradables, o sea, lo
habitual cuando conoces a gente. Conocí a principios del mes de abril a una chica con la que me estoy viendo más. Es una chica bastante madura, con ella comparto todas mis inquietudes y mis
pensamientos más íntimos, es una chica en la cual he depositado mucha confianza
al igual que ella en mí. Voy de vez en cuando a la piscina de la comunidad
donde ella reside donde se está muy tranquilo. Entre semana sigo asistiendo al
gimnasio tres días a la semana durante dos horas diarias. He ido a la playa algún
día suelto con mi amiga, donde estuvimos relajados aunque ese día estuvo
bastante nublado y con mucho viento.
Mi verano esta siendo realmente
relajado en el aspecto mental en lo que se refiere a la enfermedad, me controlo
fácilmente cuando empiezo a alterarme aunque como persona que soy casi
siempre suelto alguna palabreja algo ofensiva y algo inmadura cuando llego a ese
punto límite de tensión que todos tenemos, aunque esto depende del carácter y
temperamento de cada cual. Lo dicho, hasta el día de hoy final de la primera
quincena del mes de Agosto mi mente esta relajada, siempre en sentido de no
tener una gran preocupación personal, gracias a Dios.
Cada vez que voy a la playa me
quedo mirando bastante tiempo hacía el horizonte, es decir, más allá del mar y
de sus olas, y me pongo a pensar y recuerdo en la cantidad tan grande y abismal
de agua que abunda en el planeta, y pienso que debe de ser impresionante verlo
desde lo más alto. Seguramente una de las mejores formas de ver el mar y otras
zonas de la tierra, sea practicando paracaidismo, es un deporte muy arriesgado
y no apto para todos, pero la vista tiene que ser genial.
Bueno, volviendo al tema de la
playa, estando allí , y si estás echado en una tumbona, escuchando el sonido
del las olas de mar, del algunas gaviotas, y del viento, tu mente cambia el chip
automáticamente, sabes que no estás en el ambiente casi caótico de la ciudad,
que no hay trafico, que no hay aire
contaminante, que no tienes ese estrés y esa ansiedad de casi todos los días,
todo eso, lo piensas y hace que tu mente se vaya limpiando de pensamientos y
paranoias negativas, es como un reseteo mental positivo. La verdad es que en la
playa y en el mar es donde más nos podemos relajar en todos los aspectos,
aunque para las personas que tenemos la enfermedad nos viene muy bien para
nuestra mente. En fin , a seguir disfrutando de este verano.
Jaime.
¡A disfrutar, Jaime! Un abrazo
ResponderEliminarGraciass Compis!
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