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El otro día, a través de la mayoría de los medios de comunicación, conocimos la historia de un muchacho boliviano que trabajaba en una panificadora. No sabemos la causa pero sufrió un accidente laboral que le causó la pérdida de un brazo, para colmo no tenía contrato. Su jefe, ni corto ni perezoso tiró el brazo a un contenedor de basura y lo subió en un coche dejándolo a 200metros del hospital. Por si fuera poco le amenazó y le dijo que no contara nada.
Desde nuestro punto de vista esto es indignante, una barbaridad que no se puede consentir, es el colmo de la crueldad, esto solo es capaz de hacerlo alguien sin conciencia.
Yo pienso que es una cosa terrible y no tiene perdón, dice Reyes. Yo, Alicia me planteo qué diría si se lo hubiesen hecho a él. José Miguel habla de la cárcel como sitio en el que debe pasar muchos años.

Alicia, Reyes y José Miguel.

Vemos que en la actualidad hay muchos abusos en los trabajos para emigrantes. Pero esto que le ha ocurrido a este chico boliviano es el colmo. Ha tenido que ocurrir esta tragedia para que nos demos cuenta de lo poco humanos que somos. Nuestra opinión es que este hombre es un canalla y peor que un animal. Ya que a veces tenemos como ejemplo la bondad en los animales. Esto no tiene palabras.
Hace poco vimos un video en las noticias en el que un perro, actuando como “una persona”, salvaba la vida de otro que había sido atropellado. Cuándo hablamos de animal, ¿A quién nos estamos refiriendo?

Blanca, Yolanda y Jorge.