Personas desamparadas, emigrantes, llegan a España con otro color de la vida. En la extranjería, ven los programas y los concursos de televisión de España y vienen jugándose la vida porque se creen que todo aquí es de color de rosa.
Cruzan por el estrecho y muchas personas mueren alli.
Llegan aquí se encuentran que la vida es dura, que tienen que trabajar y que para conseguir algo hay que hacerlo mucho y muy duro. Por fin se dan cuenta de que la vida aquí tampoco es un juego como piensan en sus países.
Con esta foto quiero reflejar que las cosas no son como parecen algunas veces.
Un saludo Raúl Pittaluga.
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