Hay muchos tipos de segundas
oportunidades, seguramente tantas como personas existen. Cada uno precisa una
segunda oportunidad para algo, para rescatar algo que se ha perdido o remediar
un dolor que tiende a enquistarse y a convertirnos en personas distorsionadas.
Con el paso del tiempo se va
suavizando el carácter. Se pasa de la adolescencia a la madurez y se aprende a
corregir los errores o a no cometerlos de nuevo. Para ello son fundamentales
las segundas oportunidades, para aprender que la felicidad cuesta su trabajo y
requiere su tiempo.
Podemos hablar de las
segundas oportunidades de los que están en prisión. Allí muchos consigen
regenerarse y algunos incluso realizan carreras universitarias. Podemos poner
por ejemplo a El Lute que estudió la carrera de Derecho y después ha ejercido
como abogado. Y estaba en la cárcel por delitos menores como robar una gallina
para comer. Ahora están entrando en prisión cada vez más gente por problemas de
corrupción y los que están pendientes de ingresar, que son muchos.
El amor es una de las cosas
que más requiere una segunda oportunidad. Puedo ponerme como ejemplo. En el
próximo mes de diciembre cumpliré 21 años como divorciado y no he parado desde
entonces de luchar por una segunda oportunidad. He tenido numerosos fracasos,
pero al menos han sido intentos que dan fuerza al alma para seguir adelante y
sentir por supuesto que la vida merece la pena vivirla.
He vivido con una mujer tres
años, pero el amor se extinguió. Pero me alegro de ese intento de segunda
oportunidad aunque hubiera muchos momentos amargos. Ahora estoy continuando una
amistad con una mujer cubana a la que conocí hace 17 años, no recuerdo
sinceramente cómo fue. Creo que a través de una revista literaria o algo
parecido. Pero cambiamos los domicilios y perdimos el contacto. Quedó frustrada
entonces la segunda oportunidad que me estaba dando a mí mismo. Hemos tenido
vidas separadas y seguimos teniendo vidas separadas. Ella vive ahora en México
y yo evidentemente en España. Pero hemos
vuelto a retomar la relación gracias a Internet porque ella, haciendo un
trabajo, entró en el blog de la URSM Macarena y me encontró allí. A partir de
aquí todo fue fácil y mediante un correo electrónico ella preguntó por mí y yo
le respondí. Un pequeño milagro de la tecnología.
Nos escribimos con frecuencia
mediante correo electrónico. Ella tiene Internet. Yo estoy todavía en el
Medievo de la tecnología y utilizo el blog de la ura, a la que le estoy muy
agradecido. También nos enviamos mensajes de móvil y hablamos por teléfono de
vez en cuando. No importa la distancia si hay voluntad de comunicación como
tenemos. Y no hay ninguna prisa. Estamos tranquilos, proporcionándonos una
felicidad hermosa que yo particularmente necesitaba. Considero que es mi última
oportunidad para una relación con una mujer porque estoy cansado de fracasos y
creo que merezco que las cosas alguna vez me salgan bien.
Pondré todo de mi parte.
Intento corregir errores cometidos en el pasado que hayan podido romper una
relación. Últimamente he tenido una relación de 1 año con una mujer que me dejó
porque se sentí agobiada por tantas llamadas. Pues las cosas se hablan y ya
está. No es necesario cortar en seco una relación si existen posibilidad de
regeneración y mantenimiento de una estabilidad. Dos años después lo intento
con esta chica cubana que vive en México. Allí lleva ya muchos años y es casi
mexicana. Yo soy muy lanzado y no me da miedo el fracaso porque soy un luchador
y aplico siempre mi lema, del que ya he hablado en estas páginas, para seguir
adelante.
Quiero ser feliz con una
mujer y estoy francamente cansado de soledad. No quiere decir que la soledad
sea estrictamente mala, pero necesito un complemento. Por eso me casé y por eso
he intentado diversas relaciones en estos últimos 21 años. Además: me lo
merezco. No quiero ser una persona acostumbrada al fracaso. Merezco la victoria
de una vez por todas. Si no lo intento nunca sabré qué hubiera ocurrido con mi
vida y con mis sentimientos. Creo que soy luchador empedernido, un trabajador
del alma por decirlo de una manera rotunda.
La nueva relación o, mejor
dicho, el nuevo intento de relación va a hacer que me cuide más. Por ejemplo,
para estar más delgado. Tengo que cuidarme más para estar mejor para la persona
a la que realmente llegué a querer hace 17 años y cuyos sentimientos se han
vuelto a despertar ahora después de tanto tiempo. No estaba equivocado
entonces. No estoy equivocado ahora.
Existen también segundas
oportunidades en Psicología o Psiquiatría. Yo por ejemplo tengo ya la cuarta
psicóloga en
Tengo también a la Ura y todas las actividades
que desarrollo en ella. Como por ejemplo la relajación o el yoga que me ayudan
a estar más tranquilo y que me permiten la sanación parcial de mi cuerpo y de
mi alma.
Soy optimista. Es
imprescindible cuando se tienen problemillas de nervios y hay que luchar para
seguir adelante cada día.
Recuerdo ahora la frase
aproximada de Charles Chaplin: “No quiero renunciar al derecho a equivocarme”.
Yo tampoco quiero renunciar a ese derecho y no estoy dispuesto a permitir que
los fracasos inunden mi vida y me paralicen y me impidan seguir adelante y
seguir buscando la auténtica felicidad. Es como el título del libro de Bertrand
Russell, Premio Nobel de Literatura: En busca de la felicidad. De vez en cuando
cojo alguno de sus consejos que me sirven para la vida cotidiana. Son muy
sencillos y se aplican fácilmente a la vida.
Hay más segundas
oportunidades. Pero ya digo que hay tantas como personas existen y no hace
falta poner más ejemplos. Simplemente decir que nos aferremos a esas segundas
oportunidades para no sentirnos fracasados y tener fuerzas suficientes para
seguir adelante y con la fuerza necesaria que nos permite pensar que merece la
pena vivir la vida en plenitud. Salud y suerte.
José Cuadrado Morales
Por aquí nos gusta decir que el triunfo no está en vencer siempre, sino en nunca desanimarse. Un saludico
ResponderEliminarQuerido amigo: es cierto que lo importante es no desanimarse nunca y si eso ocurre levantarse y seguir luchando porque la vida muchas veces es demasiado dura. Gracias por tu comentario, que me da fuerzas para seguir escribiendo por todos vosotros mis lectores. José Cuadrado.
ResponderEliminarMuy interesante el tema de las segundas oportunidades. Como dice el refrán : un tropezón no es una caída, hay que saber levantarse tantas veces como sean necesarias.Te deseo suerte con la relación a distancia con tu amiga mexicana.Rosa.
ResponderEliminarQué buena reflexión, José, escribes muy bien y favoreces que los demás reflexionemos sobre todo esto. Claro que hay que darse una segunda oportunidad... y una tercera, o cuarta, o las que hagan falta... así aprendemos, sobre la marcha, de los errores, y a seguir adelante. Un saludo
ResponderEliminarComo decía mi madre no importa las veces que te caigas si te levantas y sigues luchando, una reflexión genial, enhorabuena
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