¿Cual es la consola preferida de un chorizo? "La nintendo de ese".
viernes, 29 de julio de 2011
INGRESO EN EL HOSPITAL
He tenido dos ingresos, dos ingresos muy recientes, el último de un mes y cada vez me cuesta mas trabajo recuperarme de cada uno de ellos. Es como una pesadilla de la que no se sale hasta que no te estabilizas y empiezas con una nueva etapa. Yo siempre digo que por muy mal que se sienta uno hay que mirar lo positivo de las cosas, aunque esta enfermedad mental sea tan difícil de superar, y algunas veces uno se sienta derrotado porque vea todo negro y sin salida. He tenido momentos muy amargos que me han llevado a pensar para qué me sirve estar vivo con toda la angustia del mundo, sin ganas de hacer nada, triste.
Aunque tú no quieras e intentes aparentar otro estado de ánimo, te sientes sin fuerzas y con ganas de llorar, aunque ya las lágrimas estén secas y lo que te deje sea un nudo de dolor en la garganta como si fueras un cementerio viviente, que te impida hasta poder desahogarte.
Son situaciones de tu trastorno que la verdad es mejor no vivir, que vaya en el autobús con mi madre y me de un ataque de ansiedad y en una de las paradas tenga que bajarme corriendo al spring por miedo, porque en ese momento tengo que salir de donde estoy.
El miedo me come por dentro y me hace actuar de una manera distinta a la que soy yo, cuando paso al lado oscuro de la enfermedad todo lo veo negro. Después de eso viene el ingreso los tratamientos fuertes y volver a remontar. Esta vez seguro que lo consigo.
Juanan.
Aunque tú no quieras e intentes aparentar otro estado de ánimo, te sientes sin fuerzas y con ganas de llorar, aunque ya las lágrimas estén secas y lo que te deje sea un nudo de dolor en la garganta como si fueras un cementerio viviente, que te impida hasta poder desahogarte.
Son situaciones de tu trastorno que la verdad es mejor no vivir, que vaya en el autobús con mi madre y me de un ataque de ansiedad y en una de las paradas tenga que bajarme corriendo al spring por miedo, porque en ese momento tengo que salir de donde estoy.
El miedo me come por dentro y me hace actuar de una manera distinta a la que soy yo, cuando paso al lado oscuro de la enfermedad todo lo veo negro. Después de eso viene el ingreso los tratamientos fuertes y volver a remontar. Esta vez seguro que lo consigo.
Juanan.
miércoles, 27 de julio de 2011
QUIERO ESCRIBIR
Quiero escribir pero no se me ocurre cómo, ni donde, ni que es lo que en realidad quiero escribir. Durante muchos años escribí muchas cosas, poesías, relatos y cuentos cortos. También es verdad que un día se me ocurrió dejar de escribir. Lo único que no dejé de hacer fue escribir la lista de la compra; cosa que sigo haciendo.
A pesar de haber estado muchos años escribiendo nada más que la dichosa lista de la compra; hace algunos meses que pienso que si me pusiera a escribir algo más, no sé lo que me vendría a la cabeza, ¿algún poema?, ¿algún relato corto, un poco más libre y también un poco más feliz?
Me asusta un poco el no saber con exactitud que es lo que debería escribir y a la vez me rondan en el cerebro, como las moscas con ese zumbido tan peculiar – ideas- como flashes, que debería plasmar escribiendo; en hojas blancas; varías; que yo debería rellenar con esas ideas, aunque quizá un poco pobres, pero no lo suficientemente pobres como para rechazarlas. Sin ir más lejos hoy me rodeó una especie de inspiración y pensé que mejor oportunidad que ésta para escribir algunas líneas, pocas ó muchas líneas, eso da igual, el caso es escribir con coherencia algo más que la puñetera lista de la compra.
Cecilia Menassa.
A pesar de haber estado muchos años escribiendo nada más que la dichosa lista de la compra; hace algunos meses que pienso que si me pusiera a escribir algo más, no sé lo que me vendría a la cabeza, ¿algún poema?, ¿algún relato corto, un poco más libre y también un poco más feliz?
Me asusta un poco el no saber con exactitud que es lo que debería escribir y a la vez me rondan en el cerebro, como las moscas con ese zumbido tan peculiar – ideas- como flashes, que debería plasmar escribiendo; en hojas blancas; varías; que yo debería rellenar con esas ideas, aunque quizá un poco pobres, pero no lo suficientemente pobres como para rechazarlas. Sin ir más lejos hoy me rodeó una especie de inspiración y pensé que mejor oportunidad que ésta para escribir algunas líneas, pocas ó muchas líneas, eso da igual, el caso es escribir con coherencia algo más que la puñetera lista de la compra.
Cecilia Menassa.
martes, 26 de julio de 2011
MIEDO
Si padeces alguna enfermedad cardíaca o eres demasiado sensible no veas este video, puede herir tu sensibilidad.....
lunes, 25 de julio de 2011
LA SOLEDAD Y EL AMOR
“La soledad era esto” es el título de un libro de un autor cuyo nombre no recuerdo. Yo sé lo que es la soledad, esa escuela de dolor diario en la que se te rompen todos los huesos y el alma se te desgarra profundamente hasta límites insospechados.
Sé lo que es la soledad porque la he vivido en mis carnes durante muchísimo tiempo, años en los que me exprimía los sesos de forma brutal, en los que la monotonía me devoraba de manera inmisericorde, sin ninguna clase de piedad.
Sé que la soledad era esto, un estigma profundo que te convierte en un ermitaño al que todos señalan con el dedo. Parecemos buhoneros, gente que parece no querer estar con nadie, cuando es todo lo contrario: yo me he cansado de esperar a alguien, pero me faltaba buscar, poner de mi parte, dar el paso. No se puede estar esperando sin más como si las cosas se hicieran por sí solas.
Durante mis años de soledad he sufrido mucho. Pensaba que era un bicho raro que simplemente se limitaba a escribir un libro cada año. Y lo que hacía era llenarme de miedos, sentirme cada vez más impotente para hacer las cosas más elementales de la vida. Me hartaba de ver la televisión, hacía un programa diario de las cosas a ver en la tele y así derretía mi vida, mi soledad, mis ausencias y carencias, viviendo de una forma pasiva.
Hasta que me fijé en una compañera de la URSM. Era amable, cariñosa, muy tierna y dulce. Siempre me preguntaba cómo estaba y yo le respondía regular, siempre regular. Me faltaba ella y no daba el paso a pesar del riesgo de poder perderla. El miedo al rechazo también me limitaba bastante y era incapaz de avanzar, de hacer esa pregunta tan simple y tan sencilla: “¿Quieres salir conmigo?”
Mi último libro publicado, “Dicha y resurrección”, llevaba una dedicatoria que era toda una declaración de intenciones: “Dedicado a la mujer que algún día estará conmigo”. Era algo premonitorio, era una apuesta por el amor, era el primer paso para la conquista de María José, la mujer en la que había puesto mis ojos y mi corazón.
El libro tiene 67 poemas de amor encendido, al más puro estilo juanramoniano, mi poeta favorito. Y cada poema es una súplica de amor y una declaración del mismo. Tal vez era muy ingenuo pensando que con una dedicatoria y un puñado de poemas podía conquistar a una mujer. Pero para mi sorpresa funcionó. Ya estamos saliendo juntos y he vencido el estigma solitario, el aura de poeta ogro encerrado en su ciénaga privada en la que no puede entrar ni el aire.
El próximo libro no versará sobre el amor. Ahora quiero vivirlo, no escribirlo simplemente. El amor no lo quiero becqueriano, basado básicamente en el sufrimiento y la mortificación. No quiero escribir esos versos tan tristes de las rimas: “Solitario, triste y mudo hállase aquel cementerio. Sus habitantes no hablan. Qué felices son los muertos”.
Desconozco la felicidad de los muertos porque aún no he fallecido. Soy creyente, así que alguna forma de vida habrá después de ésta, que sé que es un preámbulo, una antesala de algo mucho mejor. No quiero escribir más versos tristes, aunque seguro que lo haré porque el alma tiene muchos estados de ánimo y `pasaré por la tristeza en numerosas ocasiones porque también forma parte de mi identidad.
La Literatura es un ejercicio de vida y vitalidad. Ayuda a sobrevivir, especialmente en los malos momentos. El folio en blanco es una invitación a la existencia, una provocación para saber si soy capaz de llenarlo de palabras con un mínimo de coherencia y con la suficiente belleza como para atraer a los demás. Eso hago cuando escribo: vivir. Y amo las palabras. Gracias a la Literatura he descubierto el amor a la palabras, los vocablos maravillosos que te hacen conseguir amigos desconocidos: los lectores.
Pero aparte del amor a las palabras necesitaba el amor a una mujer y de una mujer, una experiencia de vida maravillosa ya experimentada en otras épocas pasadas que terminó en fracaso. Pero estaba tocado, mas no hundido y con ganas de seguir adelante luchando por las cosas que realmente merecen la pena.Y el amor es una de ellas.
Espero que esto sea como la historia de amor de “El amor en los tiempos del cólera”, una historia a través de los años y de toda clase de adversidades. Porque todo no es hermoso. Existen lados oscuros en el amor y hay que saber sobrellevarlos para demostrar el verdadero amor. Y hay que aportar voluntad, coraje, paciencia, tolerancia y un montón de cualidades más porque no es todo el tópico del color de rosa. Hay muchos colores en el amor. Incluso el negro. Pero yo quiero todos los colores. Y quiero morir antes que ella porque no quiero vivir otra pérdida que me deje hecho un Bécquer cualquiera alimentando mi carcoma interior con versos de fustigamiento masoquista.
La soledad era esto y el amor es esto. Ya conozco las dos cosas y me gusta más la segunda asociada a la pasión y el deseo, la comprensión y la necesidad mutua de hacer feliz a la otra persona. Ambos padecemos problemas de nervios, pero eso nos unirá más, no nos alejará. Más fácil es que se rompa una relación en la que sólo uno de los dos padece problemas de nervios porque uno de los dos se convierte en el tótem que es herido por la incomprensión del otro. Al fin y al cabo los problemas de nervios no son más que una parte de la vida, pero no la totalidad de la misma.
Con mi libro “Dicha y resurrección” empezaba una actitud más positiva ante la vida y una visión más optimista de la vida en pareja. Espero poder cumplir lo que dicen mis versos para no acabar como un mentiroso de mí mismo y alguien incoherente que no sabe mantener la armonía con sus propios planteamientos vitales y sus axiomas de existencia cotidiana. Si la soledad era esto el amor es lo otro. Ambas realidades pueden convivir en perfecta simbiosis porque, por poner sólo un ejemplo, yo necesito la soledad para crear más libros que aporten lo que buenamente pueda a aquellos que libremente quieran leerme. Así sea.
José Cuadrado Morales
Sé lo que es la soledad porque la he vivido en mis carnes durante muchísimo tiempo, años en los que me exprimía los sesos de forma brutal, en los que la monotonía me devoraba de manera inmisericorde, sin ninguna clase de piedad.
Sé que la soledad era esto, un estigma profundo que te convierte en un ermitaño al que todos señalan con el dedo. Parecemos buhoneros, gente que parece no querer estar con nadie, cuando es todo lo contrario: yo me he cansado de esperar a alguien, pero me faltaba buscar, poner de mi parte, dar el paso. No se puede estar esperando sin más como si las cosas se hicieran por sí solas.
Durante mis años de soledad he sufrido mucho. Pensaba que era un bicho raro que simplemente se limitaba a escribir un libro cada año. Y lo que hacía era llenarme de miedos, sentirme cada vez más impotente para hacer las cosas más elementales de la vida. Me hartaba de ver la televisión, hacía un programa diario de las cosas a ver en la tele y así derretía mi vida, mi soledad, mis ausencias y carencias, viviendo de una forma pasiva.
Hasta que me fijé en una compañera de la URSM. Era amable, cariñosa, muy tierna y dulce. Siempre me preguntaba cómo estaba y yo le respondía regular, siempre regular. Me faltaba ella y no daba el paso a pesar del riesgo de poder perderla. El miedo al rechazo también me limitaba bastante y era incapaz de avanzar, de hacer esa pregunta tan simple y tan sencilla: “¿Quieres salir conmigo?”
Mi último libro publicado, “Dicha y resurrección”, llevaba una dedicatoria que era toda una declaración de intenciones: “Dedicado a la mujer que algún día estará conmigo”. Era algo premonitorio, era una apuesta por el amor, era el primer paso para la conquista de María José, la mujer en la que había puesto mis ojos y mi corazón.
El libro tiene 67 poemas de amor encendido, al más puro estilo juanramoniano, mi poeta favorito. Y cada poema es una súplica de amor y una declaración del mismo. Tal vez era muy ingenuo pensando que con una dedicatoria y un puñado de poemas podía conquistar a una mujer. Pero para mi sorpresa funcionó. Ya estamos saliendo juntos y he vencido el estigma solitario, el aura de poeta ogro encerrado en su ciénaga privada en la que no puede entrar ni el aire.
El próximo libro no versará sobre el amor. Ahora quiero vivirlo, no escribirlo simplemente. El amor no lo quiero becqueriano, basado básicamente en el sufrimiento y la mortificación. No quiero escribir esos versos tan tristes de las rimas: “Solitario, triste y mudo hállase aquel cementerio. Sus habitantes no hablan. Qué felices son los muertos”.
Desconozco la felicidad de los muertos porque aún no he fallecido. Soy creyente, así que alguna forma de vida habrá después de ésta, que sé que es un preámbulo, una antesala de algo mucho mejor. No quiero escribir más versos tristes, aunque seguro que lo haré porque el alma tiene muchos estados de ánimo y `pasaré por la tristeza en numerosas ocasiones porque también forma parte de mi identidad.
La Literatura es un ejercicio de vida y vitalidad. Ayuda a sobrevivir, especialmente en los malos momentos. El folio en blanco es una invitación a la existencia, una provocación para saber si soy capaz de llenarlo de palabras con un mínimo de coherencia y con la suficiente belleza como para atraer a los demás. Eso hago cuando escribo: vivir. Y amo las palabras. Gracias a la Literatura he descubierto el amor a la palabras, los vocablos maravillosos que te hacen conseguir amigos desconocidos: los lectores.
Pero aparte del amor a las palabras necesitaba el amor a una mujer y de una mujer, una experiencia de vida maravillosa ya experimentada en otras épocas pasadas que terminó en fracaso. Pero estaba tocado, mas no hundido y con ganas de seguir adelante luchando por las cosas que realmente merecen la pena.Y el amor es una de ellas.
Espero que esto sea como la historia de amor de “El amor en los tiempos del cólera”, una historia a través de los años y de toda clase de adversidades. Porque todo no es hermoso. Existen lados oscuros en el amor y hay que saber sobrellevarlos para demostrar el verdadero amor. Y hay que aportar voluntad, coraje, paciencia, tolerancia y un montón de cualidades más porque no es todo el tópico del color de rosa. Hay muchos colores en el amor. Incluso el negro. Pero yo quiero todos los colores. Y quiero morir antes que ella porque no quiero vivir otra pérdida que me deje hecho un Bécquer cualquiera alimentando mi carcoma interior con versos de fustigamiento masoquista.
La soledad era esto y el amor es esto. Ya conozco las dos cosas y me gusta más la segunda asociada a la pasión y el deseo, la comprensión y la necesidad mutua de hacer feliz a la otra persona. Ambos padecemos problemas de nervios, pero eso nos unirá más, no nos alejará. Más fácil es que se rompa una relación en la que sólo uno de los dos padece problemas de nervios porque uno de los dos se convierte en el tótem que es herido por la incomprensión del otro. Al fin y al cabo los problemas de nervios no son más que una parte de la vida, pero no la totalidad de la misma.
Con mi libro “Dicha y resurrección” empezaba una actitud más positiva ante la vida y una visión más optimista de la vida en pareja. Espero poder cumplir lo que dicen mis versos para no acabar como un mentiroso de mí mismo y alguien incoherente que no sabe mantener la armonía con sus propios planteamientos vitales y sus axiomas de existencia cotidiana. Si la soledad era esto el amor es lo otro. Ambas realidades pueden convivir en perfecta simbiosis porque, por poner sólo un ejemplo, yo necesito la soledad para crear más libros que aporten lo que buenamente pueda a aquellos que libremente quieran leerme. Así sea.
José Cuadrado Morales
viernes, 22 de julio de 2011
EL RINCON DEL ARTE
MANDALAS
Los mandalas son dibujos de representaciones geométricas en forma de círculos, usados en diferentes culturas orientales. Simbolizan la energía y el funcionamiento del universo en relación con el ser humano. El origen de la palabra mandala es sánscrito y quiere decir círculo sagrado.
Muchos autores atribuyen al trabajo de colores y formas característicos de estos dibujos efectos terapéuticos ya que potencialmente ayudan a desarrollar aspectos tan importantes como la psicomotricidad fina, la creatividad, la atención, la memoria, la concentración e inducen a estados de bien estar y relajación.
Para el profesor Idob Nocrir; “Colorear mandalas, da salida a tus pensamientos y emociones, ayuda a fundirte con tu creatividad y deja aflorar todos los sentimientos alojados en el interior.”
Muchos autores atribuyen al trabajo de colores y formas característicos de estos dibujos efectos terapéuticos ya que potencialmente ayudan a desarrollar aspectos tan importantes como la psicomotricidad fina, la creatividad, la atención, la memoria, la concentración e inducen a estados de bien estar y relajación.
Para el profesor Idob Nocrir; “Colorear mandalas, da salida a tus pensamientos y emociones, ayuda a fundirte con tu creatividad y deja aflorar todos los sentimientos alojados en el interior.”
Los mandalas que os mostramos a continuación han sido creados íntegramente por
Manuel B. dentro del programa de dibujo y pintura de nuestra unidad.
Manuel B. dentro del programa de dibujo y pintura de nuestra unidad.
martes, 19 de julio de 2011
RELATO
EL RAMO DE FLORES
La primera noche que la vi me llevé un gran susto. Soy nuevo en el barrio y venia de tomar unas copas con los amigos. Al doblar una esquina tropecé con ella. Llevaba un ramo de flores con orquídeas, rosas y algunas flores más que el impacto no me dejaron identificar. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. Sin dudarlo adivine para quien iban destinado ese ramo de flores. Para un difunto.
No olvide lo que me paso esa noche y al día siguiente, en el bar que estoy desayunando desde que me mude pregunte sobre la mujer del ramo de flores. Me dijo el camarero que era una viuda que había perdido la cabeza desde el fallecimiento de su marido y que todas las noches vagaba por las calles del barrio con un ramo de flores. Igual que un espectro, pensé. El camarero morboso siguió contándome anécdotas sobre la mujer del remo de flores. Dice de ella que tiene una llave de una puerta secreta del cementerio de San Fernando y que pasa junto a la tumba de su difunto esposo las horas en la que el cementerio está cerrado. Que el ramo de flores lo lleva siempre encima, que solo viene a su casa a comer, a ducharse, a cambiarse de luto y a dormir un par de horas o tres.
El interés por el personaje iba aumentando cada vez más en mi. Estaba deseando volvérmela a encontrar haber si podía hacerle alguna pregunta que me acercas más a sus realidad ya que mi oficio es la psicología a lo mejor podía prestarle mi ayuda para que superase ese duelo que no era capaz de sacarse de encima por ella misma.
De momento pase un tiempo sin acordarme más del suceso, lo anote en mi diario pero calló en el olvido. Un día, habían pasado tres meses, hice inventario de todas mis anotaciones con el fin de publicar un libro que mi editor me había pedido. El quería un libro de autoayuda y yo recordaba que en un cuaderno había escrito bastantes ideas que me podían servir, me dijo, ahora los libros que están arrasando el las librerías son los de autoayuda, es el momento. Y fue entonces, cuando vi la nota que hacia referencia a la señora del ramo de flores. Decidí investigar algo más que aquella conversación que tuve con el camarero del bar, donde aún seguía desayunando. Le pregunte, ya había más confianza, si sabia donde vivía la mujer del ramo de flores y más o menos me lo indico. Me puse en camino hacia su casa cuando, para mi asombro, ella salía de un portal.
-Perdone que la moleste señora pero ¿me podría decir dónde compro usted ese ramo de flores tan hermoso?- ella se quedo algo sorprendida – no es un ramo para un galán, sino para un difunto-dijo con su voz quebrada por el sufrimiento-lo siento mucho, señora-dije- No se preocupe, mi difunto esposo lleva muerto ya seis años-contesto-y usted continua llevándole flores de vez en cuando ¿no?-dije yo- No señor se la levo a diario. El era un enamorado de este barrio, ayudo a construir plazas y parques, lucho con los vecinos por tener una biblioteca pública, y se presento como presidente de la asociación de vecinos cinco veces y en todas fue elegido, luchó mucho por tener el barrio que tenemos hoy, por eso, antes de llevarle el ramo de flores ,cosa que hago diariamente, lo paseo por el barrio-. Me parece un razonamiento muy propio de una persona con principios e integridad. Bueno, pues algunos me tachan como la loca del ramo de flores e inventan historias sobre mi, que si duermo en el cementerio, que si paseo el ramo como un fantasma, que solo salgo de noche, que tengo una llave del cementerio… en fin, charlatanerías de la gente que no comprenden que mi marido los amaba como vecino y que yo le ofrezco el cariño que él les tenia.
En mi libro de auto ayuda dedico un capitulo entero ha analizar este personaje, la señora Milagros, que lucha contra las incomprensibles mentalidades de sus vecinos por mantener unos principios dignos de admiración.
Mi libro se vendió tanto como lo hicieron los demás de autoayuda que salieron a la venta mientras el boom duró. Mi editor se alegro por los beneficios obtenidos.
Una tarde, que paseaba sin rumbó, estaba cerca el cementerio. La curiosidad pudo más que el pudor y me atreví a entrar para ver la lápida del difunto esposo de la señora Milagro. Cual fue mi sorpresa que allí estaba ella. No me vio, así que aproveche para observarla. Rezaba delante de la tumba de su esposo y llevaba entre las manos un ramo de flores que depositó frente a la lápida. Se puso de rodillas y comenzó a llorar. Tocó el frío mármol igual que si tocase la piel caliente de su esposo. Se daba golpes en el pecho y levantaba las manos hacia el cielo. Después se transfiguro. Se recompuso y se marcho. Yo quede impactado ante el suceso que acababa de presenciar. Esta mujer sufría un duelo patológico que disimulaba delante de los demás pero que se derrumbaba delante de su difunto esposo.
II
Ya la curiosidad podía más que yo, así que me dedique a indagar por mi cuenta datos verificables sobre la señora Milagros. Primero localice donde vivía y haciéndome pasar por periodista que estaba interesado en la figura de doña Milagros (era periodista de cuarto milenio) pregunte a los vecinos que opinaban del comportamiento de su vecina. Muchos me dijeron que apenas la trataban desde que falleció el marido, que se había vuelto huraña y que de su casa se desprendía un olor a incienso que ahogaba todo el bloque. Las que más contactos tenían con ella eran las vecinas de su planta, era con las que más hablaba. Una de ella me dijo que era cierto que no pasaba las noches en casa. Que su costumbre era pasear el ramo de flores por todo el barrio, bien entrada la noche (que a más de uno le habría dado un susto, pensé) y después irse a dormir con una manta al lado de la tumba de su difunto esposo.-No cree usted que esto último entra más dentro de la fantasía que de la realidad- le dije-No- me contexto ella-es cierto.
Una noche decidí seguirla por su itinerario por el barrio, lo que hacia era ofrecer el ramo a cada parroquia de una forma muy ceremonial y digna, aunque fuese a través de las verjas del recinto eclesiástico. Después se dirigió hacia el cementerio, cosa que yo no creía que fuera hacer pero para mi asombro así hizo. Bordeo la tapia derecha y entro por una portezuela por donde entran los empleados con total naturalidad. La seguí. Pero justo donde la vi darse golpes de pecho y clamar al cielo por el alma de su marido, cuando de repente una niebla empezó a formarse alrededor de ella y para mi incredulidad se parecía a una figura humana. Ella parecía que pedía perdón a la figura de niebla que allí se había formado. Saco una fusta y se golpeaba la espalda con ella. Yo me quede catatónico y el pánico empezó a apoderase de mí, !pero que ven mis ojos, por Dios!. Salí corriendo de aquel espectral espectáculo por la misma puerta que entré y tropecé con una vieja anciana que parecía adivinar el miedo en mi rostro-¿Qué ha venido a comprobar el fustigamiento con sus propios ojos?-como sabia esa señora lo que yo acababa de ver- algunos dicen que soy bruja, otros que hablo con los espíritus pero yo creo que veo donde ellos no pueden ver, nada más… le fue infiel al marido en repetidas ocasiones y su alma ahora no descansa en paz hasta que no reciba el perdón de él, por eso monta tanta parafernalia para traerle un ramo de flores cada día porque sabe que su alma acabara pudriéndose en el averno, junto con los demás infieles a la Verdad.
Todo aquello me sobrepasaba. Estaba a merced de los acontecimientos. El colmo fue la bruja que me encontré en la puerta y que sabía lo que yo hacia allí. Decidí olvidarme de la historia o moriría de un ataque al corazón. Por lo que a mi respecta, la señora Milagros sabrá como expiar sus pecados. De vez en cuando la veo por el barrio con su ramo de flores y un escalofrío me recorre el cuerpo. Mejor seguir con los libros de autoayuda.
La Pluma Negra.
lunes, 18 de julio de 2011
LA CANCIÓN DEL VERANO
No hay verano sin canción del verano, ni canción del verano sin verano. Aquí va un sentido homenaje a la CANCIÓN DEL VERANO.
RECUERDOS DE MI INFANCIA
Los recuerdos de mi infancia en los que pienso ahora son muchos. Me acuerdo sobre todo de los años 80 y de los programas y las series que echaban en la tele: el coche fantástico, el halcón callejero (que era una moto supergrande del futuro), Falcon Crest, y algunas más. También me encantaban los dibujos animados como el Inspector Gadget, Isidoro, Pumuki, Fraguel Rock, Heidi, Marco, Barrio Sésamo y Los Diminutos. La verdad, es que eran tiempos mejores que no se me olvidan, eran otros tiempos. Yo tenía también muñecos de Playmobil, peluches, 1 Scalestrix, 1 futbolín, 1 billar, libros, cuentos en cintas cassette para escucharlos en la radio y algunas cosas más para divertirme.
Recuerdo que iba a visitar a mis abuelos a su casa, casi todos los días, pues se llevaban conmigo muy bien y me querían mucho. Mis abuelos, me hacían regalos en navidades el día de los reyes magos, todos los años. Ellos también me visitaban a mi casa. Mis padres me llevaban al parque Maria Luisa para divertirme. También íbamos en la época de la feria de abril, a las casetas.
Mis padres me acostaban temprano después de cenar, sobre las 10 o 10 y media de la noche, para no estar cansado por la mañana para levantarme para ir al colegio. Por las tardes me ponía a jugar en mi casa con mis juguetes y también iba a casa de mi abuela. Mi padre me llevaba al campo del Betis a ver el fútbol, porque nosotros somos del Betis. Íbamos con mis tíos y mis primos y lo pasábamos bien en los partidos de fútbol. En el colegio me pasaban muchas cosas, pues era pequeño, pero en la clase hacia caso, en el recreo casi siempre lloraba y algunas veces me peleaba con los demás niños.
Jenaro
Recuerdo que iba a visitar a mis abuelos a su casa, casi todos los días, pues se llevaban conmigo muy bien y me querían mucho. Mis abuelos, me hacían regalos en navidades el día de los reyes magos, todos los años. Ellos también me visitaban a mi casa. Mis padres me llevaban al parque Maria Luisa para divertirme. También íbamos en la época de la feria de abril, a las casetas.
Mis padres me acostaban temprano después de cenar, sobre las 10 o 10 y media de la noche, para no estar cansado por la mañana para levantarme para ir al colegio. Por las tardes me ponía a jugar en mi casa con mis juguetes y también iba a casa de mi abuela. Mi padre me llevaba al campo del Betis a ver el fútbol, porque nosotros somos del Betis. Íbamos con mis tíos y mis primos y lo pasábamos bien en los partidos de fútbol. En el colegio me pasaban muchas cosas, pues era pequeño, pero en la clase hacia caso, en el recreo casi siempre lloraba y algunas veces me peleaba con los demás niños.
Jenaro
viernes, 1 de julio de 2011
CUADERNOS DE PSICOEDUCACIÓN; Alberto & Cristina
Durante varios meses los usuarios de los programas de psicoeducación e informática de nuestra Unidad han diseñdo el primer capítulo de una serie de comics en los que se habla a cerca del trastorno mental, sus origen, consecuencias personales y sociales, tratamientos, recursos, etc. Para ello han inventado dos personajes Alberto & Cristina que cuentan su historia.
El guión, los diálogos, el diseño y la edición informática de este comic han sido elaborados integramente por los usuarios de la URSM. Esperamos que os guste.
CUADERNOS DE PSICOEDUCACIÓN; ALBERTO Y CRISTINA
El guión, los diálogos, el diseño y la edición informática de este comic han sido elaborados integramente por los usuarios de la URSM. Esperamos que os guste.
CUADERNOS DE PSICOEDUCACIÓN; ALBERTO Y CRISTINA
DICHA Y RESURECCIÓN
Nuestro buen amigo y colaborador José Cuadrado Morales acaba de publicar, su noveno libro de poesías titulado “Dicha y resurrección”. Según el autor, este libro es el inicio de una nueva etapa en su obra, más optimista centrada en la vida y el amor. Aquí os mostramos los versos 16 y 17 de este magnífico libro.
Hoy me sobra todo,
hasta el afecto más implorado
y los callados parques,
y las ramblas sin voces
y los oasis y los asilos
y los hoteles y las casas
y los hospitales y los médicos
y los curanderos y los milagros
y todos los humanos
que formen una fila
hasta Mercurio,
tanto te quiero.
Hoy no preciso nada,
me basta con saberte viva
y llenándome de besos,
me basta con tenerte viva
muy cercana a mis dedos,
me basta con acariciar tu vientre,
me basta con escudriñar tu alma,
me basta con irme
saciado de ti cada mañana,
tanto te quiero.
Hoy me sobra todo,
hasta el afecto más implorado
y los callados parques,
y las ramblas sin voces
y los oasis y los asilos
y los hoteles y las casas
y los hospitales y los médicos
y los curanderos y los milagros
y todos los humanos
que formen una fila
hasta Mercurio,
tanto te quiero.
Hoy no preciso nada,
me basta con saberte viva
y llenándome de besos,
me basta con tenerte viva
muy cercana a mis dedos,
me basta con acariciar tu vientre,
me basta con escudriñar tu alma,
me basta con irme
saciado de ti cada mañana,
tanto te quiero.
SOPA DE TOMATE
INGREDIENTES
- Pan duro partido a trocitos pequeñitos
- Hierbabuena en mucha cantidad a trocitos
- 1 cebolla grande a trozos
- 1 pimiento verde a trozos
- 2 dientes de ajos a trozos
- 3 ó 4 tomates maduritos , pelados y partidos a trozos.
- 2 latas de atun desmigado
- aceite y sal
- 1 kg de tomate frito
PREPARACIÓN
En la olla se pone el aceite y se hace el refrito, cuando esté pocho se añade, (el pan desmigado y rehogado con agua) el atún y la hierbabuena antes que el pan, se remueve todo muy bien durante unos minutos y a continuación se le echa el tomate frito y listo para comer!!
* Se le puede cuajar un huevo
- Pan duro partido a trocitos pequeñitos
- Hierbabuena en mucha cantidad a trocitos
- 1 cebolla grande a trozos
- 1 pimiento verde a trozos
- 2 dientes de ajos a trozos
- 3 ó 4 tomates maduritos , pelados y partidos a trozos.
- 2 latas de atun desmigado
- aceite y sal
- 1 kg de tomate frito
PREPARACIÓN
En la olla se pone el aceite y se hace el refrito, cuando esté pocho se añade, (el pan desmigado y rehogado con agua) el atún y la hierbabuena antes que el pan, se remueve todo muy bien durante unos minutos y a continuación se le echa el tomate frito y listo para comer!!
* Se le puede cuajar un huevo