miércoles, 21 de mayo de 2014

CRÍTICA DE CINE. "MEJOR OTRO DÍA"

Se trata de una producción del Reino Unido del año 2014 dirigida por el francés Pascal Chaumeil y protagonizada casi en su totalidad por Pierce Brosnan, Toni Collette, Imogen Poots y Aaron Paul. Hay también una colaboración especial de Sam Neill, un actor que cada vez aparece en menos películas, que hace de político y padre de Imogen Poots.
Repasemos brevemente las carreras de los cuatro actores principales. Pierce Brosnan empezó como tantos otros en la televisión con la serie de detectives Remington Steele. Tenía de compañera a Stephanie Zimbalist. Firmó un contrato por muchos años que tenía una cláusula que le impedía hacer cine. Eso lo tuvo esclavizado mucho tiempo porque recibía ofertas para hacer películas que no podía cumplir. Cuando terminó el contrato de la serie empezó a hacer cine y ya lo hizo con regularidad aunque discretamente hasta que le llegó su gran oportunidad con Goldeneye protagonizando a James Bond. Hizo un total de cinco películas. Después ya la carrera le fue mucho mejor hasta esta Mejor otro día que es para mí su mejor película hasta la fecha y la mejor película de los cuatro actores protagonistas.
Toni Collette empezó en el cine hace algo más de veinte años con una película titulada La boda de Muriel, que fue un taquillazo en la época y se mantuvo mucho tiempo en cartelera. Entonces estaba bastante gruesa, lo que le iba muy bien para el papel. Ahora  está delgada, casi famélica, lo cual le viene bien también para el papel en esta película.
Imogen Poots y Aaron Paul son los más jóvenes y los que tienen obviamente las carreras más cortas. Imogen Poots es una actriz inglesa que ha trabajado en películas como Noche de miedo, Jane Eyre y Need for speed, donde también interviene Aaron Paul, que hace de héroe de acción o héroe de la velocidad, pero es más conocido por el papel de Jesse en la serie de televisión considerada por muchos como la mejor serie de la historia Breaking Bad. De esa serie saben muchos los internautas porque se ha difundido mucho por Internet.
Situemos los personajes. Pierce Brosnan es Martin, Toni Collette es Maureen, Imogen Poots es Jess y Aaron Paul es J.J., que quiere decir John Julius, es decir, Juan Julio, combinación de nombres que no había conocido hasta ahora. Los cuatro no se conocen y van a conocerse en el mismo sitio, el mismo día y la misma hora para hacer lo mismo: suicidarse. Así de claro y rotundo. El sitio es la Torre Fleet de Londres. El día la víspera de Año Nuevo, es decir, Nochevieja. Y la hora cercana la medianoche. 

El primero en llegar a la Torre Fleet, conocida por la cantidad de personas que se tiran desde su azotea, es Martin (veteranía obliga). Trae una escalera de mano que introduce por las escaleras interiores de la torre. Cuando llega a la azotea la apoya en el pretil de la torre y la deja caer sobre el pretil de la azotea del edificio de enfrente. Lo hace con la flema característica británica, de lo que sabe mucho Pierce Brosnan por su origen. Se sube a la escalera y camina hasta la mitad de ella para tirarse lo mejor posible y dar con el cuerpo en el suelo sin obstáculos. Pero antes de tirarse viene otro suicida y lo salva del suicidio. Nótese el sentido del humor, la situación de comedia que se plantea. Un suicida salvando a otro suicida. Y es que el suicidio y la depresión están tratados en clave de humor en la película, pero con profundo respeto.

Después vienen los otros dos suicidas y le convencen de que baje. Entonces se forma un coloquio entre los cuatro suicidas. Cada uno cuenta el motivo de querer suicidarse. Martin ha sido expulsado del trabajo de copresentador de un conocido programa matinal de la televisión por acusaciones de pedofilia que no han podido ser demostradas pero que han manchado su nombre y su reputación. Maureen está cansada de ser una madre soltera que cuida continuamente de su hijo disminuido físico al que le falta incluso una pierna y que padece una enfermedad degenerativa y tiene que moverlo con una grúa desde la cama a la silla y lo lleva todos los días a rehabilitación para que no se le atrofien definitivamente los músculos. Jess es una estudiante con problemas amorosos. Y J.J. es un músico reconvertido en repartidor de pizzas que no tiene suerte y cree que no se le reconoce su talento porque va de conjunto en conjunto sin cuajar en ninguno.

Los cuatro toman una decisión: verse el Día de San Valentín y concluir entonces si se quitan la vida o no. Nótese el tono de humor negro típicamente inglés que tiene esta situación. Los cuatro se verán durante este tiempo. Cuando la prensa se entera de lo ocurrido los llaman Los cuatro de la azotea y deciden sacar provecho de ello. Van al programa que hacía Martin y son entrevistados cobrando. También conceden entrevistas a la prensa escrita cobrando dinero. Se van de viaje como la pequeña gran familia que forman.  Durante el viaje J.J. tendrá una crisis y querrá volverse a Estados Unidos, su país de origen, pero lo convencen para que siga en el Reino Unido. Irán también a la playa y se bañarán vestidos del todo . Es decir, que harán cosas de jóvenes o niños. Están volviendo a sentir la alegría de antes. Todos menos J.J. porque el Día de San Valentín cuando van los cuatro a la Torre Fleet está subido en la misma escalera que llevaba Martin al principio de la película. Ha nevado mucho ese día y se ha formado una neblina muy espesa que le hace decir a J.J. que no se ve ni el fondo del suelo. Lo que no se ve en realidad es el fondo de su alma, que está totalmente hundida. Dice también que se han  suicidado tres personas desde la Nochevieja que se conocieron hasta el Día de San Valentín. Es decir, que ha llevado la cuenta de los suicidios.

Los otros tres lo convencen para que baje y lo hacen. Forman otro coloquio y deciden verse como sea 320 días después, cuando sea de nuevo Nochevieja y se cumpla un año de su conocimiento. Y así ocurrirá por internet. Y las cosas habrán cambiado bastante. Martin ha sido exculpado de la pedofilia y está en su casa con su hija, que duerme en el sofá tapada con una manta. La escena final de la película será Martin cogiendo a su hija tapándola con la manta y dándole un beso de ternura. Final emotivo y esperanzador.
Maureen ha comprendido que su hijo es más fuerte que ella porque es capaz de vivir en su estado sin quejarse. Ha asumido mejor su papel de madre soltera. Y Jess y J.J. se han enamorado y han conocido el amor desinteresado.

La película es profunda. Tiene unos diálogos muy densos que requieren mucha atención para que no se pierda nada de lo que dicen los actores. Es fruto de un guión adaptado de una novela de Nick Hornby que ha vendido 1 millón de ejemplares en el Reino Unido y ha sido traducida a 17 lenguas, entre ellas el español. En España se ha titulado la novela En  picado, buen título y muy apropiado para los suicidas.
La película tiene una estructura no original pero sí eficaz. Se divide en cuatro partes, cada una dedicada a uno de los protagonistas. En  cada parte habla cada protagonista y cuenta cosas de su vida. Es la misma estructura de Los santos inocentes de Mario Camus, donde había partes dedicadas a los protagonistas, pero sin voz en off contando las cosas. En  esta película Alfredo Landa y Paco Rabal hacían extraordinarios papeles que le valieron el premio a los dos a la mejor interpretación en el Festival de Cannes allá por los años ochenta.

En la película tiene mucha importancia la música, sobre todo las canciones, que no están dobladas afortunadamente, sino subtituladas. Tratan grandes temas como el amor y el desamor, la vida y la muerte, la esperanza y la desesperación, las causas que pueden llevar a una persona al suicidio, etc… Son un complemento perfecto para la película.
La película no está recomendada para menores de 7 años. Creo que debería subirse la edad hasta los 16. Dura 96 minutos y el tiempo pasa volando. El género es la comedia dramática negra. El humor negro inglés brilla por su presencia.
Hay que destacar el título español de la película, muy bueno. Mejor otro día refleja bien la actitud de los protagonistas: mejor suicidarse otro día. El título original en inglés es A long way down, es decir, un largo camino hacia abajo. 
Se refleja la caída progresiva en la depresión que te lleva al suicidio. Hay que destacar las frases promocionales de la película: deja para mañana lo que puedas hacer hoy. Juega con el no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Lo de la película hace alusión a dejar para mañana siempre el suicidio para que puedan seguir viviendo los protagonistas, cada uno con los inevitables problemas de la vida. Hay otra frase que hace alusión a tirarse al vacío, que también hay que dejarlo para mañana.
En definitiva estamos ante una muy buena película a la que le concedo cuatro estrellas y que es una pena que haya sido distribuida por A contracorriente films porque no le ha dado publicidad ninguna. Tampoco la productora. La película está pasando sin pena ni gloria por las carteleras sevillanas y es una de esas rarezas que descubrimos los cinéfilos para disfrutar de buen cine escudriñando en la prensa diaria, en las revistas especializadas, etc… Aprovechen los pocos días que le quedan a la película para poder disfrutarla. Verán que los grandes temas también pueden ser tratados con sentido del humor sin perder nunca el respeto debido. Salud y suerte.

Calificación:

José Cuadrado Morales

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