Me llamo Cecilia y vivo en la calle Escoberos, en el barrio
de la Macarena. El otro día estando yo
en un salón de juego – cafetería, situado en la calle Feria, entre las calles
Bécquer y Escoberos, tomándome un descafeinado, cuando de pronto entró un chico
joven, se acercó a la barra y pidió un vaso de agua. El camarero desconfió por
su aspecto y le sirvió en vaso de plástico, después de bebérselo pidió otro que
el camarero le sirvió en ese mismo vaso, yo estaba sentada en la barra en un
banco alto, con el bolso colgando del asiento abierto, ya que me disponía a
pagar lo que me estaba bebiendo, tenía el bolso cogido con la mano izquierda
del asa y estaba distraída ya que con la otra mano, estaba a punto de coger el
monedero para pagar, cuando el chaval dejó el vaso encima de la barra, se giró
hacia mí y de buenas a primeras, tiró del bolso arrancándomelo de entre las
manos; se metió el bolso bajo el brazo y salió corriendo.
Yo ni corta ni
perezosa salí corriendo detrás; giró por la calle Escoberos y siguió corriendo,
yo corría tras él hasta que ya no pude más y tuve que parar y le perdí de
vista; allí donde me paré, todavía en la calle Escoberos, ya muy cerca de mi
casa, me encontré con un chaval que llevaba en la mano un teléfono móvil y que
me preguntó si me pasaba algo, yo le dije que me habían robado el bolso hace 15
minutos, me acercó el teléfono y me dijo que me lo prestaba para que llamara a
emergencias, marcó el número y hablé; me preguntaron por qué llamaba y yo les
conté toda la historia. Me contestaron que ellos estaban avisados y cortaron; a
los 5 minutos se presentó allí en esa esquina donde yo había parado de correr,
una patrulla de la policía nacional, venían en coche pero lo habían aparcado y
se presentaron allí dos agentes de a pie y me preguntaron si yo había llamado a emergencias hacía 5
minutos, cuando yo respondí que si, aparecieron dos chavales en moto por la
transversal que cortaba Escoberos en esa esquina y dijeron que lo habían visto
girar por la calle por donde ellos venían; inmediatamente los dos agentes
empezaron a correr en esa dirección, y desaparecieron.
Yo seguí caminando hasta llegar a mi casa, tenía prisa
porque en el bolso iban las llaves entre otras cosas, como documentos, por
ejemplo tarjetas de crédito, visa, DNI, tarjeta de
Por la tarde me avisaron de que lo habían cogido, pero eso ya es otra historia....
Cecilia.
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