viernes, 24 de septiembre de 2010

SEXO, DROGAS Y ROCK & ROLL.

Es el mítico lema de la juventud, ¿no? Relaciones sexuales esporádicas sin ninguna intención mas allá del placer, ponerse hasta la colcha de cualquier sustancia que nos haga perder el control y de fondo una música que esté de moda y una vez adultos basta para recordar lo maravillosamente que pasamos esta etapa en nuestra vida.
Pues si, es el trío perfecto el aliciente ideal para cualquier época o generación. Por la revolución de las hormonas y lo fuertes que nos encontrábamos el sexo nos apetecía a cualquier hora y en cualquier sitio. Para sentirnos por encima de nosotros mismos siempre ha existido algo que tomado en dosis un poco más alto de lo normal nos hace perder el control de forma provocada, sea cerveza, calimocho, sidra, o drogas ilegales, también la ingesta de alcohol es ilegal a ciertas edades y de adulto en ciertas circunstancias, como la conducción o cuando nos pierde la boca delante de la familia de nuestra mujer. Y la música, la banda sonora de nuestra vida, Rock & Roll, el Heavy, el House, El Hardcode, El Dance…..
Lo rápido que se nos pasa esa época y lo conflictiva que suele ser en nuestra casa. La formula de la juventud eterna es lo que quisiera tener más de uno en el fondo del cajón del escritorio o la mesita de noche. Y el caso es que existen balas perdidas que no se dan cuenta que es una fase más de la vida, y que hay que pasar a la siguiente fase, asentar la cabeza, pensar como conseguir dinero a diario, pagar las facturas que nos van saliendo de las entidades bancarias y preocuparnos de otros temas como la comida, la familia, las vacaciones en familia y la vejez.
Ya estaría bueno que nos quedásemos estancados en la fase de guardería. Esa si que es también una fase cómoda y encima aceptada, en la que nuestros objetivos consisten básicamente en cantar, jugar, comer y dormir. Pero la juventud es la primera y última vez en que disfrutamos de la vida, descubriéndola a toda velocidad y financiados por Familia S.A. La mayoría de los jóvenes solo aparecen por casa para repostar dinero, dormir de vez en cuando y comer cuando el plato es suculento y en el itinerario del día no aparece otro sitio mejor para comer.
Además la juventud es una industria en sí, si no ¿cuántos productos existen exclusivamente destinados a este sector en el que el dinero es poco valorado y dura menos que la ocultación a nuestros padres de lo que realmente nos hemos gastado y en qué? ¿Cuantos productos están destinados para los adultos para poder recuperar esa juventud perdida?. Yo quiero poner un negocio de jóvenes de moda, ropa, material deportivo, música de moda o por qué no drogas legales en el margen de la ilegalidad. Me forro fijo.
Un día te das cuenta que estas “mayor” aunque sigas teniendo buen aspecto, te empieza a preocupar el futuro inminente y eso de jugártela a diario ya no es tan divertido.
Yo me quedaría en la juventud para siempre, de una forma inmortal, y para despistar al personal emigraría cuando los jóvenes de mi alrededor empezasen a tener los primeros síntomas de asentar la cabeza.
Pero como uno va para mayor, tiene goteritas y no cree en la ciencia ficción, se da cuenta que se ha equivocado de pleno en algunos planteamientos existenciales, no cabe más que cuidar la salud hasta que me vaya al otro barrio e intentar enmendar las meteduras de pata y conseguir las metas de la forma más adecuada. Mientras el cine y la literatura se ocuparán de llenarnos los ratos de ocio de el elixir de la eterna juventud, el ahora yo soy el joven y tu el viejo, o aquel día en que volví a levantarme con quince años. Sexo, drogas y Rock & Roll.

F.M.K

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