¿Cual es la consola preferida de un chorizo? "La nintendo de ese".
José Manuel Sierra Rivera
José Manuel Sierra Rivera
mas trabajo recuperarme de cada uno de ellos. Es como una pesadilla de la que no se sale hasta que no te estabilizas y empiezas con una nueva etapa. Yo siempre digo que por muy mal que se sienta uno hay que mirar lo positivo de las cosas, aunque esta enfermedad mental sea tan difícil de superar, y algunas veces uno se sienta derrotado porque vea todo negro y sin salida. He tenido momentos muy amargos que me han llevado a p
ensar para qué me sirve estar vivo con toda la angustia del mundo, sin ganas de hacer nada, triste.
día se me ocurrió dejar de escribir. Lo único que no dejé de hacer fue escribir la lista de la compra; cosa que sigo haciendo.
te muchísimo tiempo, años en los que me exprimía los sesos de forma brutal, en los que la monotonía me devoraba de manera inmisericorde, sin ninguna clase de piedad.
or. No quiero escribir más versos tristes, aunque seguro que lo haré porque el alma tiene muchos estados de ánimo y `pasaré por la tristeza en numerosas ocasiones porque también forma parte de mi identidad.
mi carcoma interior con versos de fustigamiento masoquista.


rer mi cuerpo. Sin dudarlo adivine para quien iban destinado ese ramo de flores. Para un difunto.
mo de flores. Decidí investigar algo más que aquella conversación que tuve con el camarero del bar, donde aún seguía desayunando. Le pregunte, ya había más confianza, si sabia donde vivía la mujer del ramo de flores y más o menos me lo indico. Me puse en camino hacia su casa cuando, para mi asombro, ella salía de un portal.
ma, que solo salgo de noche, que tengo una llave del cementerio… en fin, charlatanerías de la gente que no comprenden que mi marido los amaba como vecino y que yo le ofrezco el cariño que él les tenia.
uchos me dijeron que apenas la trataban desde que falleció el marido, que se había vuelto huraña y que de su casa se desprendía un olor a incienso que ahogaba todo el bloque. Las que más contactos tenían con ella eran las vecinas de su planta, era con las que más hablaba. Una de ella me dijo que era cierto que no pasaba las noches en casa. Que su costumbre era pasear el ramo de flores por todo el barrio, bien entrada la noche (que a más de uno le habría dado un susto, pensé) y después irse a dormir con una manta al lado de la tumba de su difunto esposo.-No cree usted que esto último entra más dentro de la fantasía que de la realidad- le dije-No- me contexto ella-es cierto.
dedor de ella y para mi incredulidad se parecía a una figura humana. Ella parecía que pedía perdón a la figura de niebla que allí se había formado. Saco una fusta y se golpeaba la espalda con ella. Yo me quede catatónico y el pánico empezó a apoderase de mí, !pero que ven mis ojos, por Dios!. Salí corriendo de aquel espectral espectáculo por la misma puerta que entré y tropecé con una vieja anciana que parecía adivinar el miedo en mi rostro-¿Qué ha venido a comprobar el fustigamiento con sus propios ojos?-como sabia esa señora lo que yo acababa de ver- algunos dicen que soy bruja, otros que hablo con los espíritus pero yo creo que veo donde ellos no pueden ver, nada más… le fue infiel al marido en repetidas ocasiones y su alma ahora no descansa en paz hasta que no reciba el perdón de él, por eso monta tanta parafernalia para traerle un ramo de flores cada día porque sabe que su alma acabara pudriéndose en el averno, junto con los demás infieles a la Verdad.
il, peluches, 1 Scalestrix, 1 futbolín, 1 billar, libros, cuentos en cintas cassette para escucharlos en la radio y algunas cosas más para divertirme.
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