Por suerte, el papel que esta jugando las instituciones de
Salud Mental desde los años sesenta y
setenta hasta nuestros días está cambiando. El siglo XX ha abierto una
nueva vía de esperanza
en lo referente a las instituciones comunitarias. Se ha pasado de un
modelo de reclusión y hacinamiento a preocuparnos ahora más por las personas
con riesgo de exclusión social causado por las enfermedades mentales graves
brindando la oportunidad a las personas de encontrar en la sociedad elementos
que, a pesar de lo mucho que todavía tiene que superar, puedan encontrar avances en lo referente a la
búsqueda de trabajo, la relaciones con pareja, el acceso a la vivienda, las
relaciones sociales… hoy existen contextos protegido dónde los enfermos puedan desarrollar una vida
plena y ocupacional bajo el paraguas de las instituciones publicas
ambulatorias. Pero todavía queda mucho camino por recorrer y dar el gran salto
a la sociedad.
Queremos
reflejar una anécdota que sucedió en una casa hogar aquí en Sevilla no hace
mucho. En principio, vamos a dar algunos matices que caracterizan a las casas
hogares. En ellas viven las personas que por el deterioro y la absorción de la
enfermedad con consecuencias evidentes sobre su nivel de autonomía, necesitan
de cuidados permanentes por parte de profesionales. Esto no tiene mayor impacto
en la comunidad que podría que podría tenerlo una residencia de personas de la
tercera edad. Pues bien . Se corrió por
el barrio donde se iba a abrir la casa hogar el rumor de que allí iban a vivir
personas con trastorno mental como la esquizofrenia y en seguida salió una
plataforma que luchaba porque esta casa no se abriese en la zona. El proceso de apertura siguió para adelante y los vecinos que se manifestaban por no querer tener como
próximo a los enfermos no se dieron cuenta de que la casa llevaba funcionando
más de un mes y no habían tenido ningún tipo de problema. Por eso, contra lo
que tenemos que luchar no es contra los ciudadanos sino contra las barrares de los prejuicios.
Pedro.
Que tema tan complicado, la sociedad, los prejuicios, el autoestigma... esperando la segunda parte¡
ResponderEliminarBuena reflexión sobre nuestra lucha de cada día. También nosotros esperamos esa segunda parte. Un saludico
ResponderEliminarYo lo vivi en primera persona, cuando mi psiquiatra decidio ingresarme mis padres no querian por los prejuicios, al final ingrese y hasta yo pase un poco de miedo al principio con algunas situaciones que se daban. Despues de estar recuperado mi conclusión es que no hay estigma sino realidad, las casas hogar, las unidades de dia, etc. que yo he estado las situaciones complicadas se han dado por las drogas, y es que el efecto de las drogas en la salud mental es perjudicial, pero suele superar la adicción al efecto y como en mi caso sin tener relación con las drogas me pedian dinero para poder tener acceso a ellas y que no me chivara. Asi que la lucha contra el estigma, es la lucha por atacar la raiz de los problemas de la salud mental y no solo sus efectos.
ResponderEliminargracias por seguir tan de cerca el articulo. la segunda parte ya esta aqui. espero que os guste de la misma forma que os gusto el primero.
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