Mari
carmen ese es
su nombre, vino
gracias a su
vecina Isabel que se la recomendó a mis
hermanos que estaban buscando a
una muchacha que
cuidara de mi madre
y así fue como
entró Mari Carmen a
trabajar en mi
casa. Desde el principio
se vio su personalidad, es bastante resuelta y responsable, capaz
de enfrentarse con cualquier
cosa aunque parezca imposible. Bueno
hace lo que puede, limpia la casa, lava la ropa, barre, hace la comida, cuida de la
salud de
mi madre y de mi tia, les toma la
tensión, las lleva
al medico, va a la farmacia y por
si fuera poco nos da
cariño y nos trasmite una energía
increíble.
Desde el
principio ha congeniado con todos en especial conmigo
que siempre salgo en su defensa. Mari
Carmen dice que yo soy
como su hijo o como si
fuéramos hermanos pero
lo que si somos es buenos amigos
y nos tenemos cariño. Con ella siempre escapo bien,
raro es el día que
no me trae dulces o chorizos,
aceite del bueno o caldo etc.… y yo
me pongo muy contento.
Siempre que puedo ir con ella en
el coche me apunto, con ella me lo paso
muy bien, sobre todo con nuestras tertulias de la mañana, nos
contamos todas las cosas las
buenas y las malas y ella me dice “HOLA MIGUELILLO”
También se ríen
muchos conmigo ella y su hijo Jordi
por que dice que
tengo mucho arte. Si Carmen me tiene
que “relatar” lo hace, pero también
cuando nos reímos nos reímos y
además ella ha pintado
las habitaciones del
color que a mi me
gusta.
En fin
Mari Carmen es muy
precisa para nosotros, se ha integrado muy bien y nos
resulta imprescindible, por eso
mi madre y
yo no queremos
a otra. Espero
que este con nosotros
durante muchos tiempo.
Miguel Ángel Martín
Qué bonito homenaje, Miguel Ángel. Y qué bien sienta decir y escuchar las cosas buenas. Deberíamos practicar más ese deporte. ¡Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarQué bonito Miguel Angel. Qué contento estamos todos. con verte feliz y hacer feoez a la gente que te rodea. Un beso enorme. Rafa
ResponderEliminarCada vez escribes mejor. Me encantan tus relatos. Se ve a leguas que eres un tío genial. Marcarme tiene mucha suerte de estar junto a gente como tú. Un abrazo
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