La primera charla a la que asistí en la Tertulia de la URA versaba sobre el miedo y
sus dos facetas: la positiva, que se pone en marcha ante el peligro y nos hace
reaccionar para evitarlo o enfrentarlo (por ej. Huir de un animal o apagar un
principio de incendio)
y la negativa, que implica temer a lo que no existe. La
ansiedad se relaciona con éste último.
En general tememos lo desconocido, las situaciones que
plantean problemas nuevos, pero existen miedos específicos: a las alturas (vértigo), a los espacios cerrados
(claustrofobia) o a los espacios abiertos (agorafobia), a ser rechazados, a
volar en avión, a relacionarnos (fobia
social) etc.
Como sentir miedo está en nuestro ADN ¿será por eso que
nacemos llorando, como presintiendo los peligros del mundo a que asomamos?
El miedo neurótico evalúa por demás algo que se tiene que
hacer e imagina las peores consecuencias. Este temor irracional está presente
en nuestra enfermedad con más intensidad, al punto que a veces nos convierte en
zombis, paralizándonos hasta para los actos más sencillos como asearnos o salir
a la calle. Es el miedo al propio miedo. Tememos tanto enfrentarnos a una situación,
que no sólo la evitamos sino que durante unos días quedamos petrificados, con
la mente dando vueltas al tema como en un laberinto, sin hallar salida o
imaginando los peores escenarios (como tomar
pastillas para descansar eternamente).
El pánico se refleja en una historia de Kafka, La Metamorfosis , donde
el protagonista paulatinamente se va
convirtiendo en una especie de monstruo que lo devora. Así es el miedo, nos
envuelve en sus alas negras poco a poco, hasta apoderarse por completo de
nuestras horas. Es inevitable, como el reír o llorar, pero debemos aprender a
controlar esa espiral de pensamientos negativos cuando sabemos que son
irracionales. El miedo nos autoanula,
pone mordazas a nuestra voluntad y hasta el deseo más simple se torna complejo
a la hora de discernir y actuar.
¿Cómo salimos de este callejón? La verdad es que no hay una
receta. Cada uno tiene su propio tiempo y recursos. Si estamos solos es
prácticamente imposible romper el cerco invisible del temor. Necesitamos del
Otro para ver la luz al final del túnel o lo que es lo mismo para un creyente: tener esperanza, por mínima que
sea que las cosas pueden cambiar para bien. Esto lo digo en base a una
experiencia vivida años atrás y que me marcó mucho por lo profundo de la
depresión. Yo salí apoyándome en ciertas creencias religiosas, pero tardé meses
debido a que estaba en la más completa soledad. Sabido es que los medicamentos
y el apoyo profesional de algún psicólogo o psiquiatra ayudan a superarlo, pero
nada resulta tan motivador como el apoyo de los seres más significativos, sean
familiares o amigos, es con ellos que logramos ponernos de pie y dar el primer
paso. Ponerse en movimiento, es lo que permite superar los miedos o
arrinconarlos en algún lugar del inconsciente al menos. Necesitamos del otro
para salir del pozo porque el miedo ataca cuando tenemos las defensas bajas.
Pedir ayuda es quizás la receta más indicada, ¿no les parece?
Rosa
Hola Rosa me a encantadovtu articulo todo lo que escribes ed la pura verdad. Me alegra ver que escribes bstos Silvis
ResponderEliminarQue los miedos no puedan con nosotros. Con ayuda les plantaremos cara. Un abrazo
ResponderEliminarMe ha gustado tu articulo. El miedo, las fobias, son uno de los problemas mas comunes en nuestra enfermedad, y yo también lo padezco, algunas veces se llega al punto que sugieres, tenerle miedo al mismo miedo. Los apoyos de los que hablas para superarlo son importantes, desde los profesionales y la familia a los amigos y compañeros. Un saludo
ResponderEliminarJesús
bienbenidos a imternet nos a gustado mucho vuestra pagina y os invitamos aconocer la nuestra ibiltzenmania, encontrareis un monton de cosas chulas
ResponderEliminarEl miedo es horroroso . Nos parariza de hacer muchas actividades y es una sensacion claustrofobica y desagradable. Espero que se te pase pronto. Un saludo. yfc
ResponderEliminarEl miedo es horroroso . Nos parariza de hacer muchas actividades y es una sensacion claustrofobica y desagradable. Espero que se te pase pronto. Un saludo. yfc
ResponderEliminarEl miedo es horroroso . Nos parariza de hacer muchas actividades y es una sensacion claustrofobica y desagradable. Espero que se te pase pronto. Un saludo. yfc
ResponderEliminarGracias por los comentarios de mis compañeros y como escribe Calatayud, la cosa es que los miedos no puedan con nosotros, ésa es la tarea cotidiana . Rosa.
ResponderEliminar