La teoría de la simplificación es de aplicación ambigua o imposible. Pasa lo que con la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein y tantas otras teorías, en las que entran en conflicto claramente la teoría y la praxis. Numerosos axiomas encierran en sí mismos el germen de la imposibilidad o la improbabilidad, que hace muy difícil que la praxis triunfe.

Aplicada la teoría de la simplificación a las Matemáticas es fácil. Basta ir reduciendo lo máximo posible el numerador y el denominador hasta alcanzar la fracción más pequeña posible. Pero esto en la vida cotidiana no es tan sencillo. La simplificación significa reducir al mínimo posible los problemas o las taras que tengamos hasta que parezca que no tenemos ni problemas ni padecemos de ninguna tara. Eso es todo. La teoría de la simplificación tiene pues una definición bien sencilla: hallar el núcleo de la sencillez en todos los órdenes de la vida. Esto en la existencia cotidiana es muy difícil porque nos sobrepasan los problemas y nos sentimos numerosas veces impotentes ante las adversidades con que vamos encontrándonos por el camino.
Ante una crisis nerviosa podemos aplicar una técnica psicológica que consiste en decir que yo no tengo nada, que no es más que fruto de la imaginación y que realmente no tenemos nada, no nos está ocurriendo nada. El mal es sólo fruto de la fantasía y podemos acabar con él sin que nos toque lo más mínimo. La crisis psicológica desaparece con la afirmación de una autoestima interna que nos lleva a la paz interior sin que quede el más mínimo rastro de padecimiento alguno. Yo estoy bien porque quiero estar bien y ningún mal podrá instalarse dentro de mi mente. Así las crisis mentales pueden superarse con facilidad porque en ningún momento ha habido conciencia real del mal. Aquí la simplificación es sumamente difícil porqu
e un esquizofrénico no puede negar sus voces, puede atenuarlas con voluntad o con medicación, pero no simplificarlas hasta que desaparezcan sin ayuda de ningún tipo.

Esas voces ordenan a veces que el paciente se corte por ejemplo las venas o se haga cualquier otro tipo de daño. El paciente puede negar la realidad de esas voces, pero en verdad las está escuchando. No se puede negar lo evidente ni puede superarse un brote psicótico sin ningún tipo de ayuda, sino simplemente diciendo: yo simplifico mi mente y niego las voces. La praxis simplificativa no puede aplicarse sin apoyos externos. Hace falta la evidencia del mal para superarlo.
En una crisis depresiva pasa lo mismo: yo niego la existencia de la depresión, pero ésta la estoy viviendo verdaderamente. El sufrimiento es real y no puedo negarlo. Simplifico intencionalmente la depresión diciendo que yo no estoy deprimido, pero en la propia teoría está la praxis de la imposibilidad, aunque no niego el hecho de que terapéuticamente sirve decir yo estoy bien cuando estoy mal. Es siempre mejor aplicar una actitud positiva ante las cosas que una actitud negativa. Lo positivo transforma la realidad negativa en verdadera emoción positiva y podemos llegar a sentirnos bien, pero no siempre puede garantizarse el corto plazo de la recuperación. Por mucho que queramos aplicar la simplificación la depresión va a seguir haciéndonos daño, pero podemos minimizar este daño con el enfrentamiento positivo ante la realidad psiquiátrica que se nos presenta como insoluble.

En las relaciones de pareja también surgen numerosos conflictos. Muchos se solucionan con el simple diálogo, que es las forma más rápida de sol
ventar los problemas. Pero no siempre el diálogo sirve. A veces al contrario empeora la relación y sobreviene el silencio. Éste al menos no aumenta el nivel de la discusión. Hemos simplificado, pero la simplificación no ha resuelto el conflicto. Simplemente lo mantiene parado hasta que verdaderamente pase. No siempre el silencio es la solución al conflicto. Porque el silencio puede ocasionar trastornos internos importantes y un aumento considerable del nivel de ansiedad y ésta puede acabar explotando y proporcionando nuevos puntos de vista negativos que hagan que la bola del problema sea mayor. Simplificar es vivir, es un canto a la vida, es intentar solucionar los problemas de la forma más simple. Pero como dice el axioma lo simple es difícil porque es simple. Ahí radica la dificultad de la simplificación. Es sumamente difícil. Pero con actitud positiva se puede hacer frente mejor a los problemas de pareja. Y aumentando la seguridad en uno mismo, que es básica para que la simplificación funcione. La seguridad permite sentirnos cómodos con nosotros mismos y firmes en el proyecto de solventar un problema cualquiera.


Pues quiero ser un burgués si con ello consigo la felicidad. Quiero ser un alma simplificada que sabe cómo obrar en cada momento, sin dudas, sin manías de ningún tipo. Con las manos vacías, con una existencia sencilla, con una corrección inmediata de todos mis defectos. En esto estoy trabajando actualmente y espero que consiga triunfar en mis proyectos. Yo os deseo a todos vosotros la máxima simplificación para que vuestras vidas no sean complicadas ni las compliquéis deliberada o involuntariamente.
Simplificando: sed felices.
José Cuadrado Morales
Uno de mis profesores me dijo ya hace tiempo: "La solución más simple suele ser la mejor". Con los años me he dado cuenta de que tenía razón..
ResponderEliminarEste tema realmente me apasiona y tengo experiencia personal en que es real. Sin embargo, me gustaría anotar que el texto es muy negativo, aparecen muchas veces las palabras "difícil", "no puedo", "es complicado", "no sirve".
ResponderEliminarLa simplicidad es positiva SIEMPRE!, se trata de hacer más sencilla la vida, de siempre verle el lado positivo. Si quieres hacer más sencilla la vida y empiezas diciendo "es difícil" o "no puedo" pues así será!! Tú te estás poniendo barreras mentales y ya que de manera muy acertada comentas que es vital para aplicar esta teoría el uso de la IMAGINACIÓN sin importar la situación "real" actual, resulta obvio que para que funcione se debe estar en una vibración mental positiva, FELIZ y convencidos de que estamos donde queremos, sanos, ricos, con el empleo que amamos, que tenemos amor, tiempo, alegría y prosperidad en la vida presente.
Saludos!