lunes, 16 de mayo de 2011

EL BETIS A PRIMERA ¡ADIOS INFIERNO!

ALEGRÍA

El Real Betis Balompié vuelve a ser equipo de Primera División y yo como sevillista me congratulo por ello porque yo no soy de los envidiosos malsanos que se jactan de exhibir posturas radicales o racistas y se alegran de las desgracias ajenas.

El Betis tiene una masa social muy importante y me alegro por todos y cada uno de los que la integran. Son muchas las felicidades que se acumulan en tantas personas que han sufrido una temporada fabulosa aunque con momentos difíciles cuando el equipo ha tenido momentos graves como cuando encadenó una racha de partidos sin ganar y perdió el liderato.Después volvió por la senda de la victoria y ya no ha dejado el liderato, culminando la alegría ayer domingo, aunque se perdiera en Tarragona, pero es una derrota cargada de felicidad, así como el paseo en autobús por Sevilla, lleno del calor de miles de aficionados que en ese momento estaban cargados de alegría.

La subida del Betis a Primera División tiene aún más mérito porque se produce en una temporada en la que ha habido muchos problemas en la entidad al margen de lo futbolístico. Numerosos problemas judiciales, cambios de presidente y junta directiva y otras cuestiones que podían haber distraído la misión primordial del ascenso. Pepe Mel ha actuado de entrenador y psicólogo, intentando que los jugadores no se distrajeran de la meta que tenían en mente desde principios de temporada: volver a donde nunca se debió salir, pero las malas gestiones llevan a veces a los equipos a profundidades no deseadas de las que a veces cuesta enorme trabajo salir.

Gordillo ha aportado serenidad a la entidad, cosa que sabíamos desde el primer momento que fue nombrado presidente. Él y el vicepresidente Bosch han llevado la nave deportiva al puerto de los grandes, donde volverá a competir la temporada que viene. Hay que volver a echar raíces en Primera División porque el Betis es un grande y como tal tiene que ejercer.

Se ha batido el récord de goles y el récord de puntos. Eso enriquece aún más la gesta de subir a Primera. Y todo gracias a los jugadores como Rubén Castro, Jorge Molina, Iriney y otros que han sabido abstraerse de los problemas extradeportivos, metiéndose únicamente en el terreno de lo estrictamente futbolístico.

Volverán ahora los derbis que tanto se echaban de menos, las tertulias sobre quién es mejor y quién peor, las discusiones divertidas en las barras de los bares y otras situaciones cotidianas porque la ciudad, Sevilla, es bicéfala desde el punto de vista deportivo y con el Betis en Segunda faltaba una de las dos cabezas. Volveremos a ver la elástica verdiblanca por los campos de España donde el Betis tiene tantos simpatizantes y seguidores porque hay que reconocer como sevillista que es uno de los equipos que mejor caen al país.

Junto a la subida del Betis hay que valorar la entrada por noveno año consecutivo en Europa del Sevilla F.C., lo cual tiene mucho mérito porque ha sido una temporada muy difícil para el equipo de Nervión y los sevillistas temíamos quedarnos fuera de Europa, pero ayer se venció a la Real Sociedad con dos goles del malí Kanouté en la que puede ser su última temporada en el Sevilla. Así que la bicefalia sevillana está de enhorabuena porque los dos equipos tienen motivos para estar felices: el Betis con su subida a Primera y el Sevilla con su nueva entrada en Europa para jugar la UEFA Europa League. A esto tiene que aspirar el Betis este año, además de formar un equipo competitivo para permanecer en Primera División muchos años. Y tiene el Betis también la dura misión de sanear su economía, tener una junta directiva estable y caminar con la humildad con la que ha ido toda la temporada, sin que la humildad suponga sumisión a nada ni a nadie. Ya está bien de oír hablar de la jueza Alaya. Hay que hablar de fútbol y nada más. El Betis ha tenido momentos en los que ha parecido más un juzgado que un club de fútbol y las cosas no deben ser así.

Desde la orilla sevillista diremos que viva el Betis manquepierda. Y espero que podamos seguir diciéndolo muchos años más seguidos por el bien económico y deportivo de la ciudad. Desde el himno del Arrebato al olé, olé, olé hay mucho camino que recorrer juntos. Pasémoslo lo mejor posible porque la vida dura un soplo que en un momento se es ido y acabado como diría el clásico.

Rematemos pues este artículo con un Viva el Betis y otro Viva el Sevilla, hermanados aunque no revueltos. La hermandad es lo fundamental entre equipos de la misma ciudad, sin dejar la sana rivalidad.


José Cuadrado Morales

2 comentarios:

  1. Esperemos que el betis de una vez por todas se mantenga en primera para muchísimos más años ,si es posible para siempre y que nos vuelvan a dar alegrías en años venideros con la consecución de títulos o clasificacion para uefa o championg.

    Pero todo ésto poco a poco y con buena letra .

    ResponderEliminar
  2. Ole, ole y Ole. que un sevillista sea capaz de escribir estas palabras tan bonitas del equipo contrario hace que merezca la pena vivir en Sevilla. Ya estamos harto de extremismos, al fin y al cabo Betis y Sevilla son hermanos...

    ResponderEliminar