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“Vamos al agua, que da de beber y lava” |
Ante todo, propongo que nos
pongamos en esa época tan reciente y tan lejana al mismo tiempo, en que aún el
agua potable no llegaba a las casas debido a la falta de canalización
dirigida; Así, las casas de mi pueblo solían
tener cada una su propio pozo, gracias a
lo cerca de la superficie que estaba el nivel freático.
Pero también había personas que
se dedicaban a vender agua “aguadores” y uno de ellos era ISIDORO, quien
solía llevar un borrico con unas parihuelas con dos o más cántaros llenos del líquido elemento pregonando su mercancía,
que al igual que otros vendedores
pregonaban su mercancía por las calles a voces, como por ejemplo: “Vamos al
agua, que da de beber y lava”.
Isidoro cogía el agua de un
salidero que había entre los dos filtros; estos se comunicaban por los tubos, (agua de regadío, pero potable),
y él, se ganaba la vida de esta manera tan sencilla pero trabajosa.
Diego de la Algaba.
Qué historia tan chula, se nos olvida lo dificil que era antes la vida cotidiana...
ResponderEliminarTienes razón, suena lejano pero no ha pasado tanto tiempo. Muy interesante
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