Nana
¡Me gustaría ser la luna!
para acunarte de noche…
y de día, a mi bella durmiente,
le cantaría con dulce melodía.
Princesa
Ni la flor es tan bella
ni tan brillantes las estrellas,
sólo tú eres la más hermosa entre ellas.
Ángel
Mi cálido corazón se engrandece al verte sonreir
y mi alma entre cantos angélicos se alegraría el saber que siempre serás feliz.
Francisco J. J.
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