En anterior artículo dije que
según un estudio realizado que escuché en un documental televisivo nos pasamos
seis años de nuestra vida soñando, por lo que he decidido dedicarle un artículo
al mundo complejo de los sueños. Seis años es mucho tiempo, considerando el
tiempo que pasamos soñando mientras dormimos, al margen de los sueños que
tenemos en estado de vigilia. Sigmund Freud ya estudió muchísimo el mundo de
los sueños y escribio su famosa Interpretación de los sueños, pero siempre hay
algo que añadir a los sueños porque cada uno tiene los suyos propios,
intransferibles y sometibles a toda clase de interpretaciones. Quizás nuestra
vida sea lo que dijo Calderón de la
Barca en La vida es sueño: “Que toda la vida es sueño y los
sueños sueños son”. Yo creo que hay que distinguir claramente entre el estado
de vigilia y el estado de sueño. La razón domina la primera y el subconsciente
domina el segundo. Hay que diferenciar claramente el mundo consciente del
inconsciente. El inconsciente no podemos controlarlo, pero tenemos que hacer
todo lo posible para que no nos afecte. Particularmente cuando los sueños nos
hacen daño. Pienso que en cierta manera el mundo del subconsciente es una
venganza del mundo consciente. En éste siempre estamos reprimiendo cosas que el
subconsciente libera abiertamente. El consciente dominado por la razón suele
practicar con sobremanera la represión de los deseos y los sueños. Esas
represiones se liberan en el subconsciente, aunque nos haga daño.
Yo sueño todas las noches. Quiero
decir que tengo memoria de los sueños que vivo porque soñar siempre soñamos
aunque no tengamos memoria de los sueños. Los sueños me suelen hacer daño
porque afectan a cosas fundamentales de mi mundo o universo consciente. A veces
la interpretación es bien sencilla, sobre todo en lo que yo llamo sueños
obvios, es decir, aquellos que tienen una fácil interpretación. Por ejemplo, yo
suelo soñar con mis problemas económicos. Me veo con una inmensa calculadora
haciendo toda clase de cuentas para llegar a fin de mes y a fin de día. El
sueño expresa lo que yo ya vivo en mi mundo consciente y me genera angustia.
Recuerdo muchas veces que sueño con la muerte de mi madre, que pronto hará
cuatro años que falleció. Creo que eso es porque la muerte aún no está resuelta
del todo. Quizás en vida no le di todo el amor que merecía o empecé a dárselo
muy tarde y por eso los sueños me recuerdan lo que ya reconozco en mi universo
consciente. A veces estos sueños sobre mi madre me producen una gran angustia,
pero la supero al poco tiempo de despertarme, pero son como una pescadilla que
se muerde la cola porque si sueño sobre algo que recuerdo le doy vueltas en mi
consciente y no paro en definitiva de sufrir por algo que ya no tiene remedio.
Pero los sueños no entienden
de lógica. Ellos tienen su normativa particular. Existen diversas fases de
sueño según las horas en las que estamos dormidos. En según qué fase nos
encontremos podemos recordar con más facilidad los sueños. Ellos nos controlan
a nosotros y no podemos hacer nada por controlarlos. Pero también nos podemos
valer de los sueños para luchar en nuestra vida diaria. Hay sueños
verdaderamente surrealistas que son difíciles de interpretar y son los que
tienen una mayor carga simbólica. Por ejemplo: yo sueño con frecuencia que me
estoy cayendo desde una gran altura y nunca termino de caerme, de estrellarme
contra el suelo. Creo que esto significa que tengo cosas no resueltas en mi
vida y el cerebro, que siempre está en funcionamiento, me lo recuerda a través
del mundo de los sueños. También sueño con frecuencia con relaciones amorosas
terminadas y el dolor que eso me produce. No soporto estos sueños porque no
tengo ninguna necesidad de que el universo onírico me recuerde lo que ya
recuerdo por mí mismo todo el día. El desamor en los sueños es una presencia
constante en mi vida y a veces incluso prefiero no dormir, pero me duermo por
la medicación y los sueños hacen de las suyas.
Pero siempre hay que quedarse
con la parte positiva de todo y los sueños no iban a ser menos. Ellos muchas
veces nos alertan de cosas que no debemos hacer o cosas que deberíamos hacer,
según el caso. Respecto al desamor ellos me advierten de que no caiga en los
mismos errores, que tengo que cambiar, que no puedo seguir manteniendo
relaciones de la misma manera que las he mantenido hasta ahora. Los sueños son
entonces amigos que nos indican el camino a seguir, nos dan la fuerza
suficiente para seguir adelante. La simbología es fundamental para que los
sueños nos sirvan positivamente. Hay veces, por ejemplo, que sueño que intento
andar y no puedo o avanzo muy lentamente. Eso significa para mí que en mi mundo
consciente camino muy lentamente pero en sentido simbólico, es decir, que hago
las cosas muy despacio y la tengo en gran cantidad pendientes de resolución. El
mundo subconsciente y el mundo consciente se dan la mano en ese momento porque
somos una unidad, todo forma parte del mismo plan de vida y no podemos
modificar las reglas del juego.
Hay que tener en cuenta que
comos seres racionales que somos también soñamos despiertos. Tenemos proyectos
de vida porque la vida es precisamente el conjunto de proyectos que siempre
tenemos pendientes de hacer. Estos sueños no tienen nada que ver con los sueños
del mundo subconsciente. Pero también son sueños necesarios porque nos
mantienen ocupados, dan sentido a nuestra vida y nos alimentan con una energía
tremenda para seguir adelante. Soñar es algo libre y depende de cada uno los
sueños que tengamos, pero debemos controlarlos para no pasarnos y caigamos en
el mundo de las frustraciones. Es fácil soñar despierto y más fácil en
consecuencia caer en la frustración porque los sueños racionales no se
corresponden con la realidad. Recuerdo
ahora la frase de Galileo Galilei dicha en voz baja durante el juicio ante la Santa Inquisición por el tema
de quién está en el centro del Sistema Solar, si el sol o la Tierra : Cogito ergo sum. Es
decir, pienso luego existo. Pues podríamos decir tranquilamente que soñamos
luego existimos.
No se entiende la vida sin sueños, tanto los que vivimos en la
cama como los que vivimos despiertos. Los sueños son una parte muy importante
de la vida. Ellos alimentan nuestras ilusiones. Hay que tener siempre esperanza
para que los sueños sean los que nosotros queramos. Es la bidireccionalidad de
los sueños: el mundo consciente condiciona el mundo subconsciente. Según lo que
soñamos despiertos así será lo que soñemos dormidos. No es una trampa a la que
nos sometemos, sino una realidad positiva que no podemos dejar de considerar.
Los sueños son muy importantes
para la salud mental. En ellos encontramos muchas claves de nuestras
enfermedades mentales. El psicoanálisis se alimenta de ellos. Freud ya lo
estudió suficientemente. En las terapias de grupo se tratar mucho el tema de
los sueños. Ellos nos ayudan a entender cosas de nuestro comportamiento que no
podríamos entender de otra manera. Los sueños son así nuestros amigos. Tenemos
que hacerlos nuestros amigos. Rivalizar con los sueños es peligroso porque
ellos tienen más poder que nosotros . Mejor no ir en contra de ellos porque así
se da una lógica a los sueños que nos permite ser felices con ellos. El sentido
pragmático de los sueños es una buena actitud ante ellos. Dar su sentido y nada
más. No mirar más allá para que no nos hagan daño, que sería la parte negativa
de ellos.
Los sueños nos acompañan a lo
largo de nuestra vida. Seis años son muchos repartidos a lo largo de nuestra
existencia. Yo cuando me acuesto ya pienso en lo que voy a soñar y me da miedo
a veces soñar ciertas cosas. Pero sigo adelante. No dejo que me paralicen. Y no
quiero que a vosotros os paralicen vuestros sueños y os hagan daño, porque ésa
es la parte más negativa de los sueños. Quisiera pensar que la vida es un sueño
y los sueños sueños son. Sólo eso: sueños. Como dijo Martin Luther King: Yo he
tenido un sueño. Pues nosotros digamos que hemos tenido nuestros sueños y nos
dan una fuerza muy grande para seguir luchando. Os deseo lo mejor y por
supuesto espero que tengáis felices sueños.
José Cuadrado Morales
jottian5: En nuestra opinión son muy importantes los sueños porque realmente pasamos mucho tiempo soñando, e influyen mucho en nuestros estados de ánimo, incluso en nuestras maneras de comportarnos.
ResponderEliminarAlgo que es importante saber es que existe un mundo consciente e inconsciente que tiene que ver mucho con los sueños, porque realmente se tiene hasta cierto punto una ignorancia sobre éstos y es bueno tener más conocimientos ya que los sueños pueden ayudarnos a cierto equilibrio mental. Es por eso que nos agradó mucho el artículo ya que aprendimos que los sueños influyen en nuestra vida cotidiana y podemos tener cierto control sobre ellos.
jottian5: En nuestra opinión son muy importantes los sueños porque realmente pasamos mucho tiempo soñando, e influyen mucho en nuestros estados de ánimo, incluso en nuestras maneras de comportarnos.
ResponderEliminarAlgo que es importante saber es que existe un mundo consciente e inconsciente que tiene que ver mucho con los sueños, porque realmente se tiene hasta cierto punto una ignorancia sobre éstos y es bueno tener más conocimientos ya que los sueños pueden ayudarnos a cierto equilibrio mental. Es por eso que nos agradó mucho el artículo ya que aprendimos que los sueños influyen en nuestra vida cotidiana y podemos tener cierto control sobre ellos.
Gracias por la inmensa amabilidad que has tenido contestando a mi artículo sobre los sueños y me alegro mucho de que te haya servido tanto. Yo sigo trabajando sobre los sueños porque nunca dejamos de soñar porque nunca dejamos de vivir. Tal vez vivir y soñar sean la misma cosa. ¿Quién sabe, verdad? Supongo que nos enteraremos cuando termine la vida. Entonces saldremos de muchas dudas y nos aclararemos bastante en tantas confusiones como nos produce la vida diaria. Un recuerdo muy cálido para ti y otro para ese gran país que es Méjico. Un beso. José Cuadrado.
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