Se llama José, pero le dicen Joséito .No sabe su edad , tan
sólo que nació en la Quinta de 1930, (con lo que tiene 84 años). Este hombre es
natural de Cabeza de vaca (Badajoz), y en la postguerra, como tantas familias extremeñas
emigraron a Sevilla, como si lo hubiera hecho a Cataluña o Madrid.
La familia de Joseíto se instaló se instaló en La Algaba, y éste,
cuando tuvo cuerpo para trabajar lo hizo en el campo, ya fuera segando hierba para los toros o las vacas, podar , regar
,talar o mamonear melocotones.
Recuerdo que en los años setenta u ochenta, los trabajadores
de la gran finca donde trabajaba Joseíto, iban, ya aseados y con ropa limpia, a
la plaza principal del pueblo a cobrar
el jornal diario, parte del cual lo destinaban a los dos cuartillos de
vino blanco que se bebían en el bar “El Rajao”, agradeciendo la
mareíta que se levanta cuando el viento llega del suroeste.
Hace dos veranos, creo a eso de las seis de la tarde, “habíamos” cuatro o cinco en la Plaza,
cuando de pronto va Joseíto y le da por
coger una colilla de un cigarro que había en el suelo, diciendo después: “déme usté fuego, ha favó”
Al principio parecía una broma,
pero no, le dieron lumbre y se fumó la pava del cigarro.
Desde entonces, fuma todo lo que
se encuentra o le dan , pero no pide.
El caso es que hace varios días,
apareció en calzoncillos y queriéndose poner
un abrigo viejo por los pies:
directo a SAN LÁZARO, hospital que
queda junto al cementerio de San Fernando,
el cual arrebató Sevilla a los “moros”.
Joseíto, digamos que tiene una
pensión más que digna, está acogido a
una estructura jurídica legal, según la cual,
hace sus tres comidas, y lo visten, aunque
lo que se dice dormir, lo hacía en una casita de una habitación. No tiene ni radio, ni televisión, ni sabía leer el
periódico, por lo que cuando el tiempo está bueno, se lleva todo el día dando vueltas alrededor de la Plaza;
pero peor nosotros, que nos dedicábamos a contar las vueltas. El nosotros incluye a Manuel “Afilador, Quinquillero ÉL, a Roque, y algún que otro gitanillo
rumano que a las 4 o 5 de la tarde se entretenían jugando en la fuente del pueblo. Y
así…así…..rula la vida.
Diego de la Algaba.
Es una preciosidad de historia, eso si, un poco triste.
ResponderEliminarMi enhorabuena a su autor y besos a Joseito, que no se si es ficción o real. Sea como sea, entrañable.
ResponderEliminarMe parece una historia muy pintoresca . De un personaje con mucha astucia y muy picaresco. Me recuerda en ramarazos a el libro de El Lazarillo De Tormes.
YFC
ResponderEliminarMe parece una historia muy pintoresca . De un personaje con mucha astucia y muy picaresco. Me recuerda en ramarazos a el libro de El Lazarillo De Tormes.
YFC
ResponderEliminarMe parece una historia muy pintoresca . De un personaje con mucha astucia y muy picaresco. Me recuerda en ramarazos a el libro de El Lazarillo De Tormes.
YFC
ResponderEliminarMe parece una historia muy pintoresca . De un personaje con mucha astucia y muy picaresco. Me recuerda en ramarazos a el libro de El Lazarillo De Tormes.
YFC
ResponderEliminarA todas las las personas que han
leído o comentado el artículo sobre Joseíto se lo agradezco amablemente, porque me da moral para seguir escribiendo sobre lo que se tercie en este BLOG.
Diego , de La Algaba.
ResponderEliminarA todas las las personas que han
leído o comentado el artículo sobre Joseíto se lo agradezco amablemente, porque me da moral para seguir escribiendo sobre lo que se tercie en este BLOG.
Diego , de La Algaba.
ResponderEliminarA todas las las personas que han
leído o comentado el artículo sobre Joseíto se lo agradezco amablemente, porque me da moral para seguir escribiendo sobre lo que se tercie en este BLOG.
Diego , de La Algaba.
ResponderEliminarA todas las las personas que han
leído o comentado el artículo sobre Joseíto se lo agradezco amablemente, porque me da moral para seguir escribiendo sobre lo que se tercie en este BLOG.
Diego , de La Algaba.