A casi todos nos gusta sonreír, nos reímos en muchas
situaciones y circunstancias de la vida. Cuando estamos con los amigos,
compartimos anécdotas del pasado en las que hubo momentos graciosos o también
en momentos actuales y presentes muchas veces hay cosas que nos hacen reír,
incluso a carcajadas haciendo que se nos caigan algunas lágrimas de las risa
tan grande que tenemos. También nos reímos cuando nos cuentan uno o varios
chistes que nos parecen muy graciosos, y nos entran esas risas que en ocasiones
no podemos evitar, y esto es bastante positivo, sobre todo si nos sentimos
desanimados, con baja autoestima, o algo deprimidos.Y es que reírse, es una de las mejores terapias que podemos
encontrar sin tener que ir al psicólogo o psiquiatra, y eso, bajo mi punto de
vista, hay que valorarlo mucho, ya que enriquece el alma y le da un aire
positivo y alegre a nuestra cara, no solo con nosotros mismos, si no hacía los demás,
y sobre todo con la gente que más nos conocen. La verdad que reírse es una de
las cosas más sanas y positivas que tenemos en nuestras vidas.
"No es lo mismo reírse con alguien, que reírse de alguien"
Pero también tenemos que tener cuidado con las risas, por que no es lo mismo reírse con alguien,
que reírse de ese alguien, que ya sabemos que muchas veces las cosas tienen
doble sentido, positivo y negativo, y muchas veces las personas miramos más el
lado negativo, y es por que mucha gente es muy mal pensada, y pueden sentirse
aludidas y a la vez dañadas si se piensan que nos reímos de dicha persona. Y lo
que hacemos verdaderamente, es reírnos con es persona. Por eso lo de tener
cuidado con ese doble sentido. En definitiva, reírse es muy sano y positivo,
pero hay que tener siempre en mente que cuando te estás riendo, de que nadie se
sienta aludido por creer que esa risa va dirigida hacía tal persona en sentido
burlesco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario